lunes, 3 de marzo de 2008

Duatlon y Primavera o viceversa

Llegó la primavera, no oficial pero si de forma extraoficial. Ayer se inauguró la terraza. Con veinticinco grados y un sol radiante, se sirvió en la terraza el primer aperitivo de la temporada. Los asistentes ataviados con las mejores galas del verano, pantalón corto, chanclas y camisetas disfrutamos de una buena ración de “don pedritos”, vermuts, cascaruja,

Trioráculos y Chitos (de la huerta de Murcia)

mejilloncicos y demás vituallas de guerra. Al finalizar el ágape, los presentes animados por el “rico estar” y por la “belleza del paisaje” persistieron en su actitud y no quedó más remedio que servir una comida. Por la rapidez de los acontecimientos, la “señora” de la casa no pudo preparar viandas de primer nivel y nos decantamos por lo más socorrido, es decir, morcillicas, patatas asadas y demás pitanza del mismo calado calórico y rapidez en la elaboración. Se acabó con una merienda, al tibio, a las seis y media ya sólo era tibio, sol del atardecer. ¡Vamos “pá echarnos a llorar”!. ¡Seis kilos “p' al cuerpo” en una “sentá”!.

En cuanto a los aconteceres deportivos, pocos y malos... El resumen mensual refleja que este ha sido el mes con menos horas de trabajo desde hace más de un año y medio. Semanas recortadas y con poca calidad=falta de entusiasmo en el entreno. Como buenamente hemos podido se ha pasado la crisis y de nuevo nos dirigimos

Mi zagal pequeño (el juez), el resto parte del equipo medalla de bronce de duatlón en el cto. de España de hace unos añicos, más gordos y más viejos

hacia el comienzo del mes con las mismas buenas disposiciones que hacemos siempre y que solamente el tiempo y la falta de disciplina nos hace ponernos frente a la cruel realidad.

Ayer tocaba descanso pero como la semana pasada no salí en la bicicleta ni sábado ni

El nenico corriendo o algo parecido.

domingo, me tomé la licencia de salir con la peña de Algezares. Hicimos noventa kilómetros a 30 por hora de media. La peña no es que sea de superclases, es que ayer aparecieron tres ciclistas de otra peña que se les había hecho tarde y claro aquello se convirtió en una carrera, en la primero tirábamos los unos pretendiendo que se cortaran los otros, para inmediatamente después tirar los otros intentando que los que se quedaran fueron los unos. El caso es que no juntamos más de quince tíos y así es más fácil ir deprisa, sobre todo si van todo el mundo “picao”. La ruta era la primera vez que la hacía y me gustó mucho. Un día tenemos que repetirla con Stani. Se iba hasta Ulea para volver por el otro margen del río, a la sombra de la poca huerta que queda por la parte de Archena.

Otra novedad es que me he buscado un grupo de natación. No se cuanto tiempo aguantaré con ellos pero lo voy a intentar. Resulta que en los vestuarios un chico me preguntó si hacía travesías. No, le contesté. ¿Porqué lo preguntas?. Por el dorsal que llevas pintado en el gorro. Le expliqué que hacía triatlón y que iba a nadar más para purgar mis pecados que para mejorar, pues cada día lo hacía peor. Me comentó que a las diez de la noche había un grupo que estaba bien y que se corregían entre ellos. Eran máster que en sus tiempos nadaban rápido pero que ahora se quitaban el gusanillo con su propio grupo y a veces hacía travesías. El viernes fui a sopar y no estaba mal, por lo menos se daban caña y se corregían entre ellos. Mi nuevo amigo me presentó y me aceptaron como “pezqueñín”. Prometieron no hacerme aguadillas y cuidarme como un hijo. Lo malo es que van de diez a once de la noche Lunes, Miércoles y Viernes, intentaré acoplarme a ellos, aunque sea sólo un mes, si mejoro algo, por un mes, merece la pena el esfuerzo.

Ayer disputé, si se puede llamar disputar a lo que protagonicé, mi primer duatlón de la temporada, esperemos que no sea el último. Mi entrenador me ha regañado, diciéndome que parecía que la cosa no iba conmigo... Acepto a regañadientes la reprimenda, más porque a mi edad, los ancianos somos así, no estamos muy receptivos, que por falta de razón, pero es que “uno es asín”.

