lunes, 31 de marzo de 2008

De Semanas Santas y Fiestas de Primavera


¡Ya estamos de vuelta!. Sí, digo bien, es plural y no es mayestático, es que antes era uno y ahora somos como cuatro o cinco de lo gordito que me he puesto. A menudo nos dicen que las vacaciones son importantes pues nos ayudan a desenchufarnos de la vorágine del día a día. Lo malo es que algunas veces para lo que realmente sirven es para darte cuenta que hay mundo más allá de tu rutina. ¿Es acaso perjudicial la rutina?. No, definitivamente no es mala cosa el tener una rutina diaria. Cuando uno se la impone es porque le gusta. Esa disciplina te llena y te compensa. Lo realmente perjudicial es caer en la rutina. No darte cuenta que sigues haciendo lo mismo que hacías antes, cuando en realidad, lo que estás haciendo ahora ya no es lo que deseas. Una vez escuché una frase que viene a decir, más o menos esto: “Si sólo haces lo que haces siempre, sólo llegarás donde siempre llegas”. Hay que trabajar más, sufrir más para llegar más lejos, pero no es menos cierto que, igual riendo un poco más, sufriendo un poco menos, no llegarás más lejos, pero quizás puedas ser un poco más feliz. Igual lo que realmente quieres o deseas no está allá en el confín del mundo, ni en el final de tus fuerzas, sino junto a ti, a tres centímetros de tu nariz o a un estirar la mano bajo tus sábanas.

Soy un crápula. Mucho tiempo de vida monacal y ascética hace que cuando uno se libera, que no es salir del armario, ¡mucho ojo!, se lance al ruedo sin capa, estoque, ni equipo que te haga lidiar el toro de una manera más sencilla. Cuando se rompe la cuerda te lanzas a la arena como los recortadores, a pecho descubierto y sólo fiándose de tu destreza, habilidad y condición física. Primero fui recortador (en sentido figurado), luego me pasé a pegador o mozo de forcado, al estilo portugués, es decir con cuadrilla. La rutina no es perjudicial, lo realmente malo es caer en ella. El caso es que si no dispusiera de una rutina que me sacará del desenfreno del “recorte diario”, estaría de fiesta permanente. A veces tengo dudas sobre si la rutina es demasiado exigente para lo que realmente me apetece. Escuchas y vives tragedias cercanas que te hacen reflexionar si todo el tiempo que ocupas en ciertas cosas es necesario, si algunas son necesarias y si dedicándole menos tiempo serías igual de feliz.

Mi rutina es imprescindible por que soy contumaz, pero a veces, cuando falta un pelo de ilusión, es posible que sea necesario parar y revisar la rutina. En ello estoy. Es posible que alguno de los dos objetivos principales de la temporada, si no caen los dos, desaparezcan de mi calendario. No significa que deje de entrenar, no significa que deje de competir. Lo voy a seguir haciendo, pero no me apetece nadar cuatro mil metros hoy por hoy y sin embargo si me apetece correr la Media Maratón de Murcia, el Duatlón de Cieza o el Triatlón de Fuente Alamo. Es simplemente que lo otro lo puedo “terminar-preparar”, que no disputar, con un esfuerzo acorde a la ilusión que me hace y al tiempo que estoy dispuesto a emplear. Los objetivos previstos necesitan de más tiempo y para ello más entusiasmo del que ahora dispongo para ellos. El año pasado cuando preparaba el IronMan la adrenalina me salía por los poros, por ahora me apetece ir a nadar, ir a correr ir a montar en bici, pero dentro de un tiempo prudencial, deseo que queden horas en el día para hacer otras cosas... Si dejo de entrenar, entre otras cosas, con la cantidad de cerveza que bebo, me pondré como el “Señor de la CruzCampo” y eso no puede ser. Tengo que conservar el tipo de “bollicao” que tengo... ¡Ya veremos en que acaba esto!, no precipitemos acontecimientos. De momento hasta quince días antes de la prueba tengo tiempo para renunciar y recuperar los 150 € que costaba el festival de Elche.

Comenzaron las procesiciones el Viernes de Dolores y con ello la Semana Santa. Es ese empeño de los lugareños de que una semana, si es de fiesta tenga diez días y si es de trabajo sea "inglesa”. Ese viernes ya nos lanzamos a la calle a “cantar saetas” y “recorrer estaciones de penitencia”. Hasta el Domingo de Ramos fui fiel a mi rutina. Sólo en parte, pues este año las etapas de bici más largas son de cien kilómetros, por mucho que en el plan ponga 120, que ya dije yo que los domingos a las 12 el Garban está tomando el aperitivo, pase lo que pase. Decía que las procesiones del viernes, sábado y domingo las conjugué con mi militancia deportiva, para ya el Lunes de Pasión, que procesiona la cofradía de mi antiguo barrio y en donde sale el Capitán Bajoca en mi puesto, dejar la militancia deportiva y encargarme de vestir, como mandan los cánones y las tradiciones a tan bravo nazareno. De ahí al Domingo de Resurección todo fue un ir y venir de santos, procesiones y demás. El Miércoles fue un día especial. El año pasado decidí voluntariamente no salir y evitar la paliza que conlleva la procesión y el riesgo de lesiones, por lo que el debut de mi zagalico pequeño se hizo sin mi presencia, muy dolorosa por mi parte. Este año por primera y espero que no última, salimos mis dos hijos, mi sobrino y yo. A última hora le pudimos dar una alegría a un gran amigo mío “Special Force” que tenía una ilusión enorme por procesionar en “un paso” en la cofradía de su barrio y como hubo una baja de última hora, pude encontrarle un “puestecico” con nosotros, lo que demuestra que no soy un buen amigo, pues a los amigos no se les hace semejante faena. Entre pitos y flautas engordé unos dos kilicos en siete días, lo que dice mucho y bueno de mi. En otra época dos kilos hubiera sido en un solo día. Finalizadas las procesiones, como dios manda con un buen “morao” el Domingo de Resurección, nos dispusimos a aforntar las “Fiestas de Primavera”. El Bando de la Huerta, que ahora se ha convertido en un macro-botellón de popularidad pareja a las “motos en Jerez”, fue perdonado por mi parte, ya que la última vez que fui me tuvieron que localizar por el sonido del móvil bajo una “pilá de don pedritos” y lo pasamos “tranquilamente” en casa con una barbacoa, unos amigos y unas cervecicas. “¡Ná que no se pudiera llevar con dignidad!”- Eso sí, sin faltar ni un entrenamiento, incluso castigándome con doble sesión, aunque no estuviera programada. Para el Jueves ya tenía yo el cuerpo sandunguero y comenzamos a bajar a Murcia, es que los de pueblo decimos eso “bajar a Murcia”, para ver los pasacalles del Entierro de la Sardina y demás. Seguía con mi rutina de entrenar cuando tocaba y cuando no tocaba, más que nada para expiar mis pecados de la Semana Santa sin pegar chapa. El viernes se vió empañado con dos malas noticias, una insoluble y la otra por suerte para mi padre, sólo se quedó en golpes y hematomas. El sábado, cuando los sardineros celebran su día grande, bajamos de nuevo a la “capi” para tomar unas cervecicas después de haber entrenado. Las cervezas se juntaron con la comida, con el café, la merienda y sin darnos cuenta comenzó el desfile del Entierro. Cuando nos disponíamos a regresar al monte nos topamos con que “El Pulpo de Mirasierra” estaba animando la espera de la quema de la sardina y como grandes fans suyos que somos nos quedamos a hacer un poco el ganso y a bailar. Tenenos un boot fotográfico con Carlos que tuvo la gentileza de hacerse unas foticos con nosotros a pesar de estar más “pesaos que la mano de un novio”. Cuando aparezcan las fotos las colgaré por aquí. Una cosa llevó a la otra y después de la gesta de las foticos, de habernos pegao una pechá a bailar y tal, ¿qué íbamos a hacer?. Nos fuimos de bares a refrescarnos, pos estábamos “eslomaos” de tanto currar. A las cinco de la mañana hora antigua nos acordamos de que teníamos casa y que quizás los perricos no hubieran comido, pues aún no hemos llegado a tal grado de adiestramiento para que sean capaces de abrir la habitación donde está el pienso y que se lo sirvan en sus platicos.

