martes, 25 de septiembre de 2007

Esta semana quería ser de trabajo... jajajajajaja

Lo que tenía que ser una semana de descanso y que pensaba no tomármela pues estoy muy gordo y quería comenzar a perder peso, se quedó como estaba escrito en el plan como eso, como semana de descanso.
Desde el lunes hasta el miércoles lo pasamos, mejor que en brazos, en Granada. Allí fuimos a visitar a una tía de mi santa. De Granada, como de casi toda España, lo más que conocía era los pabellones y algún que otro campo de fútbol de mi época de entrenador de balonmano y jugador de rugby. También conocía la Alhambra, monumento que no pude dejar de visitar en nuestro cutre viaje de novios a bordo de la “Alsina”. La tía Beatriz nos llevó por todos los sitios que no se deben dejar de conocer del riquísimo centro histórico de la ciudad. Su títa, una señora de una edad, es también un referente en lo que se denomina la salida a tomar unas tapas y un “ligero” aperitivo. No dejamos bar que mereciera la pena sin visitar en las pocas horas que allí estuvimos. Lo único malo de Granada es que no hay “Estrella de Levante”. Tengo que ser un poco más transigente y aceptar cervezas de otra fábrica. Una de las muchas cosas que me gustaron pero que más me impresionó es ver el “encendido” de la Alhambra desde el carmen del tío Paco. El tío Paco, no era otro que Francisco Izquierdo, afamado pintor, escritor, periodista, contertulio y presidente de varias Academias, de esas de mayúsculas, como la de las Letras de Granada y algunas más. Son famosas sus tertulias en la terracica del carmen, bajo el manto del castillo árabe, refrigerados por algún vino o licor exquisito. En esas tertulias sólo el tío hablaba y nadie osaba cortar su discurso, excepto un cuñao que tengo yo que es un insconsciente y que el tito callaba con sólo una mirada. Contaba historias de rincones de Granada, de sus personas y sus personajes. Las horas pasaban en un tris y era frecuente que apagaran las luces de la Alhambra antes de que el tío Paco acabara con sus hermosos, divertidos y curiosos relatos. Yo personalmente lo conocí poco, un par de ligeras conversaciones en algún que otro sarao familiar, es obvio que el personaje no era familia mía, sino tito de mi santa, sólo ella podría ser estirpe de alguien con clase, cultura, conocimientos y merecedora del respeto de todo un pueblo. Para el comienzo de la próxima primavera se prepara un gran homenaje, exposiciones de pintura y fotografía, reedición de libros del autor. Todo un festín en honor del tío. Lo que más me gustó es que en una de la fotos que se expondrán en el macro homenaje hay una de mi santica, eso sí en compañía de primos, hermanos y demás familia, como enuncian las esquelas, pero vamos, que al final mi santa va a ser famosa antes que yo. Igual la llaman para alguna tertulia, a fin de cuentas un primico de ella es presentador de televisión, lo que es estar sólo un escalón por debajo de los ministros y los reyes…
El jueves lo dediqué a espiar los excesos de los tres días anteriores y me puse como penitencia una doble sesión. Por la mañana 1.600 mts. de natación, por cierto, que el Capitán Bajoca se está tomando unas libertades, que veremos si no tengo que pararle los pies… Ayer no tuvo otra cosa que hacer que criticar mi “excelso estilo natatorio”, diciendo que meto los bracicos en el agua no más allá de mis orejas y que cuando va tras de mí en la piscina tiene que ir frenándose para no darme en los pies… ¡Esta juventud es atrevida y además no tiene vergüenza. ¿Qué yo nado mal y lento?. ¡Amos…!. Por la tarde cuarenta y cinco minutos de spining que me vienen muy bien para sudar, sobre todo para esto pues hace un calor en la sala que te cagas, además de para intentar mantener algo mi forma física, pues saco poco a “la china”. El viernes tocaba descanso y el sábado pensaba salir con la bici… El viernes nos fuimos de cena, como sabe todo el mundo, el Stani y compañía, Xarli y su media naranja, El Lobo y su nena y me santica y un servidor. Se terminó tarde y moajos, más por dentro que por fuera, aunque por fuera también caía agua “a manta” como riegan en la huerta. El sábado entre que me levanté tarde porque tuve una leve “corná” y que tuve que asistir a mis padres de una “pequeña gran inundación” en su casa me fue imposible acudir a las dos citas que tenía, montar en bici y acudir al almuerzo que se había apalabrado con Stani y el Lobo.
El domingo, ya recuperado del revolcón de toro del viernes y sin necesidad de tener que hacer el papel del 112, monté a “la china” y me fui con la peña ciclista de Algezares, Peña Cresta del Gallo a realizar la salida propuesta. La marcha de 81 kilómetros salía de Algezares y pasando por San Ginés, Alcantarilla, Barqueros, con la subida al Cabezo Negro, Albudeite, Campos del Río, Torres de Cotillas y regreso de nuevo por Alcantarilla y demás. Nos salieron 81 kilómetros que nos ventilamos en tres horicas escasas. El recorrido es duro, pues el terreno tiene, sin ser puertos de montaña, el recorrido por las estribaciones de Sierra Espuña, ladera orientada a la zona de Pliego y Mula y se está constantemente subiendo y bajando. La etapa además se hizo dura porque estuvo lloviéndonos desde el comienzo de la subida al Cabezo Negro hasta Barqueros. Como siempre en la peña se marcan los altos a disputar y hubo un gran ambiente toda la mañana. El grupo, de diez componentes (fue una gran asistencia, nunca solemos ir tantos) se partía en todas y cada una de las subidas en dos, por delante los que andaban algo más y detrás los de “algo menos”. Siempre al final de cada subida se espera a los últimos. En el primer “alto” llegué hasta la cima en el grupo de cabeza, en los sucesivos me quedé cortao a escasos metros de coronar, se ve que los once kilos hacen mella en mi organismo, siempre estuve entre los cuatro primeros… Bajando hacia las Torres de Cotillas demarré en compañía de “La Perla y Termineitor” y logré cortar al resto del grupo pero nuestra hazaña, como somos unos pringaíllos globeros no tuvo la repercusión mediática que tienen cuando “los elite” de la peña llegan primeros en los puertos de montaña.
El lunes nadé dos mil metros por la mañana y por la tarde, aunque no tocaba, me impuse el castigo de hacer 45 minutos de spining, tengo que perder kilos como sea. En la clase de bike me acompañó el Capitán Bajoca y montamos un pequeño revuelo que casi nos cuesta la expulsión inmediata, como en Gran Hermano, eso nos pasa por estar todo el rato riéndonos, hasta que la monitora que está más fuerte que los pilares del Puente Viejo, creyó que estábamos mofándonos de ella y se vino a recriminarnos. La situación, como siempre, la salvó el Capitán que con unos ojos amorosos, como él solo sabe ponerlos, le explicó a la chica que la risa venía motivada porque veníamos directamente de una “despedida de soltero” que comenzó el viernes y que los psicotrópicos aún anidaban en nosotros…
Ya he recibido el plan del Octubre, no tengo que doblar ningún día, pero si puedo lo haré todos, intentaré bajar peso como sea… Este domingo tenemos un problemilla, en principio teníamos que ir a Totana a una carrera de 10 km. que es todo subida. El tema está en que el sábado es el “santo” del Capitán, su aniversario de boda y no se cuantas cosas más, como es tan roñoso lo puso todo el mismo día para con una celebración despacharse. El problema radica en que si “toma” de más no va a ir a la carrera y a mí no me apetece irme solo, así que si no lo tiene claro no nos inscribimos y me iré con la peña de la bici. ¡Ya veremos!
Esta semana, seguramente, tendré otra entrada en el diario. El viernes entre efluvios de alcohol acordamos que haríamos tres relatos sobre la “Murcia que se nos fue” una descripción de la ciudad que unos conocimos y otros de la huerta que finiquitó. Stani, Xarli y yo quedamos en trabajarnos una trilogía y que yo sería el primero en comenzar. Ya tengo un pequeño esbozo de lo que quiero contar… Espero que guste…
Hasta pronto, querido diario.

