jueves, 22 de mayo de 2008

CLASIFICADOS... JAJAJAJAJAJAJAJA

Intentamos sacar un poquico de tiempo para poder poner al día nuestro diario. Digo nuestro, porque cada día me sorprende un nuevo compañero con la noticia de que lee estas humildes líneas que no pretenden más que reflejar, unas veces más fielmente y otras de forma más divertida, los aconteceres diarios de un triatleta sin talento y sin glamour.

El pasado domingo tocó el clasificatorio de Aguilas. Lo de clasificatorio no sería más que una anécdota sino fuera porque la inadecuada normativa de éstos permitiera a un triatleta, que ni siquiera merece ese nominal, el clasificarse para un campeonato de España por mucho que éste no sea más que una reunión de amigos, por lo menos en cuanto a los “dolosamente” denominados Cto. de España de Triatlón de GGEE. Y digo que es una anécdota pues no fui allí más que con el objetivo de terminar y si podía ser mejorar ligeramente mi natación y con ello el tiempo total. Lo triste es que un montón de triatletas se dejan la vida entrenando para no conseguir plaza y yo, concretamente en mi grupo de edad en este clasificatorio, por el mero hecho de finalizar la prueba ya teníamos plaza.

Llegamos pronto, mi zagalico pequeño hacía de juez en la prueba y tenía que estar allí a las siete y media de la mañana. No me molesta madrugar, de hecho lo hago todos los días, sábados y domingos incluidos. Como íbamos con tiempo de sobra llegamos incluso antes de lo previsto. Conocido es por todos el principio fundamental que dice: "Si sales con el tiempo justo llegarás tarde, pero si sales con tiempo sobrado aún llegarás antes de lo necesario". El caso es que cogimos mi dorsal y charlamos con los amigos, conocidos y organizadores de la prueba. Con los últimos me une una estrecha relación pues desde los doce años con los que empezó mi crio el mayor a practicar triatlón nos hemos estado tratando domingo sí y otro también. Pedí mi “fijo” de salida, cosa que Salvador, mando supremo en plaza por ser el Jefe de Servicio de Deportes del ayuntamiento, me quitó de la cabeza y acontinuación solicité “voz en grito” la dimisión de Larry, un dicharachero y divertido entrenador de triatlón, natación y otras cosas que trabaja en el ayuntamiento y es el encargado de poner la boyas del primer segmento en su sitio y que no cumplió con su obligación pues trazó el triángulo de regatas con un ligero exceso de perímetro. Volví a quejarme (por supuesto en broma) a la organización pues cuando yo hago de spiker de la prueba me ponen una mierda de megafonía y de micrófono y cuando vienen los “señoritos de Madrid” les ponen un “tinglao” de sonido como dios manda.


Como fuimos sobrados de tiempo ya al cabo de un buen rato me dispuse a saludar a Stani que ya había llegado. Preparamos el material y lo metimos en la zona de transición. Saludamos a unos y a otros, uno es más conocido que “La Tanita”, charlamos de este blog con Bufo. Con otros de otros temas. Saludo a Lukas y comentamos que seguramente hoy me deje el detrás, el nadar y coger grupo en estos tris tan cortos es casi definitivo. Felipe Javier es otro objetivo pero éste nada aún mejor, así que será más difícil pillarlo. Todo preparado hacemos un poco más de porra y nos embutimos en el neopreno. Esta vez me pongo bastante vaselina para ahorrarme las quemaduras en el cuello de las otras veces. Nos acercamos al agua y nos vamos a calentar. Stani por un lado, yo por otro. Estos momentos de la natación me ponen nerviosísimo y evito estar junto a nadie para que no reciba una respuesta disparatada, ni una mirada asesina. Nado un poco, tampoco mucho, me agobio y salgo. El mar estaba perfecto, una sopica a los grados justos para poder ponernos el “traje de buzo”. La salida se dilata y todos nos comenzamos a poner nerviosos. Grito, “¡A formar!, ¡el 91 al frente! y me dispongo a organizar la salida sin necesidad de que lo hagan los jueces. Nosotros saldremos y después ya negociaremos los tiempos, al final siempre se despistan y ponen los que quieren... La insurrección no cuaja y aceptamos esperar a que sea el Juez General el que de la salida. Y llega. Entramos en la zona de salida y ésta sigue demorándose. Silencio sepulcral. Decido romper el hielo y vuelvo a gritar: “¡Joder, qué podeis hablar, qué sólo van a dar la salida, no a fusilarnos!”. Algunas risas los rostros se relajan unos instantes pero enseguida vuelven a la tensión y seriedad del momento. ¡Total si yo seré el último en salir del agua, no se a qué tanta tensión!. El spiker insiste en que estén los de la primera línea de salida a medio metro de la raya. Allí no se mueve ni díos. Lo grito, el skiper amenaza con tarjetas amarillas. ¡Qué risa!. Treinta segundos.. . ¡Bozinazo!. ¡Coño a correr!.