El domingo, ya sin fiestas y sin fuerzas, se ha dedicado integramente al reposo y darle vueltas a la cabeza prometiendo “¡qué nunca lo volveré a hacer!”. ¡Pero yo se lo que duran esas promesas!. La bici se quedó en su gancho y mi cuerpo dolorido en el sofá durante todo el día.

Y esta es mi historia y mi cruel realidad, malico, gordo y cansado vuelvo a “mi rutina” aunque esta no sea para conseguir lo que me había propuesto sino otras cosas, quizás menos importantes deportivamente, pero más gratificante, para mí, en el sentido humano.

Pongo fotos de los nazarenos y cuando tenga las del Pulpo las subiré por aquí.

viernes, 14 de marzo de 2008

La importancia de llamarse Ernesto

La importancia de llamarse Ernesto.
Oscar Wilde, nos relata en esta obra la relación de un hombre que era en un roll formal por el día y en otro, por la noche, moderadamente ambiguo. Después me referiré a esto, es una entrada para intentar explicar lo que yo entiendo de una situación que se ha producido.
En mis tiempos mozos jugaba al balonmano. No os riáis, era el que tenía la poca sesera para ponerse de portero. En aquella época el referente del balonmano español era el invencible Atlético de Madrid y los lanzamientos de rosca, liftados o en “fuerteflojo” no existían. Allí eran todo mendrugazos a la portería, así que el “oficio” de portero era una profesión que nadie quería ejercer. En los Maristas de Murcia y luego en los de “La Marina” (Alicante), mi ilusión era jugar en el equipo del colegio. Con algo más de un metro de altura y veinte kilos de peso, eso sí y una mata de pelo espectacular, a lo único que podía aspirar en ese deporte era a ejercer de portero, lugar en el que no se quería poner nadie. Era el único jugador que a principio de la temporada tenía puesto seguro. Rara vez tuve un suplente o lo fui yo de otro. El caso es que el tiempo me hacía cumplir años, pero no me hacía crecer ni engordar y pronto me quedé “esmirriao” para este deporte tan exigente a nivel antropométrico, así que transmuté a árbitro y cuando me cansé de que se “cagaran en mi padre y en mi madre” me hice entrenador.
En esa faceta fue cuando me dí cuenta de que los deportes de equipo eran un oscuro callejón. Por mucho que te esforzaras el producto de tu trabajo siempre dependía, además de tu acierto, de las ganas, entusiasmo, actitud y aptitud de un grupo heterogéno de gente. En ese momento me desencanté de los deportes de equipo y migré. Primero fue al atletismo y sin dejarlo definitivamente al triatlón. Lo que yo hiciera ni perjudicaría a un tercero, ni tendría que depender de éste para poder ver los frutos de mi trabajo. Esto es un arma de doble filo. No dependes de nadie, pero por contra no tienes digámoslo de una manera entendible ningún amigo. Por ejemplo, si a un equipo de fútbol le sancionan a un compañero injustificadamente el resto de compañeros se solidarizarán con el protestándole al árbitro, el destino de este está directamente ligado al de ellos. Ahora en un deporte individual, lo que te ocurra a tí no le afecta al resto, tu eres el único beneficiado-perjudicado de los acontecimientos. Por ello nunca hallarás a nadie que se solidarice contigo, como dicen en mi pueblo: “Que cada perrico se lama su pijico”.
Así que te puedes ver en un foro contando tus miserias y opiniones, sobre lo que tu crees un injusticia y que alguien te conteste: “¡Chico, aquí estamos para hablar de triatlón, tus problemas son personales y a nosotros no nos importan!”. O algo así como: “¡Tus problemas con ese señor son personales,, por favor no molestes y discútelos en otro sitio!”. No te dan ni un segundo de cancha, cuando lo que tenían que hacer es simplemente pasar de leerlos, pues no, prefieren salir al trapo para quedar bien con algunos de los contertulios, apuntarse un tanto y dejarte a tí en mal lugar. Tu destino no va unido al suyo, así que les importa un pijo.
Se desató la tormenta en el triatlón. Se cambiaron a dos meses vista y cuando no tenía solución los criterios para acudir a un Europeo de GGEE y el personal montó en cólora. Resulta que este cambio de criterio perjudica a bastantes personas, pero dos de ellas son unos de los llamados “foreros de peso” del foro del Atleta. Piden la movilización de todo el mundo, perjudicado o no para hacer fuerza y cambiar la decisión. En primer lugar manifestar que me parece un grave perjuicio el cambio de normas pues crea una inseguridad jurídica manifiesta y por ello no se puede permitir. Si esto va hacia adelante lo podrán seguir haciendo cada vez que les venga en gana. En este estado de cosas es cuando la cosa cambia. Resulta que ahora ese problema es de todos. Pues no, ese problema es de cada uno de los perjudicados. La manera de actuar de la federación no es nueva. Más veces han actuado de forma parecida y han perjudicado a otros, pero como era a uno cada vez la respuesta era siempre la misma: ¡Es tú problema!. Nunca ha habido solidaridad, ni voluntad de ayudar al prójimo. Lo curioso es que el cambio de normas no viene sino a afianzar la postura de la federación. Siempre han manifestado que el Cto. de España de GGEE no era más que un divertimento, luego ahora no podían dejar que fuera éste el que fijara las plazas para ir al Europeo, luego antes tiraron piedras contra su tejado, se metieron un gol ellos mismos y ahora han rectificado. No lo veo bien, pero ahora es cuando han sido consecuentes y no antes. De paso le dan una utilidad al inútil ranking anual. Solamente preocupaba a los primeros que pudieran tener algún premio. Ahora tiene una utilidad, esta clasificación marcara la pauta para adjudicar las posibles entradas en eventos. De nuevo ningunean el Cto. de España y lo desprestigian en favor de las pruebas que dan puntos para esta clasificación, que aún se llenen de deportistas semana sí y semana también no lo son por ser “Pruebas Nacionales”, sino porque el triatlón está en auge, está de moda. De esta manera el acudir periódicamente a una prueba de esta categoría será necesario para ir manteniendo un puesto en esa tabla que te permita acceder a otro tipo de eventos, con lo cual se aseguran que aún después de este boom, si acaso decreciera, el personal se habrá acostumbrado a elegir este tipo de pruebas en detrimento de otras.
La jugada, sino llega a ser por la marranada de hacerlo a última hora es sensacional. Además con el escándalo que se ha montado se aseguran que de hoy en adelante los triatletas tendrán grabado a fuego que hay que acudir a las pruebas nacionales para tener una posición ventajosa en el ranking. Ese y no el beneficiar a unos u otros deportistas es el verdadero objetivo del cambio de actitud de la federación. Ellos nunca piensan en beneficiar a unos aunque para ellos tengan que perjudicar a otros. ¿Porqué digo esto?, sencillo me gusta analizar a la gente con la que debato y he llegado a la conclusión de que para ellos las personas son secundarias. Ellos tienen marcadas unas pautas de su “política deportiva” y las mantienen a rajatabla. Cuando alguien se pone muy pesado lo suben al carro y le dan un carguico, con eso se aseguran su indestructible e inquebrantable fidelidad. Cuando uno con cargo les sigue dando el follón, lo mandan a la “puta calle” y que vaya a los tribunales. Es notorio que en este país si acabas en los tribunales siempre pierdes, pues aunque el juez te de la razón el tiempo y la inversión es tanta que al final el esfuerzo no merece la pena.
En los foros les cuentas esto, más que por nada porque si no sabes de donde viene la enfermedad, podrás hacer desaparecer los síntomas, pero nunca podrás curarla. Ellos prefieren que se les hable de mandar correos, de poner pleitos y demás zarandajas que al final lo único que conseguirán es dormir el problema en un impass esperando que se solucionen y se finiquiten los plazos. Es lo malo de estos movimientos “asamblearios y tumultuarios”, les falta contenido en cuanto pase el Europeo y el problema se olvide, los que hacen las cosas a su antojo seguirán campando por sus fueros. Lo que hace falta es una oposición responsable, constructiva y participativa que cuestione las acciones y audite los procedimientos y para ello hay que conocer el origen de los problemas hay que analizarlos y hay que estar en ello al margen de que hoy me saquen de una lista para ir al Europeo o no.
Hay que hablar de política deportiva. ¿Porqué un puesto en un Cto. de España de GGEE no sirve para obtener becas deportivas y porqué un puesto en un Cto. de España de Acuatlón sí?. El de grupos de edad ha tenido que clasificarse y el de Acuatlón no, hay más nivel en el primero que en el segundo, ya que para uno hay que conseguir un acceso y para el otro sobran plazas. Un participante en el grupo de 17 años logra un podium y no vale para nada. Sin embargo en el Acuatlón hay cuatro participantes y a un Junior si le vale para el curriculum deportivo. ¿Porqué un puesto en un Cto. de España de GGEE no vale para una beca y el quedar segundo clasificado en un Cto. de España por Autonomías, aunque realmente tu equipo el Junior quedó sexto, pero en el global tu autonomía quedó segunda si vale?. Creo que esto es lo que hay que analizar. Se tiene que estudiar que es lo correcto y aplicarlo, o dejarlo como está si debe quedar así.
En fín que tenemos la federación que nos merecemos por nuestra falta de compromiso, por estar sólo para lo que nos afecta, por ser tan individualistas y egoistas.
Ahora lo de llamarse Ernesto.
Hay un señor que siempre está metido en todos los líos, pero tiene la habilidad de lisonjear a cada uno individualmente ganándoselos de forma unitaria. Por otra parte cuando no está diciendo lo guapa que es fulanita y lo mucho que entrena menganito, se dedica a dirigir una esfera del triatlón español. Da la cara, de aquella manera pues resulta que él nunca es el responsable de nada, sólo asesora y por lo visto siempre asesora bien y con ello quiere hacer creer que es suficiente para tener ser merecedor de toda nuestra confianza. Cuando alguien le hace un reproche le contesta con algo así como: “¡Con lo amigos que hemos sido tu y yo, la de cosas buenas que nos hemos escrito y ahora me pagas así, me decepcionas!. Es un artista en el papel de “Llamarse Ernesto”.. Con una mano ejecuta a sus amigos y con la otra les pide explicaciones y él, él todo lo hace bien, nunca se equivoca y nunca tiene la culpa. Por si fuera poco se hace la víctima manifestando que le envían e-mails insultantes y con contenido gravoso para él. Pero no se abstiene de lanzar mierda a todos con el ventilador manifestando que hay muchos dobles nicks en el foro que le insultan. Con ello logra sembrar la duda sobre todos los que le piden explicaciones. No, señor “Ernesto”, los nicks que te insultan son los que te insultan y si no tienes pruebas de otra cosa, tú siempre las pides, los nicks que no te insultamos no te insultamos, me niego a que me metas en el mismo saco. Y por supuesto paso de decírtelo en otro sitio que no sea éste.
¡Hasta mañana, querido diario!

