lunes, 15 de octubre de 2007

¡Arreglaos vamos!, Historia de un tragón.


Ayer mi hijo me describió. Fue algo ácido, pero fiel reflejo de la realidad. Inquirido sobre mi apariencia, uno tiene que complejo de “cuerposaco”, me dijo: “Papá, pareces un Chupa Chups. Las piernas finicas, finicas y la barriga el caramelo al final del palo”. La frase es cruel, cuando a uno le pueda doler la respuesta lo mejor es no preguntar, pero mirándome en el espejo y con el maillot rojo que llevaba parecía un Chupa-Chups de fresa.
¿A qué viene esto?, pensarás querido diario. Pues viene como reflexión, qué la vida es un continuo luchar contra las olas… Al final siempre acabas en la orilla… Hace unos pocos meses era un “hombre de hierro”, una sílfide, un bollicao, un hombre maduro pero que aún tenía su público…Ahora soy un juguete roto… ¡Qué cierto!. Agua pasada no mueve molino. Como soy un ser voluble pues uno se confía y se deja mecer por las querencias y pasiones terrenales. La historia es la siguiente. Confiado en mi superior condición física pensé, ¡qué malo es pensar!, erróneamente, por supuesto, que siguiendo mis ritmos de entrenamiento, me pondría en forma y perdería peso. El caso es que, aunque llevaba algo de cuidado, no eliminé drástica y definitivamente esos caprichos que uno se da. Una mano de donpedritos, unos vermutcicos, esas tapicas… Al final lo que ha ocurrido es que me he pegado una “filetá” a entrenar que no me ha servido para nada. Comenzé el 1 de septiembre con 73 kilos y sigo ahora mismo en esos mismos 73, ¡qué si no hubiera entrenado se habrían transformado en 80!. Así que ese no es el camino. ¡Y de aquellos polvos, estos lodos!. El jueves fiesta en el trastero del Stani. Según dicen las malas lenguas, pá mí que la botella estaba empezá, nos soplamos entre El Lobo, Xarli, el Stani y un servidor de las monjas un litro de ginebra de esa azul que tiene poderes afrodisíacos. El viernes era el santo de mi señora y diluviaba. También era nuestro aniversario de bodas, veintidós añicos que lleva soportándome, con contrato, que en “economía sumergida” estuvimos otro buen puñao. Me encontraba malico, no tenía muchas ganas de fiesta. Aparte del poder de la ginebra, que te pone contento media hora y te deja el cuerpo pá el arrastre tres días, no me encuentro demasiado bien. Tengo un dolor intensísimo en el gemelo, como cuando te da un calambre que me baja hasta el tobillo y me sube por el brazo. Sentado cuando el muslo se presiona con la silla aún me duele más. Pues la casa, como las plazas de toros, abarrotá, mi ánimo muy bajo, así que lo que tomé me sentó como un tiro. Encima no pude entrenar, ni el cuerpo, ni el tiempo lo permitieron. Acabamos cómo las procesiones, de madrugá. Ya llevaba un puntazo del jueves y una cornada con dos trayectorias del viernes y el sábado tenía que ir a correr a Rafal. La carrera salió “un pan como una torta”, como dicen por aquí. No quedé el último de milagro. En los primeros metros ya no podía ni respirar. Antes en la línea de salida recibí elogios del calibre: ¡”Garban, has cogido peso”. U otro del estilo: ¿No tenías otra ropa para competir que te hiciera mejor cuerpo?, ¡pareces una morcilla!. El mejor fue uno que creyendo que no lo escuchaba aseveró: “Creo que la bici cuando el Garban se baja, hace como los caballos, ¡relincha de gusto!.”. La carrera fue algo patético desde su inicio hasta el final. Cuando llegué a la meta, como aquello estaba vacío, creí que había ganado y me dirigí a mi entrenador a darle las gracias por su ayuda para conseguir la victoria. Conforme me acercaba comenzó a hacerme señas, de que siguiera de largo y que fingiera no conocerle. ¡Se avergonzó de mí!. Para celebrar tan estrepitoso fracaso, el mismo sábado nos fuimos a cenar un grupo de atletas en casa de del entrenador y acabamos con las existencias de productos cerdícolas, donpedritos y licores en general.
El domingo, comencé mi nueva vida. Me levanté a las siete de la mañana para hacer la ruta con la peña ciclista. Unos cien kilómetros con subida a Sierra Espuña, Gebas y La Cola del Caballo. Un morir continuo, un sufrir de escándalo… ¡Qué ganas tenía de llegar a casa!. El caso es que si el sábado fue patético, el domingo fue para ponerse a llorar. Como había comenzado una nueva vida, no me quedé a las cervecicas de la peña, también porque se hizo tardísimo, pero me autoconvencí de que lo hacía porque era “un hombre nuevo”. Por la tarde asistí al cumpleaños de Candela, la nenica del Capitán Bajoca y de nuevo volví a caer en la tentación, no era el hombre de voluntad férrea, sino un vil pecador. Acabamos con los donpedritos y nos conjuramos para no volver a tomar ni uno más a partir de hoy mismo.
El caso es que me levanto y delante de todos digo: ¡Buenos días, mi nombre es Garbanzito y soy un tragaldabas!, pero espero que con vuestra ayuda me rehabilite…
P.D.: El entrenador de natación ya no lo necesito, con la grasa que abraza mi cuerpo tengo mayor índice de flotabilidad que las plataformas petrolíferas del Mar del Norte.
Espero que pronto pueda escribir algo más divertido y hablar del profesor de natación, pero ahora sólo estoy para esconderme y esperar a comenzar a adelgazar

10 comentarios:

Jetlag-Man dijo...

