Quince días y el Duatlón de Orihuela.

Pues ya era hora que actualizara el diario. Lo cierto es que no hay grandes cosas que contar. Estas dos semanas han sido bastante normalitas. El lunes, hace quince días, me salté el entreno. La cena del viernes, el sábado estuvimos tomando “don pedritos” Stani, Paco “El Lobo” y Juan en casa hasta el medio día después de un magnífico entrenamiento y el domingo un grupillo de amigos nos juntamos en casa con la excusa de ver la carrera del “Alonsito”, pero que no era más que una tapadera para lo que realmente buscábamos, hacer una fiestecica que duró hasta que la mitad del partido del Plus. A esa hora “Special Force” tenía que irse de maniobras al día siguiente y levantó el campamento, arrastrando consigo al resto de la multitudinaria y dicharachera clientela. Fue divertido pero tres días seguidos de farra pasaron a mi cuerpecico factura y no tuve más remedio que suspender la natación del lunes, aunque posteriormente fue oportunamente recuperada. Como se cayó del cartel lo de Elche, mi entrenador me ha bajado sustancialmente el volumen de entrenamiento. Como ya tengo bastante mala conciencia por haber renunciado a la prueba, me castigo desoyendo las instrucciones de mi mentor y haciendo el entrenamiento que el me manda pero dentro de los voluménes anteriores, es decir: El entreno pone Farlet 3'/3' 45' + R 15', yo me meto los 45' pero el rodaje lo aumento hasta la hora y cuarto en total, es más que nada por no engordar demasiado. Otro ejemplo: Los sábado tenemos transiciones. La carrera a pie de Stani es de hora y media y la mía de media hora. Pues me meto la hora y media con Stani y mi conciencia se queda más tranquila. Lo más destacado de estos días fueron la transiciones de estos dos sábados. El cabroncete de Stani está fuerte y como yo estoy regordete en las cuestas me deja atrás y entre que él me espera y que yo aprieto en el llano lo pillo en la carrera a pie. En bici estamos haciendo buenas medias pero como soy un cagaillo me quedo cortado en las rotondas y en los descensos. ¡Es cosa de la edad!. A nivel general no es que esté perfecto, este año estoy algo lejos del nivel que esperaba, pero claro soñando no se alcanza la perfección, ésta se consigue trabajando y yo este año aunque trabajo no lo estoy haciendo al nivel del año pasado. Este sábado también fuimos Stani y yo a correr, esta vez no aparecieron ni Juan, que al día siguiente quería correr el Medio Maratón de Murcia. La cosa no le salió demasiado allá, pero aún queda temporada para que vayamos los tres a un medio maratón a bajar esa marca. El Lobo que el sábado anterior nos lo encontramos por casualidad por Los Cuadros haciendo el globero con su bici de montaña con tres kilómetros en total en nueve años no apareció, según comenta Stani es que El Lobo es un señorito y en cuanto sopla un poquico el airecico o hay una nube se atrinchera entre las sábanas. El domingo anterior, es decir hace 15 días, salí con la peña de Algezares. Esta vez no venían los “pata negra” así que los segundones tuvimos que dar pedales para que no nos quedarámos parados en el primer semáforo. Hicimos una etapa de unos 90 km. por Barqueros, Los Calderones, Fuente Librilla y regreso a Algezares por Alcantarilla y la vía de servicio. El caso es que volviendo por la vía de servicio de la autopista vimos al fondo un grupo que iba en fila. Aquello fue como si hubiéramos visto la bicha. Sin decir ni mú, sólo con mirarnos nos fuimos a por ellos a razón de 42 km/h, a veces llegamos a rodar a 46. El caso es que pasada Librilla los pasamos como cohetes. Se intentaron organizar pero cuando quisieron aquello ya era una contrareloj, le habíamos sacado los metros justos para que no nos pillaran. El caso es que ya en Alcantarilla, reducimos la velocidad para nosotros la carrera había acabado, nos íbamos para Algezares y entonces llegaron los globeros esos y nos pasaron escuchando a su paso chanzas de su parte hacia nosotros. El caso es como somos unos belicosos partimos tras ellos, los volvimos a pasar y nos quedamos tan contentos, pero por la tontería de ser “hombretones” invencibles nos metimos 20 km. más por la patilla. ¡Es que somos unos descerebraos!.

