viernes, 27 de junio de 2008

San Cucufato 3 - Rusia 0

¿Qué queréis que os cuente?. Con un "padrino" como el nuestro es imposible que nada falle...
Lo malo son las consecuencias, ni siquiera que Villa se lesionase es importante. Lo realmente duro es "limpiar" tó la mierda que quedó por la piscina y por el jardín. Pá eso San Cucufato no ayuda naíca, naíca...

Y es que hoy no tengo cuerpo pá ná. El sábado super-fiesta ancá el Juan y el domingo de nuevo la selección, Pá mí qu'el'unes no voy a vení a trabajá.

jueves, 26 de junio de 2008

San Cucufato versus Rusia

Para todos aquellos que no seguisteis "Y probé a ser IMvencible", primera entrega de esta... ¿trilogía?. Os pongo en antecedentes. En casa de nuestros cuñados, vamos como si fuera en casa, pues estamos valla con valla, se encuentra una figura de San Cucufato. En la vida real, éste fue un contumaz francés que no paró de dar la brasa por Europa buscando que lo martirizasen, hasta que encontró quien lo hiciese, por supuesto siendo francés y contumaz, lo hicieron en España, concretamente en Barcelona.

San Cucufato, comenzó como una broma, es decir, buscando una excusa para reunirnos alguna vez al año y tomarnos unos "don pedritos". De aquellas reuniones preparatorias sobrevino la figurilla del santo de unos treinta centímetros de altura obra de la escultora murciana afincada en Valencia Susana Diez. Tras varios años haciendo una ceremonia privada por la parcela de mi cuñada, el año pasado ésta tornó all cariz de pública al convertirse en Romeria por nuestros andurriales. El santo el último viernes de Julio saldrá en romería en lo alto de un carrico tirado por un caballico y escoltado por cientos de romeros, al menos dos cientos... Ya el año pasado el santico realizó algún que otro milagrico, más de categoría regional, es decir pequeñas cosicas.

Realizada esta pequeña introducción o "perorata" como dirían los güertanos, paso a relatar que nuestro santo ya tiene entre sus milagros uno de repercusión Europea. El pasado domingo cuando por el gentío, que había en mi casa viendo el partido España-Italia, fue reclamado el santo para que presidiera la tanda de penalties e intercediera a nuestro favor, justo en ese momento, justo en el momento en el que mi cuñada, muy limpia ella, quitaba las telarañas que habían embebido al santo durante un año en su hornacina en la parte sur-suroeste de la finquita, Casillas paró su primer penalty. El resto ya lo conoce todo el mundo... ¡Qué se sepa, San Cucufato fue el artífice de la victoria!. Sólo la modestia de nuestras personas y que mis cuñados han pedido, que por favor, no demos publicidad al suceso, pues no desean que su casa sea tomada por las ordas de creyentes reclamando milagros, con lo que conlleva de molestias, pues siempre acuden los files a la hora de la comida. Sólo ese "saber estar" esa humildad nos han impedido que San Cucufato sea portada de los periódicos gratuitos, de "España Directo" y del "Está Pasando".

Para hoy jueves se anuncia nueva reunión en ambas casas, la de mi cuñada y la mía, pues como nos fue bien no vamos a cambiar "las tradiciones", para disfrutar del partido. Ahora, qué se relaje el personal, desde el primer minuto San Cucufato presidirá el encuentro...

En mi casica se consumieron con ocho o diez adultos y bastantes niños que no cuentan, algunos con la condición de "mujeres" (más que nada porque no beben ná y luego tienen que conducir, vamos que son las señoras las que conducen (no queiro que suene machista porque no lo es)), unos 98 "don pedritos". Para hoy se anuncia presencia, más o menos igual de forofos y que el stocage de "don pedritos" ha sido aumentado a unos 150, más cava, licores y refrescos a gusto del personal...

Por favor, si alguno de los que leéis esto vais a acudir, llevad algo de cena, que m'he gastao to la extra en bebidas y no hay ná de jamar...

La trompeta y el tambor , se la dejó alguien allí, así que, el que los haya llevado y olvidado , que no se vuelva loco por casa buscándolos, están a buen recaudo junto a San Cucufato, en su hornacina.

Me voy a preparar las sillas y a sacar la tele al porche... No llegueis tarde que la puerta está muy lejos y me pierdo las jugadas más interesantes.

martes, 24 de junio de 2008

Hoy hace un año. Solsticio de Verano.


Es fugaz esta vida. Se escapa como la arena de entre los dedos. Debemos vivirla como es. Cada día es nuevo y es último. Nunca más volverá, ni tendremos oportunidad de reeditarlo para volverlo a vivir...

Ha sonado el despertador, justo, a la misma hora de todos los días, pero en ese momento a miles de kilómetros de casa un bocinazo sonaba. Miles de ilusiones y expectativas movían a otros miles de personas que comenzaban un largo, duro e intenso día. Roth recibía a los triatletas que ilusionados, temerosos pero decididos se lanzaban a la aventura. Para unos la aventura era mayor que para otros. El llevar los deberes hechos es muy importante. Aquellos que cumplieron con su obligación durante el invierno el nivel de incertidumbre se verá enormemente reducido.

Hoy hace un año que nos lanzamos a una aventura que resultó ser maravillosa, intensa y definitiva en nuestras vidas. Nos ayudó a conocernos un poco más, a fraguar sólidas amistades, a saber que nosotros también "podemos".

Al final todo es relativo, perecedero, mutable. Es algo así como los amores de juventud que un día de verano juras bajo la luna, al cálido sonsonete de las olas que será eterno a aquella chica que sabes que en septiembre desaparecerá de tu vida. Sabiendo que no podrás cumplirlo, con la certeza que es un brindis al sol, aún así lo haces, creyendo que tú serás diferente que las cosas cambiarán contigo, que eres de otra pasta, que podrás vencer las dificultades que otros no han podido...

Hoy, dentro de unas once horas, hará un año que creí ser Imvencible, inmortal. Juré que siempre sería así y como el amor de verano al llegar el otoño se deshace como un azucarillo. La realidad se ha hecho fuerte en mi vida... No fui capaz de mantener el nivel de tensión que necesitaba para cumplir mi promesa, como no fui capaz de mantener vivo el amor de aquel verano.

El Ave Fénix nos da ejemplo y nos muestra el camino, de nuevo "podemos". Tras un año nado aún peor, no he conseguido mantener la disciplina necesaria para estar dentro de un peso aceptable y no he sabido estar a la altura de las circunstancias en la carrera a pie. Me dediqué todo el invierno a dar paseos en bici en vez de entrenarla con seriedad. Pero como Escarlata "¡A dios pongo por testigo de nunca más volveré a pasar hambre!".

La frase tendremos que adaptarla, pues algo de hambre deberé pasar para reducir mi generosa masa de grasa, pero bueno, espero que tenga fuerza de voluntad para conseguirlo...

Ya están decididos los objetivos del proximo año. El principal será Zarautz. Esta prueba no podrá volver a hacerme desdichado. Es tan bonita, tan especial, tan alegre, tan luminosa que no se merece que quede como ha quedado este año. Volveré para vencerle y en esa victoria reemprender nuestra truncada amistad. Como objetivo secundario volveré a programar la Maratón de Valencia. Iba a dejarla esta temporada de lado, pero la decisión de Juan de probarse en la distancia me ha proporcionado la ilusión necesaria para volverla a afrontar, me gustaría que el Capitán Bajoca se animara a acompañarme, pero esta vez entera, no sólo los últimos diez kilómetros. Intentaré bajar de las 3 horas 20 minutos. Por ello le anuncio a mi santa que las cenas pre-maratón quedan suspendidas este año... Para afrontar estos dos objetivos primarios dispondremos de aquellas competiciones que sean necesarias para afrontarlos con garantías.