Correr no deja de ser un eufemismo de lo que en realidad es mi salida. Tanta espuma blanca que va a parar indefectiblemente a mi boca me abruma y agobia. A mi paso me voy metiendo en el agua y llega el momento donde ya se puede nadar. Me tiro, me doy un cabezazo con el pie del compañero de delante. Me pongo de pie, respiro hondo y pienso que hoy tampoco voy a ahogarme, me pongo a nadar. Me paro, saco la cabeza del agua y tomo aire. Comienza el ritual habitual de calmarme. La gente se va, vuelvo a nadar pero esta vez suave, poco a poco, adaptándome al medio... Cojo velocidad de crucero, más bien de petrolero cargado hasta los topes, y me dirijo a la boya. Poco a poco de petrolero paso a barca de remos y después a patinete. La boya se mueve... ¡Me cago en la leche, otra vez nado como las botellas a la deriva!, me oriento y tres o cuatro veces más tengo que rectificar el rumbo. Esto del rumbo queda muy novelesco, pues más que rumbo lo que llevaba era una empanada de zig-zag hacia la playa, justo el sentido contrario a donde estaba el objetivo, la gran boya amarilla. La alcanzo y me voy para la otra. En este punto ya pasó el agobio pero sigo nadando con precaución, el instinto de supervivencia es superior al instito de competición y aunque físicamente estoy sobradamente preparado, mi mente me obliga a ir más despació, “por si acaso me pasa algo no quedarme sin fuerzas y poder evitar el ahogarme”. La barca de la Cruz Roja me despierta de mi sueño y me advierte que en esa dirección me iré de nuevo hacia la primera boya. ¡Llevo dos minutos al menos nadando en la dirección contraria. Vuelvo a enderezar mi camino. Paso la segunda boya y el “miedo a perecer en el mar me obliga a irme hacia la playa, luego cuando esté más cerca me dirigiré al arco del final del segmento. Ya estoy cerca de la orilla, vuelvo a enderezar el rumbo y me voy hacia el arco. Diecisiete minutos en el reloj y piso la blanda y húmeda arena de la playa. ¡Estoy salvado!. ¡Ahora comienza la carrera. Mi Santa que esta temporada está que se sale de amable conmigo acompañándome a todas las carreras, igual que mis hijos, me gritan desde la orilla, qué corra, qué no mire más el crono... ¡Pero es que yo tengo que comprobar que he mejorado!. ¡Sí lo he hecho! De veintitrés que fue la última vez a 17 y con un montón de pérdidas de tiempo. Al finalizar mi Santa me comentó que un buen grupo de triatletas se saltaron la primera boya... ¡Luego dicen que son un grupo especial los triatletas!. ¡Una mierda, son futbolistas como todos!. Tras de mí un sólo competidor insiste en seguir nadando. Me monto en la bici y comienzo los diecinueve kilómetros excasos que tiene el circuito. Dos vueltas.

