miércoles, 3 de junio de 2009

¿Cuántas veces voy a vivir?

A ésta si me sabía la respuesta. Tanto tiempo empleado en preparar este examen y al final me plantean las cuestiones de forma que no llego a estar seguro si las respuestas son las correctas. La materia creo sabérmela. El trabajo ha sido realizado, con altibajos, con entusiasmo, pero creo que al final puedo estar con la conciencia tranquila. Es lo que nos ocurre a los perdedores, en definitiva sólo alcanzamos a obtener nuestro reconocimiento, el propio… Nos contentamos con, al menos, tener la conciencia tranquila…

Sabía la respuesta y creí que esta era la que me iba a sacar de la duda, de si sería capaz de superar el fielato que me pusiera en la lista de los aprobados… Es una respuesta escueta, directa, sin necesidad de más explicaciones… No, no voy a vivir otra vida…

Cuando llega el momento del “repaso”, generalmente me arrepiento de lo que he hecho en momentos puntuales que han marcado mi ruta… Si volviera a vivir no tomaría esta decisión… Si pudiera regresar a aquel día, no habría tomado aquella actitud… Si tuviera otra oportunidad no viviría como he vivido en algunos aspectos…

¿Qué me hace proponerme este repaso de forma tan negativa?. ¿Porqué valoro tan negativamente mi paso por este mundo?. Me gustaría poder ser lo suficientemente valiente para afrontar esta vida, ya vivida, al menos por última vez, en el momento del repaso, de una forma más positiva. ¿Porqué arrepentirme de lo que he hecho?. Debí atacar la situación de otra forma. Debí plantearme el porqué no hice más cosas de las que acometí…¿Me arrepiento de lo que he vivido y no me arrepiento de no haber vivido otras sensaciones, otras situaciones?. He realizado un examen de conciencia, el último… Pero aún estoy vivo… Aún puedo cambiar mi vida y vivir aquello que me gustaría vivir y no lamentarme por lo que hice y ya no tiene remedio, bueno o malo… Es lo mismo, a los perdedores sólo nos queda nuestro propio reconocimiento, el tener nuestra conciencia tranquila.

No tengo valor para afrontar que esto se acaba, ahora o dentro de mil años… No lo sé, pero lo seguro es que es finito… Se acaba y me da miedo… Tanto miedo… En mi pánico suplico deseando no haber vivido. Siempre la solución más fácil… La más cobarde… Por eso los suicidas no obtienen nunca ningún respeto… Lo más sencillo, la solución que hace desaparecer mis miedos es esa…Desear no haber vivido… Si no vivo no tendré que morir…

Esos miedos, los temores por lo desconocido… Aquí comienza lo más difícil de comprender… Si ya no estoy vivo lo que hay después no es desconocido… ¿Porqué tenemos que obsesionarnos creyendo desconocer lo postrero?. El desconocimiento es un placer solamente reservado a los vivos…

Respiro y soy consciente de que aunque esté realizando un repaso a mi vida, es por eso mismo, porque aún estoy vivo… Mientras que siga en este mundo tengo tiempo de realizar todo aquello que hubiera deseado hacer o ser… En cualquier punto de mi vida, por cercano que esté al final de ella, puedo utilizarlo como inflexión de ella. No quiero seguir castigándome por las decisiones tomadas, por los errores cometidos, eso ya no es vida, está muerto. El presente es la vida y el futuro es la esperanza por seguir viviendo. Debo seguir y realizar todo aquello que no he acometido aún y que me gustaría haber conseguido… Todavía tengo tiempo para tomar la decisión de ser un aventurero, un carpintero o un actor de cine porno… sigo vivo… Otra cosa será cuanto tiempo podré disfrutar de mis deseos que durante tanto tiempo han estado sometidos por reglas nunca escritas, por disciplinas autoimpuestas… Por cárceles inexistentes sólo creadas en nuestra conciencia… Y por eso me examino en negativo. Tengo miedo de no haber superado las expectativas, aunque muchas de ellas no eran más que ilusiones creadas por mi ego…

¿Qué es lo que hubiera querido hacer y no he hecho?. He de dejar de lamentarme por lo que hice, debo ser valiente y acometer lo que en algún momento me hubiera ilusionado y no hice.