Ya tenemos los objetivos, ahora hay que enumerar los medios... En primer lugar haré un pequeño o gran cambio en mi trabajo... El fin es poder acudir a nadar a un club de natación. En principio será el Costa Cálida, que este año cambia de nombre, en donde ya nada Stani y mi hijo. Al grupo de las siete creo que será imposible, así que no podremos coincidir, me tendré que acomodar al de las cuatro. Levantaré el veto a las series en la pista. Le diré a Alfonso, mi entrenador, que de nuevo puede volver a programarlas, eso sí, con mesura, sólo las justas y necesarias, ni una más y si puede ser ninguna mejor, pero con disciplina prusiana aceptaré todas aquellas que programe. Por último dejaré la peña ciclista, esto es lo que más me duele, sus salidas son muy divertidas y hay un gran ambiente, pero si quiero acudir a Zarautz con garantías deberé acumular más kilómetros en bici, más intensos y más duros...

Pues esta es mi confesión, mis objetivos y los medios para conseguirlos... Espero tener salud, fuerza, perseverancia y sobre todo y más que ninguna otra cosa, la compresión, el apoyo y el cariño de mi familia... de mi santa que sufrirá otro año de tormentas, pero es que sólo voy a vivir una vez y no me quiero dejar nada sin hacer...

Ahora otra noticia, mi zagalico vuelve a la competición. Deja la distancia sprint y la olímpica y se pasa a la LD. Me prometió en Zarautz, mientras que ambos llorábamos desconsolados que volvería conmigo al próximo año, esta vez para correr e intentar hacerlo bien... Ahí está su promesa y la hago pública porque me enorgullece, me llena de alegría, me da esperanzas de que no todo está perdido, que tras una crisis llega el punto de inflexión y la curva despega de nuevo hacia arriba. Este cambio de actitud es positivo pues con el triatlón vendrán otras cosas positivas para su vida. De hecho el mismo lunes se puso a entrenar, lo primero es bajar peso y a ello se ha puesto. Estoy orgulloso de mi hijo y espero que algún día él también lo esté de mí...

Prometí que hablaría de Zarautz, esta vez como espectador, pero eso será otro día... Hoy hace un año... Fue un día muy importante en el que creí que todo cambiaría, pero no fui capaz de mantener mi promesa, ahora sí, ahora la mantendré y volveré a ser Imvencible.

miércoles, 18 de junio de 2008

Travesía Getaria - Zarautz, en Junio, ¡Sí!, ¿qué passsa?.

Es tarde. Como siempre en las previas de una prueba los nervios me pueden... Esta vez es aún más importante. El Cantábrico, la distancia, el mal tiempo, las expectativas, el miedo al fracaso todo se conjura en mi contra. Son las once de la noche. Termino de hacer la maleta. La que en un principio iba a llevar se vuelve pequeña y es cambiada por otra más grande. La segunda mengua considerablemente mientras es llenada por todo lo que "creo imprescindible". Me acerco al vestidor y busco la bolsa grande de deporte. También se llena. Me acuesto. Escucho la radio y me amodorro en ese sopor que no es descanso, sólo ganas de no pensar...

¡¡¡¡Plafffff, requeteplafff!!!. Un ensordecedor ruido rompe el ligero sueño. Un gritico reprimido y una exclamación mal sonante me despiertan definitivamente. Enciendo la luz con presteza, tiro, en el rápido pero torpe movimiento, el transistor, las gafas y la foto de Julio Iglesias Jr. que preside mi mesilla de noche. Oteo el lugar de donde adivino ha salido el alarido. Junto a la maleta, entre la bolsa de deporte y los cascos de la bici yace mi santa que ha entrado en la estancia y se ha enredado con los trastos que "habilmente" había apilado un servidor junto a la puerta y "espatarrá", con toda la dignidad perdida, me mira roja de ira... ¡Garban, ahora mismo te deshaces de todo esto!. ¡Qué trompazo me he dado en la mano mala!. ¿Es qué te vas para no volver?. Estaba cómica. Intento contener la risa pero no puedo. Ella me mira aún con gesto más airado. Intento contenerme y consigo balbucear sin que la carcajada asome más allá de mi mente: "Lo que tu digas santica mía, mañana me deshago de la mitad del equipaje".

Eran las seis de la mañana, como cantaba Juan Luis Guerra, desesperado de estar pero no dormir me levanto. Mi santa me recuerda que con todo ese equipaje no me iba a ir a Zarautz, ni por las buenas, ni por las malas... Le contesto que sí, que lo que ella diga... Me ducho y me acicalo. Mal asunto, nunca pongo tanto empeño en mejorar mi imagen exterior. Ella que se queda en tierra murmulla... ¿A dónde vas que te pones tan guapo?, ¿a ver a tus amigas del triatlón...?. Intento que no se me note mucho la ilusión por conocer a esa gente... Más que nada porque no se tema lo peor mi santa y me arree un sartenazo que me deje descompuesto todo el fin de semana. Saco de la maleta y la bolsa todos los "porsiacaso" que me había echado. Fuera la ropa de lluvia de bici, fuera la ropa de abrigo, fuera... ¿Pá qué voy a llevarme la ropa de correr y la de montar en bici si lo más probable es que no llegue tan lejos?... He logrado dejar en casa la bolsa de deporte. Sólo transportaré la maleta grande...

Salimos... tarde... Como no puede ser de otra forma. Es consustancial con el carácter de esta tierra... A la altura de Teruel, que debe de existir, pero que no tienen radios, se pierde la música del transistor... Tiramos del album de CD's que llevamos en la puerta del coche. Ponemos uno, rallado. Sacamos el segundo, tampoco se oye... Al sexto nos damos cuenta que los hemos tenido tantos meses en el bolso de la puerta, bajo el sol, que todos se han hechado a perder. Garban jr. saca uno que habilmente llevaba guardado en no sé donde... Música Revival desde Teruel hasta Zaragoza... Esto comenzaba con malos augurios... Paramos en Pamplona a comer... Podíamos haber continuado, el hambre es mejor compañera que el sabor que nos dejó la pócima que nos sirvieron en ese Polígono Industrial... Seguro que es el cocinero de la aldea de Asterix el que se encarga de dirigir el condumio de ese establecimiento.

Comenzamos a subir Leizarán... ¡Me cago en la leche!. La temperatura baja diez grados, comienza a llover a base de bien y las nubes nos rodean por todos sitios menos por uno que se llama istmo. Si ya estaba acojonado esto termina por descomponerme del todo. Le digo a Garbi jr.: "Con este tiempo no me tiro al agua ni borracho, así que si acaso lo estuviera recuérdame estas palabras". Mi zagalico me mira como siempre... Esa mirada entre: "¡Qué capullo que es este tío! y ¡Pobretico, está mayor!. Pasamos cerca de Donosti. La temperatura sube algo, deja de llover, pero las nubes no dejan de acompañarnos muy de cerca, casi a la altura de nuestras cabezas.

Pagamos en el peaje y Stani me llama al móvil: ¡Garban, mete en el navegador la dirección del hotel! y pasa a darme un nombre raro, raro, raro... El navegaor es de pobres y sólo entiende en castellano y la dirección está en euskera. Nos perdemos por segunda vez en el viaje. En la primera el navegador, a la llegada de Valencia, me dijo una cosa y yo entendí otra, lo que nos llevó a pasar por todo el centro de Valencia, como unos señores... Acabamos en una urbanización de Zarautz muy coqueta. Stani baja del coche y pregunta... Tras las consultas me comenta voz en grito: "¿Has visto?, ¡por dónde yo decía!". La señora que tan amablemente había indicado el camino a Stani se le queda mirando con cara de preguntar: ¿De dónde han salido estos frikys?. Llegamos al hotel, era igual que en las fotos... Nos consuela, pues en alguna que otra ocasión la foto de la publicidad y la realidad de los hoteles sólo se parecen en el letrero que reza sobre la puerta.