miércoles, 12 de marzo de 2008

El Real Murcia más la Semana Santa

A los pocos días de mi nacimiento ocurrieron dos acontecimientos muy importantes en mi vida. Evidentemente ni lo sabía y quien realmente decidió por mí fueron las circunstancias y mi padre. Las circunstancias hicieron que nos tuviéramos que mudar de la Plaza de Los Apóstoles, el mismo centro de Murcia, el de los ricos de verdad a un barrio por aquel y este tiempo de arrabal. La calle del Arbol, posteriormente nominada como de San Luis Gonzaga fue mi calle durante catorce años. La otra circunstancia fue que mi padre mi hizo socio del Real Murcia. Desde que tuve uso de razón recuerdo que mi vida, tiempo libre y demás giraba sobre un único eje, el día que jugaba el Real Murcia y la hora del comienzo. Desde que recuerdo que era capaz de cruzar Murcia, ciudad por aquel entonces no demasiado extensa, andando íbamos mi padre y yo a ver los partidos. Jugaba, estudiaba y me divertía en función del día y la hora de partido. Desde que mi santa se conformó y tuvo que resignarse a que yo fuera su novio, sabía que si el Murcia jugaba en casa, hasta que finalizara el partido no estaba disponible. Cuando estaba en la mili los permisos me los tomaba no en función de las ganas que tuviera de ver a los míos o de las fiestas, sino de tal manera que pudiera estar el día de partido. Mis dos zagalicos, el abuelo y yo enfundados en nuestras banderas, bufandas y con nuestras almohadillas y las pipas íbamos domingo sí y otro no a la Condomina. Hasta que un día dije: ¡Basta!. Salí del campo hasta la coronilla de que los jugadores no se esforzaran, los entrenadores no exigieran y los dirigentes y políticos sólo estuviera allí para lucrarse, aunque les costara dinero, del Real Murcia. Muchas veces el dinero que invertían en el fútbol no era más que un peaje para adquirir pedigree y relevancia social que no tenía. Era algo así como comprar el título noviliario. Treinta y tres años después le tuve que decir al abuelo, con todo el dolor de mi corazón que no volvería jamás a pisar la Condomina y hasta el día de hoy lo he mantenido.