Esto es un incunable, así que estad atentos a la pantalla

5 comentarios:

capitanbajoca dijo...

Por alusiones, en la natación cuando metes los bracicos parece que te estas apartando el flequillo de lo cerca que los metes de la cara.

El Capitán no es roñoso, sino ahorrativo, pa que tanto beber e invitar si luego tos borrachos no os acordais quien pago.
He dicho.

magopepo dijo...

El flequillo, dice. Será jodido el hermanito!!!

Divertidos saludos

Anónimo dijo...

Paco me alegro de ver que sigues en la brecha. Yo poco a poco retomando el hábito de hacer algo más que tomar cervezas.

Si quieres ver los progresos de mi niña, visita www.galeriade.com/franbalibrea

Saludos y prometo subir a la pista un día de estos a saludarte.

Fran.

Andreseitor dijo...

Granada! ay!!! Fíjate que probé antes una Alhambra que una Estrella. Ambas distintas, ambas bien ricas, eso sí, es su ciudad. Fuera de ellas saben distintas.

La Murcia que ya no es?: si se ha pasado de las alpargatas al Mercedes en 20 años!!!. Hay mucho para escribir. Ánimo.

Jetlag-Man dijo...

Macho, los de la peña ciclista montando Dura Ace para reducir 40 gr el peso, y tú con 11 kg añadidos vas a rueda (ese es mi territorio, ya que trabajo en Librilla): ¡Iron Man for ever!
Buena crónica, y deseando aprender algo sobre Murcia, que sólo conozco El Corte Inglés -y lo odio-.