lunes, 7 de julio de 2008

¡Qué mal cuerpo se le queda a uno....!

Todavía no soy persona, si es que alguna vez llegué a conseguir alcanzar esa categoría, pero ya estoy casi llegando a serlo. El fin de semana pasado, el de hace ocho días, fue intenso. El sábado, con la invitación en casa de Juan, dio paso a un domingo de los de tirarte en el sofá deseando que sea la hora de acostarse, para poder recuperar el cuerpo. Como el equipo patrio de fútbol se ventilaba la final de la Eurocopa, eso, lo de quedarse tirado en el sofá era inviable, y nos llevó a que al medio día preparáramos el graderío, izáramos las banderas de Alemania y España y dispusiéramos el jardincico para albergar al gran número de invitados y postizos que aparecerían. Al final más de medio centenar de furgoleros y no furgoleros nos juntamos con la sana intención de animar en la distancia al equipo. Una cosa lleva a la otra y al final la celebración se alargó en demasía, dejando el ya maltrecho cuerpecico, para pocas alegrías. El lunes fue demoledor, martes algo mejor y ya el miércoles recordaba como me llamo.

Como uno siempre está liado con cien cosas diferentes, esta semana el hilo conductor fueron los conciertos. El viernes estuvimos escuchando a "Los Sabandeños". Es un grupo de un estilo, repertorio y aspecto que no a todo el mundo gustará, pero lo que es incuestionable es que son muy buenos, trabajando en lo suyo, es decir, en cantar. Diferente será que te guste lo que hacen... La profunda renovación del grupo, dieciseis componentes entre los que el capo puso en la calle y los que se fueron voluntarios, son muchos músicos y cantantes para que el grupo, por muy buenos que sean los que los sustituyen, no lo note. El repertorio no me llegó a enganchar, quizás también mi predisposición no era la más positiva, pero lo que si es incuestionable es que la vocalización de los cantantes no era del nivel esperado. Tuvimos, algo menos acentuado, casi el mismo problema que con "El Canto del Loco". Las canciones que no sabías no se entendían nada... Sonaban bien, sonaban a Sabandeños, pero ... ¡No sé, algo no funcionaba del todo bien!.

El sábado el colombiano Juanes fue quien nos hizo volver a repetir la aventura de salir de conciertos. El viernes los canarios actuaron en el Cuartel de Artillería, concretamente en el antiguo Patio de Armas. Estas instalaciones fueron devueltas a la ciudad cuando el regimiento de artillería con la reestructuración del ejército desapareció de la ciudad, hace unos pocos años. Se derribaron las murallas que lo acuartelaban y se abrieron los espacios para disfrute de la población. Se remodelaron edificios que cambiaron sus funciones por bibliotecas, salas de arte y lugares lúdicos. El conjunto quedó muy hermoso y con una clara proyección al servicio del barrio, con el río Segura por un lado y el Barrio del Carmen por el otro. El escenario de Juanes era manifiestamente más prosaico pero a su vez más adecuado al público al que iba dirigido. El Campo de Fútbol de La Condomina, es decir, el genuino, el auténtico, no ese egendro de estadio que construyó Samper en medio de la nada para dotar de sentido a unos macro centros comerciales, hoteles, chaletes y Campos del Golf apodado "Nueva Condomina". Pues en el vetusto campo de La Puerta de Orihuela, el colombiano nos deleitó con un gran concierto. Estamos en lo mismo de antes, Juanes puede gustarte o no, pero lo indudable es que se curra el dinero que pagas por la entrada, nos impregna de una atmósfera llena magia y optimismo. Técnicamente se nota que es un artista con una formación musical. A diferencia de los últimos conciertos a los que easistí, a éste si se le entiende lo que canta... Muchísima gente, mucha multicultura, mucha fusión entre el público. Nos fuimos contentos por haber asistido, a parte de la alegría que nos dieron los varios cubatas que nos pimplamos para poder estar a la altura de esa juventud que ya no nos quiere entre ellos.