Dos personas están a la entrada del parking... Uno alto, rubio, con pelo alborotado que intenta disimular, en principio con éxito, que el cartón está empezando a aparecer... Sin duda, ese es el chico. Junto a él, alguien más menudo, con pelo a mechas, grácil figura, casi da aspecto de frágil, pero no... Sin duda ella es la chica. Stani, que tiene una envidiable memoria fotográfica se baja del coche y los reconoce... ¿o a lo mejor es que les había llamado por teléfono y les habían dicho que estaban ahí?... ¡Pues sí, resultó que ellos eran Gorka y Amaia!, nuestros amigos y anfitriones en Zarautz. Me acicalo, me atuso el pelo (bueno me doy limpiamuebles en la calva) y termino de darme brillo en los labios... ¡Todo lo que sea necesario por causar buena impresión!. Las presentaciones, los besicos, las primeras impresiones... ¡Todo perfecto!, sabíamos que eran buena gente, pero esos minutos de presentación nos lo terminaron por confirmar. Quedamos para dentro de un rato. La idea era correr un poquico y estirar las piernas. El hotel bien, todo bien...

A las seis, como clavos, bajamos a la puerta Stani y yo. Hacía frío. Ibamos con nuestras mejores galas de trotadores, pantalón corto, camiseta de manga corta de un color que nos haga más estilizados... ¡Es que "semos" muy coquetos!. Helados pero guapos aguardamos la llegada de nuestros nuevos amigos. Al fondo aparecen nuestros anfitriones. Acordamos ir hacia Getaria. Estaba deseando ver el mar y me pareció estupenda la idea.

Llegamos al paseo y Amaia impone el ritmo. Por detrás Stani y yo intentamos no quedar descolgados mientras que Gorka la sigue con entusiasmo. Nos preguntan: ¿Este ritmo es bueno...?. "Nusotros, de encomedio de la güerta que semos, no podemos rajarnos tan pronto"... "¡Sí, sí, este ritmo es el nuestro, así rodamos todos los días... cuando queremos ir flojicos como hoy!". ¡Me cago en la leche, con la zagalica!, pensaba, "¡Me va a reventar!, murmuraba. Aunque iba muerto mi único objetivo era llegar lo más cerca de la salida posible y poder ver todo lo que había que nadar... Y por supuesto no descolgarme haciendo el ridi... El mar estaba bien, oscuro, pero bien... Cuando divisamos la salida a lo lejos encontramos la excusa perfecta para pedir que diéramos la vuelta y que acabara aquel suplicio infernal al que nos sometía el ritmo de Amaia. Al regreso nos citamos de nuevo para cenar. Nuestros amigos había reservado en una pizzería del lugar. Desde luego hay que agradecerles la paliza que les dimos todo el fin de semana, estuvieron siempre a nuestro lado, nos lo pusieron todo fácil, divertido, amable... Un lujo de compañía.

Durante el "trote" de la tarde conocimos a Eva. Una chica rubia,muy amable, simpática y divertida que paseaba junto a una amiga por el paseo. Por la noche, como en el chotis, conocimos a la morena, Lourdes. Conversamos de lo divino y de lo humano. El escribir es tan frío como lo puede ser el escritor, pero si encima no se es profesional puede dar motivo a que nos hagamos unos de los otros ideas equivocadas... En cuanto a mi parte estaba algo equivocado, sabía que íbamos a encontrarnos con excelentes personas, pero no, son aún mejores de lo que creí adivinar por los blogs. Fotos, risas, chanzas y alguna impertinencia por mi parte, es que soy un "pesao", lo reconozco, hicieron que nos conociéramos un poco más. Les advertí que mi temores sobre el tema de la natación no eran una pose en la que buscara protagonismo o quisiera crear expectativas, era cierto como la vida misma. No es que sea un mal nadador, es que soy un excelente candidato a ahogarme... Entre risas y buenos ratos se nos hizo tarde, Nos recogimos hasta la mañana siguiente.

No dormí nada y eso que el hotel está muy bien. Los nervios, las dudas, me hicieron escuchar todas las emisoras que podía entender y las que no. Escuché los partes meteorológicos y todos eran halagüeños, el sábado sería un día, de buena mar, sol expléndido y excelente para practicar deporte.

A las siete definitivamente me levanto de la cama. Preparo las cosas para la bici, la carrera a pie, me ducho, me olvido de poner el papelico en la puerta, ¡Lo siento, tengo una cabeza...!. A las ocho y media a desayunar. Allí hay varios grupos de triatletas, fundamentalmente del Aguaverde, unos canarios, otro de Elche con el que coincidimos en Roth. En otras ocasiones hubiera hablado con todos, pero no quiero significarme mucho, prefiero pasar inadvertido a que luego en la cena comenten, ese viejecico no pasó el corte, no sabrán de mí, así no me sentiré observado... Nos vamos a por los dorsales. Nos confirman que la subida era aún más dura de lo publicado por culpa de no se qué... También que nos enviarán la camiseta y la mochila a casa. ¡Mejor, si me hubieran dado la camiseta en meta me habría quedado sin ella... !. Nos vamos a la reunión técnica. Stani está tranquilo, yo cada vez con más nervios. Pocos participantes para lo mucho que tenían que contar los organizadores. A la primera de cambio pregunto lo que más me interesa: "¿El tiempo de corte donde se pica?". Bien, ya se a donde tengo que llegar como un cohete. Todo lo demás, para mí, es secundario, hay que ir por etapas...

Regresamos al hotel, el tiempo vuela... Parece que se nos echa encima la hora y que no va a dar tiempo a nada... Lo preparo todo, creo que no falta nada. Bajo a probar el cambio de la bici. Ahí comenzó el principio del fin. Siento que la piernas no me responden, que no tengo fuerzas ni para ir a la rotonda y volver, sólo para probar el cambio... Tengo angustia, ganas de vomitar y aún no ha empezado esto. El mar estaba precioso, pero no podía engañarme, era una pequeña trampa para mí.

Comemos, el buitre del Stani se zampa dos platos de spaguetis. A mí me entra uno pequeño justo, justo. Bebo agua y estoy deseando irme a boxes. De camino nos cruzamos con Pedro y Mabel, le dejan la cámara de fotos a Pacorro, casi no hablo con ellos, no tengo ganas de hablar con nadie... Mi crío ha llamado a media familia y a la otra media Murcia que me conoce. De camino a boxes no dejo de recibir llamadas. Mi santa me dice que le ha dicho Pacorro que estoy nerviosísimo, que no he comido casi y que estoy blanco... Recibo la amenaza de que si no me tranquilizo vendrá y me dará un par de capones. Me llama mi hermana, me llama mi entrenador, me llama El Capitán, me llama Special Force... Desesperado decido darle el móvil a mi hijo y decirle que cuando salga del agua (si sigo vivo) le daré una paliza por llamar a tanta gente... Intento tranquilizarme... Cambio, lo que a la postre será un gran acierto, el objetivo final. Mi meta es llegar a tierra, a la hora que sea, pero llegar. Eso me da un plus de tranquilidad, no tengo que pensar en el reloj, sólo tengo que nadar y llegar... Nos pintan, intento entrar en boxes y la juez no quería dejarme porque decía que el casco estaba dañado, era mentira, se lo hago ver, tras unos segundos tensos de cambios de opinión entre ambos, me toma el dorsal y me dice que la próxima vez que compita en Euskadi debo traer otro casco. El caso es que ahora me parece que lo que estaba mal era el color del mismo... Llevaba uno verde que pude haber utilizado, lo estuve barajando hasta el final y no se porqué elegí ese. Mi intención no era tensar el ambiente, era llevar mi casco que iba a juego con los colores del mono.

