miércoles, 23 de julio de 2008

¡Qué sí, qué sigo vivo...!


La calóoo, la sudóooo, todas esas palabras que finalizan en vocal abierta y que nos sirven para describir los diversos estadios por los que pasa nuestro cuerpo cuando se nos cae encima el verano, hacen mella en mis animos de escritor con escasa aptitud funánbula. Como pasar cosas, pasan, pero mi mente está derretida como el chocolate en la mano de un niño o la vela en una romería.

Al hilo de romerías, comentaré que el próximo viernes sobre las nueve de la tarde los "naturales de Villa Escombros" saltaremos la reja, más bien la valla de mi cuñado, para en un culmen de paroxismo, asir el trono de nuestro patrón adoptivo "San Cucufato" y sacarlo en romería por las pocas calles que surten como vehículo de comunicación a nuestro conjunto de casicas ilegales, unas más que otras y que dan cobijo a nuestra pequeña comunidad.

Este año como novedad presentamos al santo en un trono, algo caserillo, pero con el encanto de lo artesano, de lo realizado con gran entusiasmo aunque con dudas razonables sobre su remate. Ocho estantes, que no nazarenos, es una romería de "gloria" portarán la imagen de escaso peso pero que será aumentado con el tradicional botijo con "paloma" que antaño coronaba los pasos de nuestra evolucionada "semana santa". Almohadillas de blanco inmaculado harán más llevadero el traslado de la imagen este año. Para que una vez llenos de "don pedritos" no nos de por llevarla monte arriba como el año pasado, tiene fijado un estricto itinerario, que nuestro comisario de procesión, que no político, velara para que se cumpla a rajatabla. Faldas rocieras adornarán las cinturillas de avispa de nuestras "santas" y un canon de 25 "don pedritos" por familia, harán más llevadero el caminar romero. Cuando llegue a su fín, cada una de las familias asistentes pondrá en común lo que lleve o se quedará sin cenar... El año pasado, que fue el primero de manifestación pública de nuestro particular festejo, unas doscientas personas acudimos al cortejo que se formó de manera espontánea, al más puro estilo anarquista y que este año esperamos se mantenga dentro de los mismos cánones de participación, naturalidad y ganas de divertirse de forma sencilla, sin buscarle tres pies al gato, siendo tolerantes y comprensivos...
Otras novedades es la realización de pequeños "escapularios", ¡ná del otro jueves!, unas fotocopias del santo plastificadas y unos "recordatorios" que rezan , también fotocopiados, "Recuerdo de la Romería de San Cucufato año 2008", que repartiremos entre los asistentes, más que nada por no llevar las manos vacías, o sólo ocupadas por los "don pedritos". El tambor, el incienso y las velas serán elementos importantes del ceremonial. ¡Veremos si no nos excomulgan como aparezca un cura o un taliban creyente por allí!.

Esto es lo que da de sí mi vida social. Por otra parte, en cuanto a la deportiva, sigue su curso, más o menos. El martes de la semana pasada me lesioné. Me dió un dolor terrible en la parte de atrás del muslo de la pierna derecha. Lo siento, no recuerdo como se llama el músculo y paso de la pedantería de buscarlo por internet para darme un baño de sabiduría de la que no dispongo. En el tercer cambio del farlek que estaba haciendo, cuando llevaba unos veinte minutos me dió en medio del monte y tuve que regresar andando a casa. Como acción correctora me he ido al Decatlón y me he comprado unas zapatillas de 45 euros, marca Kalenji que sustituyan a las anteriores que llevaban casi 1800 km. Una semana sin correr y hoy miércoles me probaré, para comprobar como ha ido la recuperación. Sustituí la carrera a pie por la bici y me he dado un buen tute de kilómetros esta semana sólo empañados por mi falta a la etapa reina el domingo donde se subió a la Garapacha y yo me fui a realizar el descenso del Río Segura en barca. Una actividad muy recomendable, divertida e inesperada. Nunca pensé en ir pero mis dos hijos me convencieron y junto al Capitán Bajoca nos lanzamos a la aventura. Me sorprendió gratamente lo recuperado que está el río y el agua que llevaba, algo totalmente inexplicable por la vega baja. Nos lanzamos por los azud con nuestra barca neumática y litigamos con las otras que componían la expedición con la estúpida intención de llegar los primeros a meta. La excursión tiene doce kilómetros y medio y es bastante llevadera, aunque con los "mortimer" que trasladaba en mi barca me los pasé remando desde el primer metro.