Esto ha cambiado. Paso a un grupo y luego a otro de un par o tres de unidades. Recupero espacio, pues el tiempo ya es imposible. Con el tercer grupico llego dándoles rueda hasta la rotonda para comenzar la segunda vuelta. En ella me atacan y se van. ¡Serán capullos!. Como soy tan inútil sobre la bici me cuesta dar las curvas cerradas y además me cago de miedo por una posible caída. Me grita un expectador: ¡Qué no se vayan!, de lo despacio que iba me da tiempo a contestarle: ¡No te preocupes, me van chupando rueda todo el rato, seguro que me esperan!. Los alcanzo y en la ligera pendiente decido que no me buitrearán ni un metro más, aprieto los dientes y los dejo definitivamente. ¡Busquemos al siguiente grupo!. Con estos ya contacto casi llegando a Aguilas. Por delante Stani iba en el tercer grupo grande, no era un grupo demasiado trabajador y ello imposibilitó que cogieran al verdaderamente interesante que era el que les precedía. Intuyo que había realizado una gran natación, igual que la mía, cada uno en sus aspiraciones. De Felipe Javier me olvido, lo he visto en el cuarto grupo, cómodamente instalado y va a ser difícil recuperarle tanto. Lukas lo veo lejos y me comienzo a conformar con que él también me gane... Entramos cuatro juntos a la transición, intento hacerla algo más rápido. Fue imposible. Tenía que ponerme vaselina en los pies que tenía destrozados por las quemaduras de las zapatillas y el agua del domingo pasado en Los Alcázares. Comienzo mi carrera. Llevo un buen ritmo y voy adelantando a algunos. Es una pena, varios de ellos iban con una vuelta sobre mí y no servía para nada. Lukas está muy, pero que muy lejos... Sigo apretando y decido que definitivamente no pillaría de Felipe pero que lo intentaría con Lukas. El aguileño ha dado el giro y se encamina a los últimos 1250 mts. para meta. A mí me falta un buen trecho para llegar a los conos que señalizan la vuelta. Al cruzarnos nos despedimos. Me dice que lo pillaré, yo le animo diciéndole que no... Vuelvo hacia meta e incremento el ritmo, mi compañero de cola de pelotón va tocadete y parece que va a poder ser presa, no fácil, pero presa mía. Faltando cien escasos metros, casi en la rotonda final lo sobrepaso. Se ríe y comenta: “¿Ya estás aquí?. Mi santa le dice a Lukas: ¡Aprieta Lukas, qué no te pase!, se rinde... Terminamos y nos saludamos, primero con él, inmediatamente aparece por allí Felipe Javier, es la hermandad y la caballerosidad de los “últimos del pelotón”, nos saludamos. Es otra competción, es otra carrera, es otro triatlón, pero no deja de ser “TRIATLON” con mayúsculas.


La prueba la ganó Miguel, en GGEE, que es un simpático y grandullón triatleta de Aguilas. Los voluntarios de meta para celebrar que uno de los suyos era el vencedor quisieron poner la banda de ganador bajo el arco para que la arrastrara al cruzarlo. El “Gurú tonto del Triatlón” no los dejó. Adujo no se que tontería sobre que la gente se cree “no se que” y que luego pide becas... Ese tío es gilipollas. La gente puede pedir lo que quiera, luego los encargados de concederlas lo harán o no, de todas formas mientras que gentuza de ese tipo estén donde están ya se encargarán informar negativamente del triatleta y de sus logros deportivos, por supuesto por teléfono, no tienen los cojones de hacerlo por escrito... ¡Los tontos y los mezquinos son una de las pocas especies que no están en peligro de extinción en la tierra!. De todas formas, ¿si no tenía razón quien pidió la beca, porqué esos mezquinos, tontos han cambiado la normativa y ya no dejan participan a los Júnior, excepto en élite?. ¡Qué lástima que nuestro deporte esté en esas manos!.