El Murcia tuvo el dudoso honor de ser uno de los primeros equipos que bajaron de categoría por falta de pago. En aquella época tenía la Liga de Fútbol Profesional un presidente al que no le tembló la mano para firmar el descenso, que si no hubiera sido por el interés de unos pocos murcianos y de la afición hubiera desaparecido. El tal presidente no tuvo ni la decencia de tratar al Murcia igual que a otros como Atlético, Sevilla y otros. ¿Quién fue ese presidente que obró así?. No fue otro que Samper. El Samper que años después vendría a esta ciudad que haciendo, una vez más, gala de la leyenda de la “Matrona” que le quitó de mamar a sus hijos para cuidar a los de otro, le dió a este señor como regalo el Real Murcia. Junto a esto le dieron a precio de risa una animalada de metros cuadrados, los cuales recalificaron convenientemente y le regalaron una licencia de obras y le regalaron un campo de fútbol para cien años, para que hiciera el mayor proyecto inmobiliario de su vida, la Nueva Condomina. Un macro complejo de centros comerciales, estadio de fútbol, campos de golf, hoteles, edificios de vecinos y chalets, que llevaba asociado una ciudad deportiva de la cual nunca más se supo. De hecho los centros comerciales ya no le pertenecen y ha recuperado la inversión. Este señor, al que hemos hecho más rico de lo que era, no voy a ser tan mala persona como para decir que no tuviera dinero antes de venir aquí, es el dueño del Real Murcia. Con este panaroma el Sr. Samper no puede hacer más que vender humo. Lo primero era subir, como fuera, al Murcia a primera, era la única manera de justificar las obras, el campo nuevo ha sido la palanca que ha movido toda la maquinaria para que se realizara la mega urbanización del monte, porque aquello era la nada. Como aún no ha finalizado la construcción de los chalests, edificios, hoteles y campos de golf, el presidente intenta mantener ilusionada a la afición, bastión principal que a apoyado la construcción, pero ya con la menor inversión de dinero posible. Los buenos jugadores cobran, así que traemos uno o dos buenos, dieciocho o diecinueve mediocridades y el resto lo invertimos en un entrenador que pueda enganchar a los forofos y tenga entretenida a la prensa.

Lucas Alcaraz, no contuvo a la prensa y a la afición casi la sacó del campo a base de pésimos resultados y mal juego. ¿Qué hacemos entonces?. Traemos a Clemente, lo suficientemente mediático como para contener a la prensa un tiempo, lo suficientemente famoso para ilusionar a la prensa y lo suficientemente caradura para aguantar todo lo que se le venga encima y a final de mes le pagan con suficiencia. Para eso ha venido Clemente para jugar con la afición como el tigre juega con su presa moribunda antes de comérsela. Para ser el paraguas que aguante el chaparrón que debía de caer sobre el presidente promotor de obras. No tardará mucho el Sr. Samper en vender todo lo que ha y está construyendo y en cuanto no necesite al Murcia, lo dejará a su avío, con la excusa de que el club debe volver a sus legítimos dueños, los murcianos, pero claro con las arcas vacías y sin un metro más para construir y seguir ganando dinero.

Comienza la Semana Santa. El viernes sale la primera procesión, la del Amparo. Fui como ya comenté en otro post el año anterior fundador de un “paso” como aquí se llaman a los tronos, el de Jesús ante Pilatos. El color azul de sus túnicas inundarán las calles de Murcia. El olor a azahar llenará de aroma el aire y la cálida temperatura de la Semana Santa echará al gentío a inundar las calles. Respiraremos un aire especial y viviremos de una forma especial. Unos llenos de religiosidad y penitencia, en mi caso eufórico de tradición y costumbre, la penitencia y los rezos se los dejo a ellos.

Este año saldré vestido de rojo un sólo día. Atrás quedan los años mozos donde me vestía de nazareno cinco de los siete días de la Semana. Este año procesionaré bajo el paso de “Jesús en casa de Lázaro” el Miércoles Santo, la procesión de los coloraos. Este año es especial por dos motivos fundamentales. El primero porque el año pasado, con la coña del Ironman no salí. El segundo es que por primera vez lo haremos toda la familia, varones, juntos. Mis dos zagales y yo podremos salir por primera vez juntos y espero que por muchos años. También saldrá mi sobrino lo cual hace que en poco tiempo seamos mayoría.

Abrimos el canal de las fiestas y desde el viernes hasta dentro de tres domingos, incluídos tendremos jolgorio en las calles, lugar donde se celebra todo lo que hacemos gracias al envidiable clima que tenemos.

Intentaré entrenar todo lo que pueda, ya veremos. La voluntad es mucha pero las tentaciones son más y más fuertes. Ya lo dijo Sancho: “El hombre es fuego, y la mujer estopa, viene el diablo y sopla”.


martes, 11 de marzo de 2008

Más difícil todavía...


Miro a un lado y a otro. Esta hora no es la habitual. No conozco a nadie. El ambiente ha cambiado. Lo normal es encontrarme amas de casa y jubilados a partes iguales haciendo como que nadan. Más que nada un lavado de conciencia para ambos tipos de “deportistas”. Los primeros presumen el “club social de la tercera edad” de cuidarse, de mantener el cuerpo en alerta para que su vejez tenga una mayor calidad de vida. Las segundas expían el tiempo perdido y la dejadez de veinte años de dedicación exclusiva a los niños, la casa y el marido, siempre por este orden. Una amiga, la muy zorra, debió vender su alma al diablo, pues apareció como de la nada con un cuerpo escultural, aún mejor que cuando era joven, como de forma sibilina comentaba una contertulia que decía conocerla desde el colegio. Diversas explicaciones daban argumentos a lo acontecido. Unas, las más brujas, decían que había abandonado al marido por un querido de veinte años de nacionalidad Venezolana, que le susurraba cantarinas palabras de amor, con esa melodía que sólo las tórridas playas de aquel paradisíaco país son capaces de hacer entonar a los musculosos y bronceados cuerpos de los lugareños y por ese había se le había quedado ese tipito de meretriz cara. Otras comentaban y no paraban, sobre el coste que debía haber tenido las múltiples operaciones a las que se había, “con seguridad”, sometido. Hacía, afirmaban con convicción, varios meses que no aparecía por el jardín a pasear a su perrito. Además contaban, las más resabidillas, que hacía mucho tiempo que no la veían con el marido. El caso es que la bruja de la amiga mandó, como por arte de magia, a todas las del grupo de los perritos de la plazoleta a la piscina a intentar dejarse el cuerpo como la “golfa” de la compañera.
Ese es mi grupo habitual de natación, octogenarios y envidiosas marujillas que mueven los brazos con el mismo entusiasmo que le hacen el amor al marido, es decir, ninguno. Cuando por darme un descanso “emocional” me acerco por la pisicina en otro horario, el contenido del agua es un millón de niños de todas las edades, motivación y educación, que no hacen más que salpicar, molestar, discutir y ocupar el espacio para los que tienen intención de hacer algo. A esas horas, las marujillas, las del grupo de los perricos del jardín, están en la grada, observando a sus bástagos como hacen el cafre y castigan al instrutor como si éste o ésta hubieran sido los que mataron a Manolete y todavía estuvieran cumpliendo penitencia por ello. Ahoras, las chicas, las que se lavan la conciencia en el otro horario, están mucho más guapas, incluso, si alguna osa ponerse falda da gusto mirarla. Por todos es sabido que la mayoría de los mortales ganamos mucho más vestidos que desnudos y ellas no son la excepción. Alguna mirada picarona por parte de algún nadador y una sonrisa cómplice entre ellas es la contraseña que acordaron para comunicarse unas a otras cuando gustaban. ¡Si es que tanto ejercicio tenía que dar resultado!. ¡Ya verá la zorra de nuestra amiga dentro de un par de meses, nos vamos a poner yogurines y se derretirá de envidia!. ¡Lástima que ahora comience la Semana Santa y las Fiestas de Primavera, en estas fechas tantos saraos y verbenas me hacen engordar unos kilicos!. ¡No pasa nada!, siguen musitando para sus adentros, si para Marzo no estoy cañón, será para Abril. El caso es que llegada la fecha no están como la jodía de la “amiga”, las fiestas fueron de más jolgorio de lo esperado y al regreso no tenían ganas de volver a nadar. Siguen “cebás” como los cerdos del “Pozo”, pero ellas se alagan unas a otras comentando lo bien que les vino las tres veces que fueron a la piscina a “darle por culo” al bueno del Garban, un calvo gordito que ellas ignoraban y que nunca sabrán quien fue, pero que el no las olvida.
Como decía, que me he ido un poco, es que soy muy visceral, la hora era nueva y la fauna de la piscina era diferente. Las calles llenas de gente que formaban largas hileras que se desplazaban a un ritmo acompasado y en algunas calles dinámico. Nadie nadaba de espaldas, moviendo las orejas como único medio para desplazarse por el agua. Todo el mundo, cada uno dentro de sus posibilidades, se acoplaba a un grupo y nadaba con entusiasmo. Los cuerpos de las señoras, zagalas y demás sexo femenino, no variaba demasiado de los que me encontré a otras horas pero su actitud era muy diferente. Los “abuelicos”, esos si que habían desaparecido y la juventud no era tan joven, pero no demasiado mayor. Las puertas que abrí al salir del vestuario dieron paso a un mundo nuevo. El ecosistema de la piscina había cambiado, el paisaje había cambiado igual que a Judi Garlan, le cambió cuando entró en el mundo del Mago de Oz. Pronto localicé a quienes buscaba. No es que algo les identificara de tal forma que los hiciera diferentes al resto, es que uno de los del grupo me gritó: “¡Garban, aquí!”. Me recibieron con alegría. Pienso más porque pensaban que llegaba un pardillo nuevo, del que podrían chotearse un poco, que porque mi presencia emanara flujos positivos. El primer día fue muy tenso para mí. Cada ejercicio que proponían ponía de manifiesto que la descoordinación campa por mi pequeño, aunque orondo cuerpo. Hice mi primera confesión: ¡Queridos amigos: Tengo suspensa la psicomotricidad de preescolar y creo que ya es tarde para recuperarla!. Cualquier ejercicio constituía para mí un acto de pública humillación. Golpes contra la corchera, contra la pareta del final de la piscina... Cientos de: ¡Perdón, no quería pegarte con mi cabeza en la tuya!, ¡Perdón, no quería golpearte con la mano en la cara!... Y miles de disculpas aceptadas por parte de todos y cada uno de mis nuevos amigos. Aquello parecía más un grupo de nobles en Versalles bailando un minué con sus reverencias y almibarado trato, que un grupo de gallardos y viriles varones entrenando. Al poco terminé con más trastos encima que un marido llevando a sus tres churumbeles a la playa cargado de silletas, flotadores, tohallas, sombrillas y demás atrezzo. Una tabla, un churro entre las piernas, más grande que mi churrillo, al menos 100 tallas, las palas y otros elementos que trataban de corregir mi nado. Se lo agradezco, pues mi impericia les hizo perder más del noventa por ciento del tiempo en mí.
Ahora ya se lo que es deslizar, levantar el codo, batir los pies... Bueno, se lo que es y algunas veces durante unos pocos minutos soy capaz de controlar mi cuerpo y hacer alguna de esas cosas y ya en el colmo del paroxismo, durante unos poquicos segundos, soy capaz de hilvanar dos o tres cosas, de esas que me han enseñado, a la vez... El milagro se tiene que realizar aunque los compis han hecho otra porra y me dan por perdedor...¡Pero ellos no saben que soy un cabezón!.
¡Hasta mañana, querido diario!.