Las salidas en bici durante esta semana han sido constantes e interesantes. A un par de ellas se vino mi crio el mayor, que en la primera me dejó tirado en la subida a Sierra Espuña por "La Cola del Caballo" aunque luego se descerrajó en Barqueros, cuando aún le quedaban unos cuantos kilómetros para llegar a casa. A una de las subidas que hiciemos al Cabezo de la Plata se vinieron los dos, el grande y el pequeño, dejándome ambos de rueda en la cuesta arriba, siendo el menor el que esta vez tiró "las patas por alto" en el regreso a casa y sacándome Pacorro una buena cantidad de minutos en la línea de meta, que no es otra que la ducha de casa. En todas las salidas hemos ido José Bernal, un compañero de carreras a pie que en un tiempo fue ciclista de los buenos y que ahora está lesionado y se ha vuelto a enganchar a la bici. El tío me deja cada vez que le sale de los mismísimos y me espera en el primer semáforo que encuentra. A veces éste se encuentra muy lejos o no se encuentra, por lo que me tiene que esperar sentado en la cuneta. En resumen y definitiva. No hay mal que por bien no venga y la imposibilidad de correr a pie me ha devuelto la compañía de mis hijos y de mi amigo Jose. Además me estoy poniendo fuerte en la bici, cosa que me viene muy bien por un doble motivo, me he dado cuenta que estaba bastante peor de lo que creía y por otro lado la bici te hace adelgazar bastante más que la carrera y me puedo tomar todos los "don pedritos" que me apetecen.

Hoy me probaré y ya contaré como me ha ido. Sigo con la firme intención de hacer más horas de bici, aunque hace un calor de tres pares para salir cuando finaliza el tour y tengo pendientes como próximos retos la subida al Santuario de María Magdalena en Novelda para el dos de Agosto, si estoy recuperado y el Triatlón de Agramón para el nueve.

Pues poco más hay que relatar, que esperamos la "romería" con mucha ilusión y que espero que no me duela la pierna, seguro que San Cucufato me cura... Una idea que apunto aquí para que no se me olvide: El año que viene hay que hacer firurillas, de esas de cera, que se ponían en los altares de los santos para que sanasen los enfermos, igual me cura a mí. Apunto otra idea: Si la cosa marcha hay que hacer una cuestación para comprar un "terrenico" y construirle una "pequeña ermita" al santo, más o menos como el "Palmar de Troya"... ¡Yo me pido el cargo de obispo, como mínimo!...

¡Hasta la próxima querido diario!.

4 comentarios:

Jetlag-Man dijo...

Bueno, que San Cucufato te cure eso que hay por detrás de la cacha. Oye, macho,... ¡no digas que el Segura lleva mucha agua, que nos van a dar menos todavía!
Te veo fino...

jm dijo...

Pero que sistema operativo mas guapo utilizas... y yo que pensaba que era un bicho raro por gustarme los pingüinos, jejejeje.

Saludos,Jose Mayor
http://quemandobambas.blogspot.com

capitanbajoca dijo...

Oración a San Cucufato:

"San Cucufato, ¡Ora!
San Cucufato, ¡Ora!
San Cucufato, ¡Ora!
¡¡Por dios arreglame la lavadora!!"

Salmo resposalial (adaptado al Santo)

Si San Cucufato en su divina bondad,aquí bebiendo nos tiene,
¡coño!, será por que nos conviene.

Estoy perdio, este Santo me tiene medio loco.

Feliz Verano a todos.

Anónimo dijo...

Paco, si ya me decías tú que las series, cuanto más lejos, mejor. A curarse. Encomiéndate a cuantos santos y leches conozcas. Y a San Reposo, mejor.