Una vez dentro preparo las cosas y me dispongo a saludar a conocidos. Stani y yo charlamos, ya estaba más tranquilo. En ese momento comienzo a darme cuenta del gran ambiente que tiene la prueba, de su grandiosidad, del público, de lo majestuoso que se ve el mar desde lo alto de la plaza y ahí es donde me cautiva este espectáculo que es el Triatlón de Zarautz.

Merodeamos por los boxes pues sabemos que los triatletas que vendrán tarde no tendrán piedad con nuestro material, así que no nos vamos hasta que las bicicletas de al lado y de atrás no están definitivamente instaladas. Mi crio, que había venido conmigo para llevar parte del material y hacer de mecánico en el último momento se va a comer y quedamos sobre las dos y media en Getaria, donde recogería mis chanclas y donde me daría un último abrazo de impulso.

Nos montamos en el primer viaje. Nos llevan a Getaria y en el ambiente se masca la tensión. En la parte de atrás debemos estar los mas golfos, pues allí la atmósfera está algo más distendida. Comento que me iba a camuflar como foca monje y a quedarme en un peñasco, así cuando pase la cabeza me tiraré al agua y me ahorraré un buen montón de metros... Me saluda un triatleta que no conozco. Me dice que me conoció en la salida del clasificatorio de Aguilas y que se pegó una jartá de reir... En las salidas siempre suelo estar bromeando y quitándole tensión al asunto. Hoy no estoy para muchas risas, pues me juego la vida, que no una carrera. Comento que en mi hotel se cierra el comedor a las cuatro y que debo estar allí antes de que cierren pues se me había olvidado desayunar fuerte. Junto a mí otro triatleta en un ataque de sinceridad me comenta que está como yo, que llegará muy justo al corte. Pienso que no será para tanto... Al final fue una persona sincera, el tampoco pasó el corte y nos saludamos con una medio sonrisa en boxes, mientras recogíamos nuestros bártulos. Todos esos bártulos que habíamos trasladado 800 km. para que una estúpida norma no nos dejara usar.

Vuelve mi hijo. ¡Qué gran zagal!. Creyendo que se le hacía tarde le dijo a Mariló que le pusiera la comida en un bocata y que se lo llevara a la salida. Sin comer llego a Getaria. Estuvo conmigo todo el rato. Me decía: "Papa, tú puedes!". "¡Se positivo, puedes hacerlo!". Es otra cosa más de las muchas que tengo que agradecerle. Stani, sentado a la sombra me miraba e intentaba darme conversación. Yo sólo miraba al mar. El mar que tranquilo me decía: "¡No temas, hoy no descargaré mi furia sobre tí!". A veces no es necesario que sea neutro, tiene que ayudarme y ese inerte mar no me ayudó... Tres menos veinte, como si hubieran dado un toque de silvato audible sólo para los oídos de los triatletas todo el mundo se pone en marcha. Vaselina, neopreno y a la playa. Quinientos tíos en el mar. Entro a calentar unos segundos. Me sorprendo, está tibia, no está helada como la preveía... Nado poco, ajusto las gafas, todo bien. No da tiempo a nada. Los minutos desde que bajamos al autobús hasta que nos pusimos el neopreno pasaron despacio, tediosos, rancios... Una vez que todo estaba en marcha, el ritmo endiablado de la vida se apoderó de nosotros. Suena la bocina. Nos reunimos al borde de la playa. Últimas instrucciones. Regalo un gorro que llevaba por si el agua estaba muy fría ponerme dos a una chica que estaba viendo la salida. Se empañan las gafas y el pánico se apodera de mí. ¡Al agua!. Intento llegar a la línea de salida. Al bajar las gafas ya no ajustan bien. Tengo que llegar, volver a ajustar las gafas y no agobiarme demasiado en la salida... Dan el bocinazo. ¡Dios mío, qué no me ahogue, al menos esta tarde!.

Solucioné a tiempo el tema de las gafas. Nado. Al principio intento no meterme en el follón. Luego juego a que no me descuelguen demasiado pronto. Estoy fuera, no hay nada de oleaje. Se nada cómodo y el agua está a buena temperatura... ¡Por cojones tengo que nadar bien!.

Desde dentro del agua las cosas se ven de otra manera. Lo que la tarde anterior me había parecido asequible desde lo alto del acantilado, se ve inmensamente lejano. Llego a las primeras rocas, aún veo al último grupo de nadadores. Hay varias piragüas evitando que me corte el cuello con alguna afilada arista. Me dicen algo, pero como están a la derecha no los escucho, por ese oido casi no tengo nada de audición. Me desoriento y me cuesta algo encontrar la salida a algo que desde arriba parecía simple pero que desde dentro parecía el Laberinto del Minotauro. Cuando consigo salir de allí dejo de ver al grupo y soy consciente que voy solo. Tengo que empezar a trabajar contrareloj. Seguro que ellos se irán alejando pero intento que sea poco a poco. Cruzo la bahía grande, creo que me meto algo a tierra... Saco la cabeza, distingo sobre el paseo la camiseta roja de Murcia que llevaba mi hijo puesta. Me alegra verlo pero a la vez entiendo que debe ser un signo evidente de que no voy nada bien. Me grita, lo distingo por el movimiento de sus brazos, pero no logro saber que me dice. Llega una piragüa. Me alegro, al menos no moriré solo, porque subirme a la barca seguro que no me subo. Se empeña en hablarme, pero sigo sin entenderlo. Me gustaría decirle que se quitara de allí que se pusiera delante y que me marcara el rumbo. Se va un poco en línea recta, yo llego, se va otro poco... y así hasta que llegáramos a algún sitio donde pudiera orientarme... No se lo digo, mi código ético me lo impide, pero me gustaría que el lo adivinase... Cruzar la bahía grande se me hace eterno... Comienzo a dudar sobre si seré capaz de llegar en tiempo. Soy positivo. Si el grupo grande llega en 45 minutos, en 15 más puedo llegar yo. Llego a la segunda boya. Ya se que voy fatal. Por la mañana había visto que estaba lejos de la orilla y yo la tenía a la derecha, intento orientarme e irme para dejarla muy, muy a la izquierda. Cuando la alcanzo casi me doy con ella. ¡Me desespero!. Giro a la derecha y creía que debía ver Zarautz. ¡Joder, queda una pequeña bahía más. Ahora si que casi me rindo... Exclamo: "¡Me cago en mi puta madre!". Es la primera y única vez que me paré. El piragüista ya sabía quien era, mi hijo no hacía más que gritarle desde lo alto del paseo. Me expeta: "¡Murciano, no te rindas, ya no queda casi nada!". Sigo nadando y no se si por la marea o por el desgaste físico, creo que sería más por lo primero, el avanzar es lento. Estoy deseando ver Zarautz para dar lo último de mi. En una espera eterna llego a las rocas que me servían de referencia e intento irme más hacia el centro, como me habían aconsejado para aprovechar la corriente. No avanzo nada, pierdo los nervios y me lanzo directamente hacia la orilla a pesar de que sabía que era peor, pero a mí me parecía que estaba más cerca. Me pasa otra piragüa y al momento un nadador. El pensamiento no puede ser más negativo. ¡Si no era el último ya lo soy....!. Intento cogerle pies, pero se va hacia las rocas y se que allí no debo ir... Sigo nadando pero cada vez me parece que la orilla se aleja de más de mí. Creo que ya hago pie, pero sé que hasta que no toque con las manos en la arena no debo dejar de nadar. ¡Ya, lo he hecho, lo conseguí!. Me pongo en pie y un montón de gente está allí, aplaudiendo. ¡Qué subidón!. No había puesto el crono y no veía ninguno. Me atuso, coqueto que es uno y una ola, floja, pero como estaba tan débil ya, me tira por los suelos a mí y a mi dignidad. Me levanto y salgo. Lo he dado todo, estoy vacío, sólo quiero quitarme el neopreno y coger la bici y disfrutar por una puta vez desde que dieron la salida. Veo a mi crío y le pregunto si estoy en tiempo. Antes de oir su respuesta la sé. El mismo chico que había dirigido la reunión tecnica estaba ante mí, junto a los escalones y me dice: "¡Estás descalificado, vas fuera de tiempo!". Me derrumbo. ¡Tanto esfuero, tanta ilusión, tanto sacrificio!. ¿Para qué?. Por primera vez en mi vida me siento una mierda... Me dan arcadas y vomito el agua que había tragado, más por impotencia que por falta de fuerzas. No puedo dejar de llorar... Desahogo toda la tensión y los miedos... El chico se dirige de nuevo a mí, me pregunta si estoy bien. Es tan amable, tan educado que no tengo más que darle las gracias por que me descalificara, despertó en mí mi ternura de padre. Me enseña el reloj, una hora y siete minutos, me dice que no era el único, que este año se había quedado mucha gente fuera. Le contesto "qué a mí eso no me contenta, que lo que yo quería es correr yo". Le doy de nuevo las gracias y me voy a mi box, no puedo dejar de llorar, de rabia, de impotencia, de frustración, de desilusión. Mi crío se acerca, nos abrazamos y los dos lloramos juntos... ¡Gracias Paco!. Se acercan algunos amigos de los ZarautzMasters. Gorka, Amaia, Eva, Lourdes, Javier... Algunos más... De momento no puedo hablar con ellos, las lágrimas me desbordan cada vez que quiero hablar, dar las gracias...
Me calmo y recojo los muchos trastos que inutilmente había trasladado hasta allí. En el fondo sabía que no lo iba a conseguir, aunque siempre uno espera el milagro.