Juan, Garban y Stani. Tres patas pá un banco

Lo bonito del sitio era que estaba junto al mar. También tenía de positivo que los acompañantes disfrutaban de la prueba pues nos veían si moverse ni un metro un montón de veces. Como negativo podríamos enumerar el vendaval que hacía, más propio de la “American Cup” que de un duatlón y que el circuito eran fundamentalmente dos rectas una de unos teóricos 1.250 mts. que luego se quedarían en 1.135, así que le faltaban quinientos metros a los cinco mil de la carrera a pie. ¡Tiene cojones que en una recta de más de diez kilómetros que tiene ese paseo, se equivoquen en 120 mtrs.!. ¿Será por falta de sitio?. Después había que dar cuatro vueltas a otra recta que culminaba en dos redondas, que con doscientos tíos era peligrosísimas. De hecho todas las retiradas, excepto las de mi hijo que fue porque se le descoñó la cala de la bici, ¡tanto tiempo sin usar! y Román que pinchó (jua, jua, jua ¡no me lo creo!) fueron por caídas en los grupos que se formaban.

¿Cómo me fue la carrera?, pues depende. Si lo miramos en términos absolutos, fue un pequeño desastre. Si lo miramos como me lo pasé, pues cojonuda, disfruté como un enano. Nada más comenzar a calentar tuve un pinchazo en la parte de atrás del muslo izquierdo. Me dolía bastante, la realidad es que aún me duele y tengo que consultar que hago. Por una parte creo que debo seguir entrenando, por otra, si se rompe definitivamente, espero que no, me parará por lo menos veinte días... El caso es que sabía que no iba a correr todo lo rápido que podría, lo cierto es que no me encontré mal en la carrera a pie, el pinchazo no es excusa, pues una vez caliente apenas lo noté. En la salida, sólo se me oía hablar a mí, con las bromas y ocurrencias de siempre, de ahí es de donde creo que mi entrenador saca lo de la falta de interés, lo siento... El caso es que salimos bien, estaba en el sitio que me correspondía, quizás un poco atrás, pero el cinco mil es una distancia que se me atraganta mucho. La transición fue patética, decir que mi entrenador y mi santa me las cronometraron y en la primera tardé dos minutos y otros tantos en la segunda. Perdí maquillándome y dándome lustre en boxes al menos tres minutos y pico respecto a los del grupo que iban conmigo. En la bici pequé de pardillo. ¡Claro, una cosa es predicar y otra dar trigo!. La teoría me la sé, pero la práctica es otra cosa. Me pasaron dos que fueron los que hicieron el segundo grupo, el que a la postre perseguiría al grupo de Stani, los dos entramos a boxes practicamente juntos y el salió un día y medio antes, así no hay quien lo coja...jajajaja. El caso es que me pasan dos pollos a cuarenta por hora, me pego a rueda y me llevaban muerto. Pienso, son cuatro vueltas a este ritmo y me muero. Los dejo ir, ese fue el primer error, si me reviento allí, hubiera llegado al grupo bueno, pues después cuando se hizo el grande, la cosa cambió radicalmente. El caso es cojo por detrás y hacemos un grupo de cuatro. Ibamos dos de Cieza, otro y Plazas (el hermano pequeño) que se dió un paseo a nuestra costa, para luego dejarnos en la transición a pie (es un crack, como nos la metió doblá el chiquillo). El caso es que los dos Carrillo tirámos y el resto a cola. En un sentido se volaba pero a la vuelta el vendaval te daba en “tos los morros” y siempre a los mismos. Llegamos a la cola del grupo bueno, con tan mala suerte de que es en la rotonda de vuelta, me quedo en la cola a darme un respiro y el efecto látigo de la salida, hace que el junior, el pobre es aún más pringaillo que yo, se va de rueda, cuando levanto la cabeza veo que se nos han ido treinta metros y ya fue imposible volver a cogerlos. El resto de la bici la hicimos contra las olas, al final siempre terminamos en la orilla. Por detrás y a trescientos metros de boxes me pilla un grupo, en ese momento mis compañeros se había quedado de rueda y me comía todo el aire yo solico, donde iban todos los que había ido dejando en veinte kilómetros. En el pelotón va Juan, nuestro compañero de entrenos. Me da un pellizco en el culete, miro y exclamo. ¡Coño Juan!. ¡Pues ya estamos “tós”. Tenía primero que recuperarme del golpe moral y luego buscar fuerzas, ¡estaría bueno que me ganara Juan!. No por nada, que es un gran chico y además entrena un huevo, es más que nada por “el pundonor humano de uno mismo”... jajajajaja. El caso es que intento hacer una buena transición y sale otra mierda. Salimos a correr yo unos metros delante de mi compañero y por supuesto con el objetivo de pillar a Stani descartado, pues había entrado en un gran grupo y había volado en la bici. Aprieto los machos y pongo un buen ritmico, más que nada para que Juan se castigase si quería ganarme, siempre dejando algo para tener un par de cambios a la vuelta del cono. Cuando doy la vuelta y veo que no me ha cogido y aún le faltaba algo para llegar ya sabía que de regreso no me cogería... Corrí todo lo que pude, teniendo en cuenta las circunstancias y llegó un par de metrillos por delante de mi compañero. Así que tendré que practicar las transiciones e intentar mejorar, porque sino ni podré pillar a Stani y seguramente Juan, mejor ciclista que yo, me pasará por la piedra en cuanto me descuide. Al final unas cervecicas con Xarli, que estaba un pelín lejos de nosotros, no mucho y para casa. Ponemos fotos y hago en este momento acto de contrición para tomármelo un poco más en serio la próxima vez.