En cuanto a la natación, no se que decir. El caso es que creo que nado mejor, pero ya no estoy seguro de nada. Ahora combino series largas con otras cortas, para finalizar con técnica. ¡Ya, ya se que primero hay que hacer la técnica!, pero es que yo me conozco. Si hago la técnica y me aburro o me desespero y lo dejo a mitad, el cobollo, el objetivo principal de la sesión no lo cumplo, así que primero hago el objetivo y luego para tranquilizar mi conciencia, ¡qué curioso, ya ha salido varias veces en el día de hoy que todo lo hago para tranquilizar esa parte de mi cuerpo, como es mi conciencia!. Ese músculo que por desgracia, es una forma de ser que destesto, es el que más entreno.

Este domingo fui de spiker al IV Duatlón “Ciudad de Orihuela”. Fue una pena que a cuarenta kilómetros se organizara otro, en Petrer. Al final uno y otro no cumplieron sus objetivos de participantes. Nosotros hemos llenado todos los años las 250 plazas que disponemos, este año no llegamos a los 180. Ellos aún salieron peor pues ciento y pocos fueron los se inscribieron. Sin querer presumir creo que la prueba estuvo bien organizada. Hubo un incidente entre una amiga mía, Esther, que se equivocó de camino y tiró al suelo a otro conocido Javier, monitor de natación del C.D. La Flota y triatleta que lo dejó y que ahora ha vuelto a la competición. Parece ser que Javi tiene un problema serio de escafoides, espero que no se confirme y que todo quede en un susto.

La prueba estuvo interesantísima. Apareció por allí Isaac López, aquel triatleta que estuvo hasta el final pendiente de ir la olimpiada en Atenas y que fue descartado a última hora para organizar una táctica de equipo. El caso es que de aquellos polvos, los lodos resultaron que el chico decepcionado lo dejara. Al final parece ser que ha vuelto a tener ganas de competir y llegó a nuestra prueba. Desde el principio parecía el principal candidato a la victoria. En el primer segmento él junto a José Pérez un almeriense que tenía 3'40'' escasos en el 1500, Raúl Guevara uno de los duatletas más fuertes de la Región de Murcia, Jorge Vicente, un ilicitano que está obteniendo muy buenos resultados y José García un miembro del Tragamillas de Orihuela que luchó lo indecible. El caso es que los cinco se fueron a montar en bici juntos, pero por detrás apareción Diego Javier Muñoz, un ciclista de los de verdad y mejor compañero que llegando del tercer grupo, junto a Andrés Penalva se marcaron el mejor parcia en la bicicleta. El caso es que no se como no intentaron quitarse de encima al almeriense en la bici. Al final se disputó un esprint de más de trescientos metros entre Isaac López y Pérez que se decantó en favor del segundo en el último centímetro de la carrera. Fue muy emocionanto y una victoria muy luchada. Estuve hablando con Isaac unos segundos y en ese breve espacio de tiempo me pareció un chico muy accesible y humilde. Me explicó que hacía cuatro meses que había retomado los entrenos y que quería volver a la competicón de élite, estaba algo afectado por la derrota, se notaba que no lo esperaba. Lo que me sorprendió fue su normalidad, cuando otros con menos pedigree parece que te perdonan la vida por el mero hecho de devolverte el saludo.

La carrera tuvo su parte personal pues corrieron mis zagalicos. Pablo estuvo delante de Paco, ya es raro, pero es que este segundo debe esforzarse algo más en el entreno y encontrar la motivación suficiente para por lo menos prepararse más concienzudamente. Xarli se pasó por la piedra a mis dos zagalicos y esa ofensa no quedará así, en Cieza y en Los Alcázares seré yo quien lo masacre sin compasión y con mucho, mucho rencor.

En cuanto a lo de Cieza, no es que esté a tope, me falta bastante, pero estoy mejor que cuando fui a San Pedro. Espero poder hacer las transiciones más rápidas y sobre todo correr el primer segmento más adelante y mejor. La cosa pinta nada más que regular pues la prueba es el domingo a las once y cuarto y el sábado por la noche voy junto a mis sobrinas, es su regalo de cumpleaños, a ver al “Canto del Loco” a la Plaza de Toros. Supongo que antes de que la madrugá comienze no estaré acostado, pero como voy con tiernas infantes supongo que al menos me acostaré sobrio. En caso contrario, ¡c' est la vie!. Haremos lo que podamos.

Un saludo, mi querido diario.