El día clarea y aún sigo aquí, dejemos el descanso… Los sueños no son más que el intentar vivir una vida que no es la tuya… Lo que sueñas no lo vives… Mientras duermes es como si estuvieras muerto… La diferencia entre el sueño y la muerte es que mientras que duermes crees vivir y cuando mueres ya no vives, pero ni una cosa ni la otra son vida. La primera es una ilusión, la segunda es… Lo que estoy seguro es que no es desconocimiento, no se puede desconocer lo que no existe, simplemente no es…

Mientras paseo de regreso a casa veo a personas correr por una ancha y larga avenida que parece no tener fin… ¿A dónde creen que les llevará esa carrera?. ¿Dónde finalizará ese camino?. ¿Qué creen que van a encontrar al final de ese esfuerzo?. ¿Reconocimiento, autoestima, vigor físico, eterna juventud…? O quizás ¿El secreto de la vida eterna?... No, eso sí que no… A esa pregunta también sé la respuesta. No voy a vivir más que una vez, así que me puedo permitir cometer errores, pero no puedo dejar nada sin hacer. Lo que no haga ahora no podré realizarlo después, en una segunda oportunidad… La respuesta a esta última pregunta es también clara, concisa, rotunda… Esto es finito, si fuéramos irracionales podríamos decir que aquí estamos de paso… Pero no, somos racionales y no podemos conocer lo que no existe, lo que ocurrirá después, pero sabemos certeramente que nunca lograremos que esto sea por siempre… Por mucho que corra, por mucho que me aleje del punto de partida, la vida nos sigue, como lo hace nuestra sombra y mientras que vivimos no sólo la sentimos sino que la gastamos… Así que gastémosla de tal manera que sea gozosa, que nos haga libres en vez de esclavos de nuestra propia existencia… Que cuando hagamos examen, ahora, ya cerca del final, no tengamos que utilizar la terapia de los perdedores, llegando a la conclusión de que en nuestra conciencia estamos tranquilos por lo vivido… Lo pasado te marca, pero no existe ya… La historia la inventaron para que aprendiéramos de ella, pero la utilizan para fustigarnos haciéndonos menos libres… Ahora que hago un veloz resumen de lo que he vivido no es el momento de pensar cuantas cosas no volveríamos hacer, cuantas cosas hicimos equivocadamente, sino…¿Cuántas cosas he dejado de hacer sin ni siquiera intentarlo…? Cuanto más corta sea esa lista, más feliz habrá sido mi vida… Lo demás ya es pasado, está muerto, no mueve molino…

Estoy examinándome y eso me hace recordar que estoy vivo, aunque poco o mucho, aún me queda tiempo… Voy a acometer esa lista de cosas que me gustaría hacer para intentar que al final, en ese último momento que tiene la especial circunstancia de que nunca sabemos que es el último, cuando haga mi lista, ésta sea muy corta. De esta forma seguro que me dará tiempo a realizar ese último examen de conciencia… En un instante… Pero, ¿cuánto dura un instante?. Por si acaso es tan corto que no me da tiempo, utilizaré el tiempo que me quede en realizar mis sueños…

No me arrepentiré de lo que hice, ni siquiera me lo volveré a plantear… Me arrepentiré eternamente de todo lo que no intenté… Así quizás no tenga miedo de vivir, para no tener que pasar el trance de morir…Cuanto miedo me da el morir… Desconozco lo que es la muerte y la temo… Pero si ya estoy muerto no hay desconocimiento, lo que no hay es vida… Así que utilizaré la que tenga para vivirla y no lamentarme porque tenga que morir… Algún día…