Qué razón tienes. o nos dejamos tó, o los perennes "músculos rotadores" no hay quien los queme. El domingo pasé por tu rotonda. Menos mal que no te encontré, o ¡me habrías llevado a Sierra Espuña!

Abrazos y ánimo

aixiya dijo...

A este paso vas a caer en la anorexia! Deja de preocuparte por tu peso e imagen, entrena como debes, alimentate de forma sana y un par de donpreditos (sólo un par) y vive la vida! Parece mentira que te lo tenga que decir un tierno infante como yo! jeh! jeh! PD:como me quede en el capitulo dos del manual del atleta popular, en mi primera popular de la temporada fracaso total, eso si de vestimenta perfecto (deje en casa la camiseta de Benidorm).saludos

capitanbajoca dijo...

Garban, alma de cantaro, no te preocupes que lo peor es darle tantas vueltas a la hormigonera, pa olvidar esta tarde despues del spining y la piscina nos daremos otra mano de quintos pa olvidar.., que ya lo dice Gorka que la vida son dos días y nosotros ya hemos gastado uno y pico.

stani dijo...

Acho! que el dolor ese del gemelo lo mismo es un infarto de riñon o un esguince en el pulmón,jajaj,

PD. Ya te vi el sábado que habías hecho una declaración de intenciones y no ibas a beber más, mejor dicho ibas a beber lo mismo. jajaj.
PD2. Como llegues a San Martín con ese peso lo mismo te subimos a la mesa,jajaj

Anónimo dijo...

Paco pero haz caso a tu hermano que sabe bien lo que dice. Esto de sufrir y sufrir al final paque... no te obsesiones hombre con el peso y vive la vida..sin pasarse.. pero disfruta.

Saludos.
Bali

eva dijo...

A mí los gorditos me parecen muy ... ¿graciosos?.

Nooooo, es broma. Que de las fotos que cuelgas en el blog no se te ve en absoluto orondo, que en las del año pasado se te veía un pelín cadavérico, que por demasiado delgado también te puede dar un jamacuco ... y un montón de cosas más para consolarte. Y sobre todo lo que dicen todos, que son dos días.

Gorka, ya te vale de arrastrar tus lloros por la carrera de ayer de blog en blog.

magopepo dijo...

Cuentan de un gordo que un día,
tan grueso y orondo estaba,
que sólo se consolaba
comiendo de noche y día.

¿Habrá otro, entre si decía,
que esté más gordo que yo?

Y cuando el rostro volvió,
halló la respuesta viendo
al Mago Pepo comiendo
las sobras que él se dejó.
.................

Noventaytantos tienen la culpa de que esté al borde de la invalidez. Eso sí, yo también he hecho hombre nuevo, vida nueva, dede ayer por la noche hasta hoy al medio día, que me ha recogido por banda un buen amigo/cliente.

Ya cambiarán las cosas, si tienen que cambiar.

Ilusionados saludos. Esos siempre.

eva dijo...

¡Ostras, Magopepo! ¿No serás tú también un ironman?

XARLI dijo...

Amigo Garban,
hay una montoná de refranes, dichos populares, dimes y diretes y tópicos varios que te podría largar ahora, para animar tus decaidos espíritu y michelines, pero se me ocurre una forma mejor, más directa y sintética de hacerlo(aunque no vaya con mi estilo barroco-wertano). Ahí va eso:
¡me cago en el máximo común divisor y la regla de tres!.. ¿qué cojones pretendes llegando el quinto por la cola en un duatlón sprint? ¿es que quieres quitarme el poco protagonismo al que puedo aspirar yo en este mundillo triatletero? ¡a ver si voy a tener que dejar de entrenar lo poco que hago ya para asegurarme de no llegar antes que tú!
¿Ta quedao claro, campeón? Pos ale, tira palante y que no me entere yo...
Y a ver lo que dices de mí esta tarde en Cieza, ¡eh! Cuando lleguemos el Stani y servidor a la meta tiene que arder Troya por la megafonía. Prometo darlo tó e intentar no sacar a relucir mi particular estilo de bajarme de la BTT en las cuestas con piedras. Palabrica de globero.

TRI ORACULO SANTA POLA dijo...

Hay que ver! tienes puesto hasta la dirección del blog de Luis Enrique y nosotros los "TRI-ORACULO" que estamos montando una gran comida en la isla para que no pierdas la linea... nos tienes abandonados.
Ya hablaremmos el sabado?

(El Presi)