lunes, 10 de marzo de 2008

¡Semos asín!


Nos sacaron del campo. Nos subieron a la grada. No hubo partido, ni siquiera resistimos el conteo de los primeros 100 votos. Me refiero a nuestra región, mi región. No suelo votar a IU, quizás más por pereza, por no analizar su discurso que por convicción de que su propuesta no es la adecuada, pero ayer Llamazares me cautivó. Sin alaracas, sin aspavientos, sin poner el ventilador en marcha para repartir la mierda en todas las direcciones buscando excusas que justifiquen su fracaso. Me ganó su serenidad y el ejercicio de autocrítica en el que reconoció el fracaso electoral como algo personal. Podría aprender Fernández Bermejo. El paracaidista no ha reconocido que no ha tenido éxito el efecto candidato, además no fue capaz de ganar el nuevo escaño que se ponía en juego. No sólo no aportaron nada, sino que estuvieron muy, muy lejos de poder conseguir el nuevo diputado. Lo primero es hacer autocrítica. El aparato del partido no ha sido capaz de encontrar un socialista que pueda liderar un proyecto político para la región. No hemos tenido un líder con carisma, alguien que con su sola presencia pueda captar la atención del votante para que se le pueda exponer el proyecto. Quizás también nos falta un proyecto, somos momias, hace tiempo que estamos muertos en nuestra tierra y aún no han aparecido los sucesores. Las nuevas caras no han llegado y lo peor es que tampoco se les espera..., de momento. Primero autocrítica. No hemos tenido ni un poco de chance por nuestra impericia, por nuestra desidia. Ahora hablemos del resto. Lo primero es que los Murcianos “¡semos asín!”. En los municipios donde están abiertos procesos judiciales por temas de “la construcción”, la derecha ha vencido con aún más claridad. Seguramente es que nos gustará que nos roben. Otra lectura es que la huerta es fundamentalmente miifundista, todo el mundo tiene una tahulla de tierra y esperará, igual que la del vecino, les toque “una recalificación” que los saque de pobres. La consigna sería algo así como “¡hay que esperar, al menos, hasta que podamos cambiar el huerto de limoneros por otro de chalets!”. Los únicos municipios en los que ha ganado la izquierda han sido en los que los de la derecha extraía el agua de sus acuíferos par enviarlos a “Terra Mítica” (¡Vaya una mierda de ¡agua para todos!). Por lo visto ese tipo de tierra no sirve para construir campos de golf. También tenemos que reconocer la derecha ha cambiado el perfil de la población de Murcia. Ya no existen obreros, aquí no hay conciencia de clase trabajadora, todos nos dedicamos al sector servicios, ¡qué ironía!. La primera media de la izquierda sería buscar un candidato murciano, de esos que no se les entiende cuando habla en la tele, pero al que los de aquí reconocemos al vuelo, ¡Seguro que ese es de Murcia!, cuando lo escuchamos hablar, de nuestra tierra. A continuación ser capaces de presentar un programa que sirva para ilusionar a nuestros paisanos. Hay que aprender a decir que no. Ferraz es mucho Ferraz, pero debemos ser fuertes y no seguir cediendo. Tenemos que encontrar a quien pare a los prepotentes de Madrid, aunque su “movimiento”, como decía “Guerra”, lo saque de la foto. Toda batalla tiene sus costes y seguro que algún dirigente tendrá que sacrificarse para conseguir ese objetivo. Ahora tenemos que encontrar al que esté dispuesto a perder su “puesto” por ganar en esta lucha.

A nivel nacional todos, excepto el pobre Llamazares y pocos más, han ganado. Es para descojonarse. Tanta mala leche, mala baba, infundios, calumnias y tanto cavar la zanja que nos separe para volver a perder. ¿Ha merecido la pena la actitud de la derecha, para volver a perder de igual manera?. Críticas desmedidas a las instituciones, erosión al tejido democrático... ¿Para ésto?, ¿es un buen premio?. Pues creo que no. Podrían hacer una lectura en positivo, seguro que no la hacen, buscarán a quien culpar, pero por supuesto, lejos de la sede Génova, a algún juez o a algún periódico. Estimo que tanta tensión no les ha proporcionado, por mucho que quieran maquillar el resultado, el conseguir el objetivo propuesto, que era gobernar. Hagamos una España más tranquila, más sosegada y más dialogante.