Se rompe el hechizo. Despierto a la realidad... Pacorro, cuanto te tengo que agradecer, me hace un gran favor. Se acerca al bar y me acerca una botella de cerveza, seguro que seré el único triatleta que se tomó en el Triatlón de Zarautz una cerveza en boxes.

El Triatlón de Zarautz es único, engancha, embruja, te capta. Así que eso no terminó así. El triatlón siguió y yo en él, desde ese momento como espectador, pero eso, eso ya te lo contaré mañana, querido diario...

jueves, 12 de junio de 2008

Examen de Conciencia...

Cuando yo era "curica" estudiábamos muchas cosas. Una de ellas era, mi cerebro me está quitando de recordar algunas etapas de la vida y ésta por lo visto es una de ellas, la confesión. El caso es que antes de hacerla había que hacer "examen de conciencia", después venía el arrepentimiento que ellos resumían en un cruel, "dolor de los pecados". Bueno, a lo que vamos... Zarautz es el último objetivo de esta temporada, después espero que vengan muchas carreras a pie y varios triatlones, como los de Cartagena, Blanca, Agramón, pero éstos tendrán un cariz claramente lúdico... Sin olvidarnos del Cto. de España para el que estoy clasificado y que casi al 99 por ciento puedo asegurar que no acudiré, ¡Me da risa!. Además, a vuelapluma, creo que se ha clasificado todo el mundo que se ha presentado menos en Madrid y Cullera... ¿Tanto darle vueltas a la peonza para estar como al principio?. Va todo el que quiere, pero este es otro tema...

El primer objetivo fue la Maratón de Valencia que pasó con sobresaliente todo el tema de "fastos", "comidas" y divertimento. La carrera en sí comenzó con mal pie, recuerdo que nos perdimos camino de la salida llegando casi a la vez que la daban y terminó mejor de lo que prometía el principio pues llegué en el cajón de las 3 horas 30 que es un tiempo que para los corredores de a pie está siempre dentro de los objetivos, tiene su pedigree... Lo conseguí más por veteranía, "más sabe el diablo por viejo que por diablo", que por trabajo. Llegué excesivamente "feriado" y demasiado gordo... Le perdí un poco la ilusión y el respeto a esta distancia.

El segundo objetivo era el Triatlón de Elche, todos sabéis el resultado, no participé. Lo considero más un triunfo de la inteligencia y la reflexión que un fracaso en lo deportivo, a pesar de no participar, no estaba preparado más a nivel mental que físicamente para nadar 4000 mts. A la postre, desde el punto de vista físico, fue un acierto, ya que este paréntesis en la preparación me hubiera impedido estar ahora con el estado de forma que tengo. Esa renuncia me hizo reflexionar y volver a ponerme las pilas. He perdido peso, más unos pocos gramos que a nivel mental me ayudan a sentirme mejor, que unos muchos kilos que me pondrían a un nivel realmente competitivo. De todas formas la natación es un handicap muy duro para mí. Ayer charlando con un amigo le comentaba que es duro nadar bien y rápido para una persona de 48 años que aprendió a nadar con casi 47 y esto no ser un llorón, es la vidica misma.

Ahora queda Zarautz. Voy con mucha ilusión y sólo espero que el mar esté tranquilo para que esté tranquila mi mente. Una vez que consiga eso y como no soy Neptuno no está en mi mano, me romperé los triceps en remar todo lo rápido, fuerte y largo que pueda. La bicicleta habrá que pasarla y tener suerte de no romper nada, para poder llegar a correr. Se que si consigo llegar al tercer segmento haré una gran carrera.

Pues ahí va mi "examen de conciencia". Desde el día 1 de Octubre que di comienzo a la temporada. Estos son mis Entrenos=Pecados.

Resumen Total.
Kilómetros ---------Horas ---------------Sesiones --------------Calorías
5.335,60 -------------403:26:45 ----------342 ----------------------272.198

Por Segmentos
Correr
Kilómetros---------------- Horas ---------------Sesiones--------------------- Calorías
1.264,16 --------------------110:05:42---------- 95 --------------------------------86.935

Bicicleta
Kilómetros----------------- Horas--------------- Sesiones----------------------- Calorías
3.631,18 --------------------138:58:52 --------------77------------------------------- 110.636

Natación
Kilómetros ---------------Horas------------------- Sesiones ---------------------Calorías
292,60 ----------------------125:03:32----------------- 143 ----------------------------71.882


A esto hay que añadir, que si están en el total, las competiciones.

Pues yo creo que tengo los deberes hechos, espero que ahora recoja la recompensa, aunque esto es deporte y el fracaso, la mala suerte, las circunstancias también juegan. No pasará nada si no lo consigo, me levantaré y daré las gracias por haber tenido la oportunidad de intentarlo... Y al año que viene volveré con nuevas ilusiones y objetivos.

martes, 10 de junio de 2008

¡Esto es el apocalipsis...!

Pues parece que esto se hunde... El caos y la barbarie se adueñan del mundo... Las catástrofes naturales además no ayudan a dar tranquilidad al personal... Inundaciones por todos lados, vientos... ¡Esto se acaba!...