Ayer, Alonso al principio, Valverde después y ya por último Nadal ocupó el resto de nuestro día, con sus don pedritos, su cháchara, pero esta vez más íntimo con menos personal, aunque al final de la jornada de nuevo estaba muerto. Y hoy soy solamente media persona...

En cuanto a mi vida deportiva, va tirando. Contrariamente a lo que podría parecer con esta vida disoluta, estoy adelgazando un poco más. Stani y yo nos juramentamos para intentar llegar a Octubre con el menor sobrepeso posible. Este año una de las claves es que engordamos una enormidad en el verano después de Roth. Estoy entrenando, con alguna que otra campana, pero cumpliendo casi a rajatabla el plan programado. A pie he perdido un poquitín. El sábado Stani me sacó de su estela casi al final del rodaje de 45 minutos que hicimos posteriores a la salida en bicicleta. El calor y la mala noche, fue cuando estuve con Los Sabandeños, seguro que hicieron mella... Como el sábado hice una bici bastante buena, el domingo tras lo de Juanes los 80 kilómetros largos que hicimos, mezclados con el calor y el alcohol hicieron que me cortara tres veces del pequeño grupo que salimos. De todas formas estoy contento, las sensaciones son positivas y el miércoles me volveré a pesar para ver si no me he alejado demasiado de los 68 kg. que marcaba hace unos días.

La parte más positva se está dando en la natación. Quitado el lastre de la tensión por saber si sería capaz de nadar en Zarautz, los brazos se sueltan y ahora nado el mil en 22 minutos con cierta facilidad, cuando hasta Junio el bajar de 24 era un suplicio. Pocos metros, pero con mucha incidencia en la técnica me están haciendo mejorar. Mi mayor alegría, que para otros será de risa, es que ya soy capaz de llegar de una pareta a otra sólo con los pies y la tabla. En Junio, por mucho que pataleara, no avanza ni diez centímetros con los pies. Lo cierto es que me cuesta, se me cargan mucho los cuadriceps, sin duda porque la posición del pataleo y su ejecución no es la adecuada, pero al menos físicamente ya soy capaz de hacer una piscina. Llego al final de la pareta, recojo algo de aire y regreso, cada doscientos metros de técnica meto 50 de pies... Son pequeños avances que para mí es un salto muy importante... El objetivo es llegar a septiembre, para cuando me pase al club a nadar, con el mejor bagaje técnico posible... Aunque sea en forma autoaprendizaje.

Poco más hay que contar, espero que esta semana se me ocurra algo divertido que relatar que rompa un poco el sopor de este verano caluroso como todos, pero especialmente tórrido como pocos.

2 comentarios:

Jetlag-Man dijo...

¡Estáis hechos unos buenos mocicos! Tanto salir y entrar, don pedritos, etc, luego vas y demuestras tu ferrosa condición. ¡Grande Nadal! (y Federer, claro, que no he visto yo tanta hostia bien dada ni en los combates de Las Vegas, y pudo haber ganado cualquiera de los dos). A ver como sigue el otro niño de Las Lumbreras.

XARLI dijo...

¡Ay que tiempos aquellos de artillero!... ¡artilleeeeeros, artilleeeeeros, marchemos siempre unidos, siempre uni-i-dos!... etc.
Y es que aquí el menda se chupó el embarazo de la mili (por lo de los 9 meses, digo) en esas bonitas instalaciones que tú mencionas, ahora convertidas en recinto cuasi ferial... ¡yo no he vuelto a pasar por allí! ¿por qué será?
En cuanto a tí, amigo Garban, te estás convirtiendo más bien en un "Carpan", porque te apuntas a todas, ¡la cosa es buscarse excusas para justificar cuando te quedas cortao en bici o el nenico te lleva con la soga, eh?
Weno, ya nos veremos en septiembre, porque yo este jueves aligero pal extranjero.
Cuidao con los excesos y con la caló.