Por último hablemos de los medios de comunicación. Estuve zapeando por todas las cadenas nacionales y alguna regional. Cada una daba una visión, desde el punto de vista de su editorial, parecida a las otras. Es que ejerciendo de sincero, lo que hay es lo que hay. Que empates en la primera parte no significa que puedas ganar el partido, lo único que significa es que no te han metido ningún gol..., aún. Me chocaron dos actitudes, una la de PJ y su “Mundo”. Se alegró por el escaño de Rosa Díez y se vanagloriaba de ser el único medio que le había dado bola a ese partido. ¡Hipócrita!, lo hizo por la única y exclusiva razón de que cada voto que fuese a la Díez era un voto de izquierda que podría quitar al PSOE. Me parece bien y me alegro de que le diera juego, todos los partidos deben tener acceso a los medios de comunicación, pero de ahí a ser paladín de la igualdad de oportunidades va “un mundo”. Para terminar comentar que la curiosidad me pudo. Las teles generalistas nacionales terminaron pronto el programa y no pude dejar de poner la tv de la Cope. Me intrigó que iba a contar el primo de mi santa. ¡Qué manera más venenosa de interpretar los resultados!. Según la COPE, el triunfo socialista en el País Vasco no es más que un movimiento extremista del PSOE pues ha captado votos (yo creía que eran de PNV, pero por lo visto no) de la izquierda separatista y pro-negociadora, justo de esa parte del electorado de Euskadi. ¡Cuanta mala leche!. Según ellos, ahora el futuro presidente, está obligado, para contentar a esos votantes, a reanudar las conversaciones con los terroristas, a legalizar el aborto libre, la eutanasia y a aumentar un acoso a la iglesia “católica”. ¡Y porque no se le ocurrió nada más terrible al "analista político". Ellos creen que son la “única iglesia”. Deberían leer algo más y sabrían que iglesia proviene de asamblea y en su séptima acepción dice: “Conjunto de sus súbditos”. Ellos nos son la única iglesia.

En fin, me alegro que a nivel nacional haya ganado Zapatero, hay que reconocer que es un proyecto más presidencialista que de partido y que en sus primeras palabras haya dicho que “gobernará con firmeza, pero con la mano extendida”. Por otra parte también, no ha escondido la cabeza bajo el ala, ha manifestado que trabajará para aumentar las políticas sociales y para enmendar los errores. Ha tenido el valor de reconocer que también ha errado. Rajoy no, Rajoy, como bien ha dicho el electorado, Rajoy no se ha equivocado y por eso está en la oposición. Espero que por muchos años...

miércoles, 5 de marzo de 2008

Cuestión de Actitud

En estos días previos a las votaciones se escuchan muchas cosas. Unos y otros hacen campaña prometiendo solucionar los problemas que aún existiendo mucho antes de que expongan como resolverlos, quedaron sin darle un punto y final durante el tiempo que tuvieron la oportunidad y el poder para finiquitarlos o paliarlos.
Tiempo atrás los de un partido reprochaban a los de otros que no tuvieron oportunidad de demostrar su solvencia, honradez y eficacia porque los otros desde las primeras elecciones democráticas, que ejercicio de cinismo por parte de aquellos que apoderándose del poder propusieron elecciones y resulta que ahora hay dos tipos, unas las a secas, las que ellos impusieron durante décadas y las democráticas, de las que ahora quieren obtener la certificación del poder por parte del electorado. Ya es el tiempo en el que ambos bandos, ¡qué pena que una parte de la izquierda, la que representaba el PC y parecidos haya desaparecido!, han permanecido un tiempo en el poder. ¡Cómo con el detergente, ya se puede comparar!. Un partido tuvo el gran acierto y la perspicacia de unir a todo su espectro político. En el pecado llevan la penitencia, pues a costa de ese equipaje soportan entre su militancia a ciertos personajes, rémora de un estado democrático que como tal debe aceptarlos, aunque ellos no acepten la sentencia que supone la mayoría. Por el otro una parte del censo que desea un estado progresista, pero que no está unido en un sólo grupo. Prefiero esto último, la pluralidad es la riqueza del progreso y la democracia. Me aterraría que volviéramos a ser dos, unos a un lado, otros al otro. La pluralidad, la diversidad de pensamiento hace que se pueda llegar a acuerdos con unos o con otros y que el Estado no se pare o se divida. Es algo así como una emulsión, hay que estar en continua “agitación”, entiéndase replanteamiento de las circunstancias, para que el conjunto de las partes esa uno. Con dos elementos, ¿quién va a hacer de catalizador de la reacción?. Necesitamos un tercero que realice esa misión y que una la mezcla, si no sólo habría agua debajo y aceite encima.
Una de las partes no para de lanzar a la cara de la otra el precio de los productos básicos. ¡”No de cifras macroeconómicas, al hombre de la calle sólo le interesa saber que el pan ha subido!. A esta gente, lo que piensa, sufra o calle el ciudadano de a pié le importa tres pimientos. Esto es lo que le ocurre al hombre de la calle con el gobierno de éstos que se llenan la boca, tanto que parecen obreros, con las cosas que nos están ocurriendo a la clase trabajadora. La ¡puta clase media!, como nos adjetivan cuando no hay elecciones.
Estos nuevos defensores del ciudadano corriente se pasaron por donde amargan los pepinos un acuerdo firmado entre los sindicatos y el gobierno anterior, dejando de reconocer el derecho a la negociación colectiva del sector del funcionariado. Pusieron en las sacrosantas páginas del BOE un decreto que mancillará por siempre a ese texto por el que congelaban los sueldos de los funcionarios, cuando ya estaba acordada una reforma.
Ese mismo partido gobierna aquí, en mi huerta, en mi casa y como venganza al acuerdo alcanzado entre ellos mismos y los sindicatos, a la fuerza ahorcan, retrasan la apertura de los centros de trabajo, de tal manera que vulneran los derechos de esos mismos trabajadores a la conciliación familiar y laboral ya que no dejan que la jornada de trabajo finalice antes de las tres de la tarde. Me explico. Se acuerdan treinta y cinco horas de trabajo semanales efectivas. Si dividimos las horas entre las cinco jornadas el resultado es de siete horas al día. El decreto anterior relativo a la jornada laboral obligaba a realizar esas horas obligatoriamente entre las nueve y las dos, el resto se podía hacer entre las siete y media y las tres y media y entre las cuatro y media hasta las ocho y media. El caso es que si llego a mi trabajo a las siete y media a las dos y media podría irme con mi jornada completa. Esto, a estos “defensores del poder adquisitivo del proletariado”, les pareció intolerable. ¿Cómo ellos, que no llegan antes de las nueve de la mañana tienen que permanecer en su puesto de trabajo hasta las tres y media y encima le falte media hora diaria para finiquitar su jornada y los mindundis se van a marchar a las dos y media a tomar el aperitivo?.¿Qué han hecho para solucionar este, a su entender, inadmisible estado de la cuestión?. Sencillo, decretan que los centros de trabajo no se abran hasta después de las siete y media y no permiten que los relojes de fichaje funcionen antes de las ocho menos cuarto de la mañana. ¡Viva su entusiasmo por conciliar la vida familiar y laboral!. Primero nos matan de frío en la puerta y nos contestan diciendo que si no queremos pasar frío en ella podríamos venir más tarde. La cuestión, contestamos, es que donde vivimos no pasa el transporte público y para ahorrar venimos varios ciudadanos en un solo cochepor ello llegamos al trabajo a esa hora. La respuesta de estos magnos padres de la región es. ¡Pues si no quieres pasar frío, iros a un bar!. ¡Coño, podrían haber preguntado donde vivimos y proponer una línea de autobuses públicos!. Por otra parte argumentan que es una primera medida para controlar la permanencia en el puesto de trabajo de los funcionarios, que será seguida por otras más. ¡Estupendo!. Para controlar a los que no vienen, a los que vienen y se marchan y a los que llegan a las diez de la mañana, la primera medida es cerrar la puerta a los que llegan temprano, en definitiva a los primeros que cumplen con su obligación.
Esto no es más que una anécdota personal y localista. Otra más. Cambiar un puesto de trabajo en la administración es algo así como las obras de Madrid, interminables... Pues en veinticuatro horas... ¡Bueno, exagero un poco!, en cuarenta y ocho horas han cambiado la adscripción del puesto de trabajo, las funciones, la localización física y supongo que el sueldo de uno. Por supuesto ha sido publicado en el BORM. ¡Un récord de eficacia!, sino fuera porque ese puesto esta cubierto por concurso de méritos por un funcionario, que se ha quedado en situación de “Concursante Forzoso” para el próximo concurso de traslados, con cuatrocientos euros menos en el bolsillo todos los meses y que no había tenido noticias de ello hasta el momento en el que se dio cuenta porque en el listín telefónico salía con otro destino. Este es el grupo de personas que presumen de defender el poder adquisitivo del trabajador. Por pura coincidencia el nuevo puesto de trabajo resultado de tan gran y eficaz labor de mimo del ciudadano de a pie ha ido a parar otro ciudadano que comulga con su manera de pensar y lleva las pancartas a las manifestaciones, perdón actos ecuménicos, que organizan los señores obispos en Madrid.
Estos mismos que miran por lo que cuestan los productos básicos son los que miran para otro lado, o lo que es lo mismo amontonan el expediente en un sucio cajón, cuando una organización agraria compra los desechos de una planta de carburante biológico como “cama para el ganado” y se lo vende a ganaderos que no tienen regularizadas sus explotaciones (así estiman que no los denunciarán) como “pienso” acto para animales. Cuando amanece y el gitanico ve a gran parte de su ganado muerto y al comprobar que está en la ruína denuncia lo acontecido, se limitan a precintar el producto y a esperar, supongo, que el gitano, al igual que sus animales, se muera o en el mejor de los casos, sobre todo para el denunciante, se olvide del tema.
Este mismo grupo de personas que nos gobiernan en mi región y que no para de defender al hombre medio de la calle son los que tienen entre sus ejecutivos a personas que por la mañana ordenan una inspección y por la tarde asesoran al denunciado como quitarse de encima el expediente y la sanción. Con la poca vergüenza, encima, de no decirles que la denuncia es nula puesto que quien les ha abierto el expediente no es un funcionario, única persona que según la ley tiene poder para hacerlo, sino un contratado de una empresa cuyo único fin es ayudar en la tramitación, pero nunca sancionar y menos ejercer funciones cohercitivas. Este mismo grupo de personas, garantes del bien común, son las que parten los contratos en varios, de tal manera que no tengan que salir a licitación pública y así poder adjudicárselos a quien ellos prefieran y su líder no para de pronunciar en sus actos electorales que nuestros estudiantes para pasar de curso tienen que demostrar trabajo, mérito y capacidad... ¿Y los funcionarios que ustedes premian sin presentarse a concurso, no tienen que demostrarla?. ¿Y las empresas que ustedes hacer ricas con sus contratos fraccionados, no tienen que demostrarlo?.
No quiero hacerme más pesado de lo que ya lo estoy siendo, por eso yo no voy a votarlos. No os digo a quien tenéis que votar, ni cual a mi entender sería mejor gobernante, solo manifiesto, más por salud personal que yo a esos no los voto ahora. No digo nunca porque sería tanto como negar mi condición de humano y demócrata. Estamos aquí para evolucionar, para mejorar y para cambiar si algo nos convence que debemos hacerlo, pero yo de momento no los voy a votar.
Prefiero que me cueste el pan más caro a que estos me sigan tomando por tonto.
Si... ya se que como en las peleas de colegio, "¡Los otros también lo han hecho y más!. Ya pero no querían que habláramos del presente, en el presente ellos se comportan así y como en el colegio... ¡Y aún más!
De todas formas me alegro que todos estos personajes crean en su “dios”. Me alegro porque si creen en ese dios también creerán en el infierno, que es, según exponen sus propios libros de dogma, donde ellos irán por todo el mal que hacen al prójimo, aunque después se confiesen. Se que irán al infierno y yo estoy feliz por ello.
Por mi parte, como no creo en su dios, no iré al infierno, aunque según ellos también me lo merezco, pero como yo no creo es probable que no vaya. Yo me iré a la mierda, pero eso sí, con mucha dignidad y mucho porte.