El domingo me toca ser suplemente de una mesa. ¡Como falle el titular lo pico!. Me presentaré vestido de ciclista y rezaré todo lo que sepa para que pueda salir en la bici en cuanto se constituya la mesa. Lo siento por los otros, pero espero que ganen los míos. Los otros me están haciendo todo el daño que pueden y con las cosas de comer no se juega.

¡Hasta pronto, querido diario!

P.D.: Gracias a Mariló, fotógrafa oficial por las fotos.

4 comentarios:

magopepo dijo...

Hola maestro, muy buenas. ¿Dónde dices que vas a ir los lunes, miercoles Y VIERNES de diez a once de la noche? Anda yaaaaaa...

Pilar, amiga, que a esas horas no hay piscinas decentes abiertas, mira a ver que a este con cuatro triatlones más nos lo pervierten.

Ilusionados saludos.

Zarautz Masters dijo...

MUY BIEN! ya veras como se nota la diferencia entre nadar sólo o introducirte en la disciplina de un grupo! y ademas Masters! Con esto el segmento del agua del Tri de Zarautz lo tienes dominado! saludos. PD: lo malo es de 10 a 11 de la noche! pero a que hora cierran las piscinas en Murcia? aqui cierran a las 21.30. las abren a las 6 a.m.

Lourdes dijo...

¿¿¿De 10 a 11???. No sé, no sé, yo creo que a esas horas el agua tiene que estar un poco turbia ¿no?, digo, despues de todo el dia.
De todas formas por lo que leo en vuestros blogs, os faltan horas para tanta disciplina que entrenáis, que si bici, que si nadar, correr. Claro, habrá que dejar algunas horas para trabajar.
Que sigáis bien
muxus

XARLI dijo...

¿No tenías otras foto para poner de la carrera a pie?... ¡así dejas bien claro que ibas por delante de mi, eh!
En cuanto a lo de las arengas en la línea de salida, ¡en eso eres el campeón de campeones!... ¡qué jodío el tío, como raja!
Y por último, sobre la narración de la carrera sólo 2 cosicas: a ver si alguna vez puedo contar yo esas batallitas de pillar grupos y así, porque con lo poco que corro voy siempre solico, en plan contrarreloj y contra el viento (como fue el caso) y la otra, que me alegro de que alguien sea más torpe que yo en las transiciones, ja,ja. Lo del consuelo de los tonticos, ya se sabe.