La huelga del transporte nos hace dudar sobre si podremos llegar a Zarautz... Las trombas de agua me hacen dudar sobre si tendré el valor suficiente como para tirarme al agua... (Gracias Javier por darme una información tran precisa y tan tranquilizante sobre como estará el mar). El problema fundamental no es ya si saldré en tiempo del agua, algo que dudo profundamente pero que no será motivo suficiente como para que no deje el alma en cada brazada buscando la orilla. El problema real es que ya está ahí la prueba y tengo ataques de ansiedad, ya me entra pánico cuando oigo que por allí arriba llueve a espuertas, como si no costara. Por aquí también llueve. Esto se parece a lo que nos ocurrió ahora hace unos días menos de un año. Llegamos a Alemania y parecía el más puro invierno. El aire soplaba como si quisiera castigarnos por nuestra osadía, por querer ser uno de ellos, sin tener la mitad del pedigree que atesoraban los otros pretendientes... Pero el día de la prueba amaneció un San Juan perfecto. Solecico, ausencia de viento, un día de nuestra huerta en aquella fría y lejana Alemania. ¿Nos sorprenderá Zarautz con un día como aquel?, tan lleno de luminosidad y alegría. Las circunstancias son otras... La playa de Zarautz no es el rio de aguas cálidas y mansas que me dejaba nadar por su orilla a pesar de ser penalizado con tener que recorrer un montón más de metros que los otros, por aquella Alemania...

Los noticiarios nos describen un presente lleno de malas noticias que no puedo impedir que influyan en mí y me llenen de desánimo... ¿Será el miedo de las horas previas?. Cierto es que si no fuera por ese terrible sentimiento de culpa, ese miedo a decepcionar a los demás me metería en la cama y no volvería a levantarme hasta el lunes.

Estoy bien físicamente, he perdido cinco kilos, estoy corriendo y montando en bici muy bien y sorprendentemente nado mucho más rápido que el año pasado, pero... ¿Será suficiente para vencer el miedo?. ¿Será suficiente para llegar en menos de 60 minutos a la orilla?. Es que lo juro, cuando me tiro al agua no lucho por llegar primero a la transición, sino que mi lucha es una interior contra mis miedos y otra por salvar mi vida, nado para poder sobrevivir...

Bueno, dejemos ya de miedos y malos rollos...

Ayer fue el Día de la Región. Así que el fin de semana fue algo mas largo de lo normal y por lo tanto los “don pedritos” duraron un día más con lo que algo de peso se ha cogido. Lo soltaremos en estos días. Los entrenos van bien, con normalidad, los hago todos y además con buenos resultados, aunque el entrenamiento es un medio no un fin. Es un error dar más importancia de la que tiene a los entrenamientos. Entrenar bien es un síntoma que no garantiza el éxito en el objetivo, aunque te puede dar una pista de como podría ir la cosa.

El sábado subimos, de nuevo, a la Cresta del Gallo. Esta vez lo hicimos por la parte por donde yo lo hice el domingo pasado para no repetirnos. Dos minutos diez me sacó Stani, uno cinco Juan y a siete y poco llegó Xarly que es un cabezón y se empeñó en comenzar la subida con los cracks, sin duda me estoy refiriendo a Stani y Juan, en vez de quedarse conmigo y hacerlo de menos a más. Después de nuevo nos fuimos por los castillos de Monteagudo a correr a pie durante una hora y cuarto y luego en casa de Juan, baño y cervecicas, como debe de ser... Corrimos bien a pie, Stani está llorón, pero sin duda ha alcanzado un gran estado de forma... El problema lo tengo yo, que tengo que nadar... Decir debo aquí, que en la bajada de la Cresta, todo el mundo sabe que soy un miedoso, Xarly y los dos mosqueteros me sacaron cinco minutos en el descenso. Ahora a pie, de momento, el baranda soy yo...

El domingo con la peña nos hicimos otra etapa rompepiertas en la que estuve tirando muchos kilómetros del personal, con lo que volví a confirmar que debo estar bien...

El lunes me fui a nadar y estuve haciendo series de quinientos, cuatrocientos, doscientos y cien... al final salieron con los descansos y demás una hora seis minutos para 2.600 mts. ¡Ya veremos!.

No dejan de llegarme noticias, e-mail, mensajes del personal en las que me llaman “llorón”. No soy tal cosa, es cierto, aunque exteriormente no lo demuestre, que el triatlón me fascina pero os juro que si hubiera sido consciente del suplicio que es para mí la natación, jamás me hubiera embarcado en estas aventuras.

A los amigos de Zarautz agradecerles de antemano los desvelos que se están tomando con nosotros. Por supuesto que estaremos encantados de estar todo el tiempo que ellos puedan y les apetezca haciendo “turismo” por aquellos lares, pero por favor, entendemos que ellos tienen su vida y no tienen que hipotecar el fin de semana en nosotros, si a pesar de todo aún, después de vernos en persona, persisten en el error de seguir siendo nuestros amigüitos, pues nos iremos de “chatos” como se dice por aquí tan contentos. Advertirles que no somos unos “deportistas al uso”, por si aún le quedaba a alguien alguna duda, lo nuestro no es una pose, es la vidica misma. Nosotros hacemos deporte para tener una excusa y poder ir a los bares... Cuando hablamos de turismo, visitar monumentos, iglesias y demás no es otra cosa que las palabras clave que identifican bares, restaurantes, merenderos y demás tabernáculos al estilo de éstos. En serio, como personas no se si os decepcionaremos, esperemos que no, pero como deportistas.... ¡Cómo deportistas dejamos mucho que desear!... ¡Es que los de la güerta semos asín!.

Nos vemos... Me voy a rezar... Si me acuerdo ahora de alguna oración...

jueves, 5 de junio de 2008

Una semana colmada de gozo...

Pues sí, ¿qué pasa?, el título es una mariconería y de un cursi que hiede. En mi descargo decir que quería escribir de algunas cosas y no sabía que título ponerle al post. Son, lo que quiero decir, cosas heterogéneas. El único nexo que las une es mi personaje, Garbanzito pan y vino.


Esta semana, obligado por las circunstancias ya que el ordenata de Stani no termina de funcionar como debería, he salido a correr con él y Juan. De paso le he dado una revisión a la maquinica del diablo. El windows es una “m” y no lo digo así por “respeto al respetable” sino porque no vaya a ser que busquen lo que se dice de ese O.S y me demanden los de Microsoft por decir que es una mierda. El caso es que después de quitarle y ponerle n+1 veces los drivers de la tarjeta de sonido sigue contestándome con ojos de vaca: “Su hardware no funciona correctamente Código 10” y me envía a WindowsUpdate, para darme unos “sabios consejos” que no te llevan a ningún sitio. El caso es que se hizo tarde y al final se quedó la cosa como estaba, es decir, sin funcionar. Lo próximo que haré será algo más drástico. Bajaré los drivers de la placa base y se los instalaré de nuevo y si no funcionan le pagaré de mi bolsillo el que lo lleve al servicio técnico y nos quedamos tan panchos. Porque..., ¿quien coño pone los altavoces para oír algo en el Pc?. Bastante información nos vuelve locos desde el monitor para que encima el bicho de órdenes a viva voz, como en la mili... ¡Ahhhh, la mili!... Los jovencicos nos os habéis hecho hombres a la voz de un ¡Arrrrrr!.