lunes, 3 de marzo de 2008

Duatlon y Primavera o viceversa

Llegó la primavera, no oficial pero si de forma extraoficial. Ayer se inauguró la terraza. Con veinticinco grados y un sol radiante, se sirvió en la terraza el primer aperitivo de la temporada. Los asistentes ataviados con las mejores galas del verano, pantalón corto, chanclas y camisetas disfrutamos de una buena ración de “don pedritos”, vermuts, cascaruja,

Trioráculos y Chitos (de la huerta de Murcia)

mejilloncicos y demás vituallas de guerra. Al finalizar el ágape, los presentes animados por el “rico estar” y por la “belleza del paisaje” persistieron en su actitud y no quedó más remedio que servir una comida. Por la rapidez de los acontecimientos, la “señora” de la casa no pudo preparar viandas de primer nivel y nos decantamos por lo más socorrido, es decir, morcillicas, patatas asadas y demás pitanza del mismo calado calórico y rapidez en la elaboración. Se acabó con una merienda, al tibio, a las seis y media ya sólo era tibio, sol del atardecer. ¡Vamos “pá echarnos a llorar”!. ¡Seis kilos “p' al cuerpo” en una “sentá”!.

En cuanto a los aconteceres deportivos, pocos y malos... El resumen mensual refleja que este ha sido el mes con menos horas de trabajo desde hace más de un año y medio. Semanas recortadas y con poca calidad=falta de entusiasmo en el entreno. Como buenamente hemos podido se ha pasado la crisis y de nuevo nos dirigimos

Mi zagal pequeño (el juez), el resto parte del equipo medalla de bronce de duatlón en el cto. de España de hace unos añicos, más gordos y más viejos

hacia el comienzo del mes con las mismas buenas disposiciones que hacemos siempre y que solamente el tiempo y la falta de disciplina nos hace ponernos frente a la cruel realidad.

Ayer tocaba descanso pero como la semana pasada no salí en la bicicleta ni sábado ni

El nenico corriendo o algo parecido.

domingo, me tomé la licencia de salir con la peña de Algezares. Hicimos noventa kilómetros a 30 por hora de media. La peña no es que sea de superclases, es que ayer aparecieron tres ciclistas de otra peña que se les había hecho tarde y claro aquello se convirtió en una carrera, en la primero tirábamos los unos pretendiendo que se cortaran los otros, para inmediatamente después tirar los otros intentando que los que se quedaran fueron los unos. El caso es que no juntamos más de quince tíos y así es más fácil ir deprisa, sobre todo si van todo el mundo “picao”. La ruta era la primera vez que la hacía y me gustó mucho. Un día tenemos que repetirla con Stani. Se iba hasta Ulea para volver por el otro margen del río, a la sombra de la poca huerta que queda por la parte de Archena.