Con el rollo de poner los altavoces en marcha, Stani, Juan y yo nos fuimos a hacer un Farlek de 75 minutos con cambios cada 6'/3'. Lo bonico del tema y es a lo que iba, es que los hicimos por una ruta que hace ya un año o más yo había abandonado y que me gustó volver a recorrer. El nene de Monteagudo me llevó por las veredas de la güerta de su pedanía para disfrutar del entorno de los tres castillos que la

El Castellar

defendían en tiempos de los “Moros”. Monteagudo, El Castellar y Larache, las tres fortalezas que vigilaban la entrada a Murcia desde el Reino de Valencia. La hora y media que estuvimos corriendo por ese entorno lleno de hermosura y murcianía, me llenaron, oxigenando y renovando las ganas de seguir entrenando. Cierto es que ya los carriles están asfaltados y se ha perdido una parte del sabor a huerta que tenían, pero su angostura y serpenteo, entre tablas de huerta y arbolado, aún nos deja intuir la Murcia que ya irremisiblemente se nos fue y no volverá. El paso por el Parque de los Polvorines también me recordó a ese monte que ya no existe y que ha sido sustituido por las urbanizaciones que venden naturaleza y campo pero que lo masacran sustituyéndolo por urbanas zonas verdes, es decir, tres matujas y unos columpios.


El Stani, que está muy fuerte, impuso desde el principio un ritmo infernal a los seis minutos “a tope” del farlek. Le seguí, no sin esfuerzo, pero no perdiendo más de un par o cinco metros en cada repetición. Juan fue el damnificado por el ímpetu de su “compadre” y estuvo sufriendo desde el minuto uno hasta el 75, pero se portó como un campeón. Ahora comentaré la verdad de lo que sucedió con la chica que iba con alegre trote por el Carril de La Almazara: Juan venía a lo lejos y de otro carril sale una jovencita con ceñidas mallas negras de correr y una camiseta del mismo color,

Larache

comprada sin duda en el Decatlon, a juego. Otro día loaremos las impagables consecuencias que la apertura de esta tienda en Murcia ha hecho en favor de las marujas y demás gremio de los globeros, en cuanto a su integración en el mundo de running. El caso es que la chica, con sus auriculares y su disfraz de corredora, iba unos metros delante de Juan y yo le pregunto a ésta: “Disculpa, ¿has adelantado por casualidad al chico alto de la camiseta blanca y naranja que va tras de tí?”. Sabía que la respuesta era no, pero quería que Juan viera que le preguntábamos. La chica no mintió, nos confirmó lo que ya sabíamos. Al instante llega Juan y le digo: ¡Mira tu compadre, (refiriéndome a Stani)!. Se fía tan poco de tí que le ha preguntado a la chica si te ha adelantado?. Dice que si te lo pregunta a tí y la respuesta es positiva, tu le habrías negado la mayor y afirmarías lo contrario. ¡Qué sepas que ya sabemos que la chica te ha adelantado porque nos lo ha dicho ella!, pero la culpa de que ahora nos estemos riendo es de Stani, que ha querido saberlo”. El caso es que Juan lo negaba, como San Pedro, pero más de tres veces y quería salir corriendo tras la nenica para que se retractara de lo dicho o en caso contrario, cual Cantizano, recibiera una paliza... Pues nada, Juan, que sepas que todo era una broma, el liante fui yo y la chica fue “honrada” y nos confirmó que había salido de un carril lateral...


¡A otra cosa, mariposa...!


Ayer se celebró el comienzo de los actos del 75 aniversario de la fundación del “Orfeón Murciano Fernández Caballero”. En el ayuntamiento

Monteagudo

se celebró un pequeño y bonico acto en el que se nombró Presidente de Honor de dicha agrupación al Sr. Alcalde. Esta institución ha pasado por diferentes momentos en su larga y tormentosa vida. Comienzos, desarrollo, explendor y algo de languidez son, como el devenir humano, los tiempos que les ha tocado vivir. Sin duda este 75 aniversario será sin duda, un punto de inflexión en su historia. El acierto de involucrar al Alcalde traerá mayor colaboración de las instituciones y con ello se potenciará su infraestructura. ¿Y qué tiene que ver Garbanzito con el Orfeón?. Poco y mucho, mucho y nada... Por una parte soy un gran admirador, aunque eso me pasa como con la religión católica, pertenezco pero no ejerzo de la polifonía. Las Zarzuelas y toda aquella composición musical que provenga del folklore, entendido éste desde su acepción más cercana a la costumbre y la forma de vivir del pueblo me chifla. Siempre que hemos podido, mi santa y yo, nos hemos incorporado a los movimientos sociales que se han promovido en nuestra ciudad. Pertenecimos a la creación de la Coral de Carmelitas en la que además de coche para los traslados, la confección de las becas de los miembros de ésta y otras pequeñas cosas, aportamos las voces blancas de nuestros hijos Paco y Pablo que por aquel entonces aún no estaban sordos. Aportamos unas veces nuestra presencia, otras nuestro trabajo y algunas otras, sólo nuestro apoyo moral a movimientos sociales tan enraizados en nuestro entramado ciudadano, como la creación de la Peña Taurina “Antonio Mondejar”, afamado matador de toros ahora conocido por otros turbios asuntos. Creamos, junto a otros muchos, Cofradías de Semana Santa, Pasos de la misma, Clubs de Balonmano, Federaciones de Karate, Selecciones Regionales de varios deportes, Asociaciones de Vecinos y otros variopintos y singulares movimientos ciudadanos. El caso es que con el Orfeón me une actualmente una relación tangencial pero muy especial. Mis dos sobrinas Marta y Bea cantan y muy bien, por cierto, en él. Ayer desde las “pajareras”, así se denomina en el ayuntamiento las pocas gradas que en la parte superior de Salón de Plenos puede ocupar “La Vil Canalla”, soportamos algún que otro discursico y un bello, intenso y emotivo concierto, con el que nos obsequió la polifónica para abrir los actos del 75 aniversario. El escuchar de nuevo, hacía tiempo que no lo hacía, jotas y estampas murcianas me llevaron a tiempos pasados, cada vez más lejos, pero como los recuerdos de los abuelos, cada vez más intensos. Oír versos entonados al son de una jota como: “¡Eres tan alta como los pinos de la Fuensanta!”, ya fue capullo el tío de hecharse una novia así, siendo la mayoría menudicas por estos lares, me hizo sonreir y recordar. A la salida comentaba con una antigua componente los avatares del Orfeón y recordaba que tuvieron el lugar de ensayo a comienzos de los 60 en un pequeño barracón en lo que los críos del lugar llamábamos la “Feria”, pues allí ponían los caballitos y demás ingenios mecánicos en Septiembre y el Ayuntamiento denominaba “Jardín Botánico” en un fallido intento de hacer creer que aún exitían árboles aunque en ese momento no fuera más que un erial. La señora, con sus años ya, no recordaba haber ensayado en él y tuve que decirle: “¡Es que señora, aquí donde me ve con este tipico y tó, ya tengo una edad!...


Esta era la otra cosa que quería comentar, el 75 aniversario de la fundación del Orfeón Murciano Fernández Caballero, al que una vez me unió una relación tan simple como que los escuchaba, tras la puerta abierta de su lugar de ensayo, allí en la “Feria”, mientras que descansábamos de los interminables partidos de fútbol que jugábamos la chiquillería del barrio que tenían su comienzo tras la siesta y finalizaba cuando la luz era tan poca que no se veía la pelota. Ahora me une otra relación, el gusto por la música y la presencia en él de mis dos sobrinas.

Después, tras lo del ayuntamiento como el 4 de Junio de hace 75 años y esta vez ante el monumento del gran compositor murciano del que tomaron su nombre cantaron, de nuevo y sin la presencia de la “Coral Ilicitana” que los acompañó he hicizo de madrina en su debut, el Himno a Murcia. No pudimos más que aplaudir a rabiar y pensar que ya estamos mayores, que hemos recorrido mucho camino, pero aún nos queda alegría y ganas de recorrer mucho más.