Otra novedad es que me he buscado un grupo de natación. No se cuanto tiempo aguantaré con ellos pero lo voy a intentar. Resulta que en los vestuarios un chico me preguntó si hacía travesías. No, le contesté. ¿Porqué lo preguntas?. Por el dorsal que llevas pintado en el gorro. Le expliqué que hacía triatlón y que iba a nadar más para purgar mis pecados que para mejorar, pues cada día lo hacía peor. Me comentó que a las diez de la noche había un grupo que estaba bien y que se corregían entre ellos. Eran máster que en sus tiempos nadaban rápido pero que ahora se quitaban el gusanillo con su propio grupo y a veces hacía travesías. El viernes fui a sopar y no estaba mal, por lo menos se daban caña y se corregían entre ellos. Mi nuevo amigo me presentó y me aceptaron como “pezqueñín”. Prometieron no hacerme aguadillas y cuidarme como un hijo. Lo malo es que van de diez a once de la noche Lunes, Miércoles y Viernes, intentaré acoplarme a ellos, aunque sea sólo un mes, si mejoro algo, por un mes, merece la pena el esfuerzo.

Ayer disputé, si se puede llamar disputar a lo que protagonicé, mi primer duatlón de la temporada, esperemos que no sea el último. Mi entrenador me ha regañado, diciéndome que parecía que la cosa no iba conmigo... Acepto a regañadientes la reprimenda, más porque a mi edad, los ancianos somos así, no estamos muy receptivos, que por falta de razón, pero es que “uno es asín”.

Juan, Garban y Stani. Tres patas pá un banco

Lo bonito del sitio era que estaba junto al mar. También tenía de positivo que los acompañantes disfrutaban de la prueba pues nos veían si moverse ni un metro un montón de veces. Como negativo podríamos enumerar el vendaval que hacía, más propio de la “American Cup” que de un duatlón y que el circuito eran fundamentalmente dos rectas una de unos teóricos 1.250 mts. que luego se quedarían en 1.135, así que le faltaban quinientos metros a los cinco mil de la carrera a pie. ¡Tiene cojones que en una recta de más de diez kilómetros que tiene ese paseo, se equivoquen en 120 mtrs.!. ¿Será por falta de sitio?. Después había que dar cuatro vueltas a otra recta que culminaba en dos redondas, que con doscientos tíos era peligrosísimas. De hecho todas las retiradas, excepto las de mi hijo que fue porque se le descoñó la cala de la bici, ¡tanto tiempo sin usar! y Román que pinchó (jua, jua, jua ¡no me lo creo!) fueron por caídas en los grupos que se formaban.

¿Cómo me fue la carrera?, pues depende. Si lo miramos en términos absolutos, fue un pequeño desastre. Si lo miramos como me lo pasé, pues cojonuda, disfruté como un enano. Nada más comenzar a calentar tuve un pinchazo en la parte de atrás del muslo izquierdo. Me dolía bastante, la realidad es que aún me duele y tengo que consultar que hago. Por una parte creo que debo seguir entrenando, por otra, si se rompe definitivamente, espero que no, me parará por lo menos veinte días... El caso es que sabía que no iba a correr todo lo rápido que podría, lo cierto es que no me encontré mal en la carrera a pie, el pinchazo no es excusa, pues una vez caliente apenas lo noté. En la salida, sólo se me oía hablar a mí, con las bromas y ocurrencias de siempre, de ahí es de donde creo que mi entrenador saca lo de la falta de interés, lo siento... El caso es que salimos bien, estaba en el sitio que me correspondía, quizás un poco atrás, pero el cinco mil es una distancia que se me atraganta mucho. La transición fue patética, decir que mi entrenador y mi santa me las cronometraron y en la primera tardé dos minutos y otros tantos en la segunda. Perdí maquillándome y dándome lustre en boxes al menos tres minutos y pico respecto a los del grupo que iban conmigo. En la bici pequé de pardillo. ¡Claro, una cosa es predicar y otra dar trigo!. La teoría me la sé, pero la práctica es otra cosa. Me pasaron dos que fueron los que hicieron el segundo grupo, el que a la postre perseguiría al grupo de Stani, los dos entramos a boxes practicamente juntos y el salió un día y medio antes, así no hay quien lo coja...jajajaja. El caso es que me pasan dos pollos a cuarenta por hora, me pego a rueda y me llevaban muerto. Pienso, son cuatro vueltas a este ritmo y me muero. Los dejo ir, ese fue el primer error, si me reviento allí, hubiera llegado al grupo bueno, pues después cuando se hizo el grande, la cosa cambió radicalmente. El caso es cojo por detrás y hacemos un grupo de cuatro. Ibamos dos de Cieza, otro y Plazas (el hermano pequeño) que se dió un paseo a nuestra costa, para luego dejarnos en la transición a pie (es un crack, como nos la metió doblá el chiquillo). El caso es que los dos Carrillo tirámos y el resto a cola. En un sentido se volaba pero a la vuelta el vendaval te daba en “tos los morros” y siempre a los mismos. Llegamos a la cola del grupo bueno, con tan mala suerte de que es en la rotonda de vuelta, me quedo en la cola a darme un respiro y el efecto látigo de la salida, hace que el junior, el pobre es aún más pringaillo que yo, se va de rueda, cuando levanto la cabeza veo que se nos han ido treinta metros y ya fue imposible volver a cogerlos. El resto de la bici la hicimos contra las olas, al final siempre terminamos en la orilla. Por detrás y a trescientos metros de boxes me pilla un grupo, en ese momento mis compañeros se había quedado de rueda y me comía todo el aire yo solico, donde iban todos los que había ido dejando en veinte kilómetros. En el pelotón va Juan, nuestro compañero de entrenos. Me da un pellizco en el culete, miro y exclamo. ¡Coño Juan!. ¡Pues ya estamos “tós”. Tenía primero que recuperarme del golpe moral y luego buscar fuerzas, ¡estaría bueno que me ganara Juan!. No por nada, que es un gran chico y además entrena un huevo, es más que nada por “el pundonor humano de uno mismo”... jajajajaja. El caso es que intento hacer una buena transición y sale otra mierda. Salimos a correr yo unos metros delante de mi compañero y por supuesto con el objetivo de pillar a Stani descartado, pues había entrado en un gran grupo y había volado en la bici. Aprieto los machos y pongo un buen ritmico, más que nada para que Juan se castigase si quería ganarme, siempre dejando algo para tener un par de cambios a la vuelta del cono. Cuando doy la vuelta y veo que no me ha cogido y aún le faltaba algo para llegar ya sabía que de regreso no me cogería... Corrí todo lo que pude, teniendo en cuenta las circunstancias y llegó un par de metrillos por delante de mi compañero. Así que tendré que practicar las transiciones e intentar mejorar, porque sino ni podré pillar a Stani y seguramente Juan, mejor ciclista que yo, me pasará por la piedra en cuanto me descuide. Al final unas cervecicas con Xarli, que estaba un pelín lejos de nosotros, no mucho y para casa. Ponemos fotos y hago en este momento acto de contrición para tomármelo un poco más en serio la próxima vez.

El domingo me toca ser suplemente de una mesa. ¡Como falle el titular lo pico!. Me presentaré vestido de ciclista y rezaré todo lo que sepa para que pueda salir en la bici en cuanto se constituya la mesa. Lo siento por los otros, pero espero que ganen los míos. Los otros me están haciendo todo el daño que pueden y con las cosas de comer no se juega.

¡Hasta pronto, querido diario!

P.D.: Gracias a Mariló, fotógrafa oficial por las fotos.