Momumento a Fernández Caballero
Plaza de Romea (Murcia)



lunes, 2 de junio de 2008

A la espera de Zarautz.

Esta semana no ha ocurrido nada digno de interés, la resaca de la competición del sábado, pero poco más. Al final el Capitán Bajoca ha dado las oportunas órdenes para que se ponga la bicicleta en perfecto orden de rodaje y no le vuelva a ocurrir ningún contratiempo como en el triatlón de San Pedro.
El viernes llamó para salir con nosotros el sábado pero al enterarse de que la salida era a las ocho y media de la mañana desistió en el empeño. ¡Con ese plan de vida pocos días saldrá en bici!. A las diez de la mañana sólo salen en bici los que van a comprar el periódico.

Seguimos nadando lo que podemos. Es la parte del entrenamiento a la que más horas, sesiones y esfuerzos le dedico. Resulta que algunos monitores de la piscina también hacen triatlón y ahora ya me han "adoptado como uno de ellos". Lo bueno que tiene es que me dan muchos consejos de como nadar más eficientemente, de poco sirven pero se les agradece. Por otra parte están contentísimos de mi afición a este deporte pues así se garantizan que siempre habrá uno detrás de ellos en la clasificación general... Aunque a alguno le gano, por supuesto gracias a la bici y la carrera a pie pues sigo saliendo de los últimos.

Zarautz está más cerca en el tiempo aunque en kilómetros está igual de lejos que hace un mes... De momento aún no han abierto ninguna vía alternativa que nos ahorre algún kilometrico de viaje. Este fin de semana hemos tenido noticias de ellos por doble parte, ambas malas noticias. Por una parte una bombica de esas que se empeñan en poner, sin comentarios... Por otra parte recibimos noticias de las inundaciones por la lluvia... Espero que de ambas tragedias nuestros amigos, sus amigos y sus familias se hayan librado...

Aquí llueve un día a "manta" y después deja de llover, más tarde chispea y a la hora sale el sol... Los manguitos y el chubasquero han tenido que volver a salir del "armario", aunque suene a confesión de programa de televisión.

La tensión se comienza a notar. Sólo en pensar que puedan haber olas y oír las noticias del temporal en el Cantábrico me ponen las paticas blandicas y se me escapan las fuerzas como a las quinceañeras cuando el novio les da el primer beso... Lo tengo decidido, ir iré, pero a la menor duda me quedo en tierra tomando vinos y tapas...

El Stani que ahora vive una etapa de incontenible euforia. Los buenos resultados y la seguridad que dan éstos, yo pasé ya hace tiempo por esa experiencia y lo comprendo y por eso lo aguanto, pues está de un pesao con entrenar duro que ya hay que tener un par de "güevecicos" para soportarlo... El caso como contaba es que le ha dao por comenzar a subir puertos como si "no costaran". A Stani lo único que le preocupa es si subirá el montecico ese que nos han puesto en el segmento de bicicleta. Yo tengo antes un examen de reválida más importante. ¿Para que quiero entrenar las subidas, si seguramente no llegaré ni a montar en la bici?. El caso es que si acaso pasara el corte y la subida estuviera dura, como ya perdí la integridad, la virilidad y la dignidad hace mucho tiempo me bajaré de la bici y como un señor subiré a patita, que si se hace con porte y orgullo también da mucha prestancia y encima da una pinceladita de tinte épico a la cosa... El caso es generar dramatismo...

Como contaba Stani se había autoimpuesto la penitencia de subir el sábado "La Cresta del Gallo". Puerto de tintes épicos, más por la literatura que arrastra que por su dureza de verdad. Aunque es duro ¡Ehhh!. Un servidor el sábado tenía que hacer noventa kilómetros y ellos cincuenta y un rodaje de una hora a pie. Nos fuimos juntos a subir "La Cresta" y regresamos con la subida y cincuenta kilometricos en las piernas, los dejé en su casa y me fui a subir "La Alcayna", dura cuesta en donde hace un par de años se disputó el Campeonato de España de fondo de carretera para profesionales. Llegué a casi el cruce de Fortuna y regreso con 92 kilómetros en las patas y dos subidas de tres pares de cojones. Para colmo el jueves que tenía que hacer otros cincuenta kilómetros en la bici me fui al Cabezo de La Plata, otra dura subida que está cerca de casa...

La subida a la Cresta del Gallo, fue como siempre, divertida pues entre la dureza de las rampas y el "pique" que hay entre la peña estuvo entretenida. Nos juntamos Xarly, Juan, Stani y yo. Subiendo la primera parte, la subida al Santuario de la Fuensanta Xarly, que es un irreverente y un cabeza loca, puso el grupo a toda pastilla. Juan y Stani, como son de Monteagudo y no quieren que les moje la oreja nadie se fueron tras él y yo que soy el más flojico y creo el más reflexivo me mantuve en un prudente segundo grupo, donde iba yo sólo, a una distancia prudencial. La primera parte es muy, pero que muy explosiva y nos lleva a un falso llano donde se descansa ligeramente para afrontar la segunda parte la de los "Teatinos", aún más dura y más explosiva. Allí definitivamente Juan y Stani se fuero hacia arriba y Xarly y yo subimos a nuestro ritmo. De pronto oigo decir a Xarly que no iba nada de nada y lo pierdo, me dió la impresión de que se había bajado de la bici. Subí a mi ritmo y llevaba a Juan a unos cien metros. No estaba mal teniendo en cuenta la diferencia que hay entre ambos, el monta mucho más que yo... En lo alto, con menos dificultad de lo esperado estaba Stani y Juan que no me sacó demasiado tiempo y nos dispusimos a bajar pues creí que Xarly se había dado por vencido. Bajando nos cruzamos con el compañero que había hecho de tripas corazón, además sabía que el cachondeo si no subía duraría hasta navidad, y se habia lanzado a la conquista de la cumbre. Descendimos, esta vez, por San José de la Montaña y a casita ellos a correr a pata y yo ha subir a La Alcayna, aunque esto último lo decidí en el último momento pues la primera intención era meterme en casa con sesenta kilómetros escasos.

Entre que el jueves me subí el Cabezo de La Plata, durico, durico, el sábado Stani me subió a la Cresta, el domingo la peña ciclista con la que salgo tenía prevista la siguiente etapa, sin yo saberlo: "Algezares - Cabezo de La Plata - El Garruchal - Cresta del Gallo - Algezares. Así que subí dos puertos duros El Cabeazo y La Cresta y El Garruchal que se sube casi entero a plato ya que lo subimos por la cara sur que es mucho más tendida. Esta vez La Cresta se subía por el lado de San José de la Montaña en vez de por Los Teatinos. Tanto en el Cabezo como en la Cresta llegué en un segundo grupo, compuesto por mí como única unidad, pero fui tercero en ambos altos, quedando por detrás bastante personal...

Decir, que aunque Xarly diga que subió mal porque "sóllllloooooo llevaba hasta el 23" hay que decirle que ajo y agua, que a un "ex-hombre de hierro" como un servidor no se le pueden tocar demasiado los cataplines porque sino pasa lo que pasa y para colmo el sábado por la tarde me fui a ver a El Pozo para que perdiera, como sigue siendo habitual cada vez que me presento en el Palacio de los Deportes y asi dejé las cosas en su sitio: Xarly 1 (Gol marcado en el tri de San Pedro) - Garban 2 (goles marcados en La Cresta y en el Palacio de los Deportes).

Pues esto es todo... Mañana más, pero no mejor, pues mejor es imposible, como dice el "Guayomi".