Terminada la prueba nos tomamos, los dos nuevos dueños de dos plazas para el Cto. de España de GGEE de triatlón, una cerveza gigante. Stani, mi Santa y yo lo celebramos, con moderación que luego hay que conducir, pero lo celebramos.


Al final salieron las clasificaciones y el tiempo final estaba correcto, la natación también, pero se equivocaron en la bici y la carrera a pie. La media que me dió mi cuenta fue de 31 por hora luego haría sobre unos 37 minutos y mi carrera a pie estuvo en diecinueve minutos largos. Así que puedo estar muy contento aunque los documentos oficiales digan otra cosa


Este sábado toca San Pedro. De nuevo me tocará sufrir pues la natación me deja muy, pero que muy atrás. Intentaré ser agresivo e intentar terminar en unos 15 minutos. Esto no hará que entre en ningún grupo, pero si me dejará más cerca de todos los que me preceden. Este sábado compiten, mis dos zagales y el Capitán Bajoca que se estrena en este deporte. ¡Veremos cuantos de ellos me ganan!. También tengo que poner además de mis rivales habituales Felipe Javier y Lukas dos nuevos que intentarán dejarme como “puta por rastrojos” el ya casi habitual Xarli y Juan, nuestro compañero de entrenos. Supongo que todos, o la mayoría, me harán morder el polvo pero como ya sabes, querido diario, mi dignidad fue algo que perdí hace ya mucho, pero que mucho tiempo.


Nos vamos a Zarautz, definitivamente iré. Lástima que mi Santa no pueda acompañarme, vendrá mi zagal mayor y a lo mejor el Capitán Bajoca también se anima y montamos un buen viaje vacacional... ¡Ya veremos!.


¡Hasta pronto!, querido diario...

5 comentarios:

capitanbajoca dijo...

Tiembla, canalla, a partir del sabado in the nigth, España tendrá dos nuevas estrellas en cúpula celestia, por la misma causa (hacer el ridiculo en público) ya sabeis quienes seremos, pero si teneis dudas os lo diré "Chiquilicuatre y El Capitán Bajoca"

Y con todo y con eso uno de los dos tiene posibilidades de ganar.

Estoy en capilla, por favor no hagan ruidos, ni me distraigan al Señor que este weekend lo necesito para mi solo.

stani dijo...

Después habrá cerveza verdad?,creo que lo más lógico sería que tanto Juan como el Capitán tengan que pagar las cervezas pues es su bautismo en el triatlón y encima en el bravo Mar Menor...jajaj.

magopepo dijo...

Hola Paco, enhorabuena por esa meritoria clasificación.-)-)

Siento no ir a Zarautz. Seguro que lo hubiésemos pasado de p.madre. Pero no puede ser. Si tengo que ahogarme en algún sitio este año, mejor que sea directamente en Zurich.

Ilusionados saludos

XARLI dijo...

Totalmente de acuerdo con lo que dice Stani, ¡oh, mi guía espiritual hecho carne con ojos!, en eso de que se paguen las cervezas los tri-pipiolillos.
Capitán, seguro que cuando dices que uno de los 2 tiene opciones de ganar, te refieres al chiqui, ¿verdad?... ja,ja. ¡Eso si!, como le des pal pelo a tu broder, se va a kedar más blanco que el Maikelyason y más tieso que el Robocó.
Por último, Paco, lo de Zarautz, ¡no sé! ¡como que no te veo muy convencido!... Si notas que se te empieza a hacer más grande la raja del culico, servidor, que es un tío duro donde los haya (a pesar de juntarse con nenazas) se ofrece a ir en tu lugar, para mayor gloria del triatlón wertano. Porque en lo tocante al tri de San Pedro, veo que estás dando por hecho que conseguiré batirte... ¡seguro que es una táctica de despiste! Yo reitero mi oferta de hacer las veces de gregario para que sigas al frente de la honrosa clasificación del triatlón murciano de personas mayorcicas, ¿qué me dices?... Con una mano de quintos hacemos el apañico, ja.ja.

Jetlag-Man dijo...

Ya verás... ¡cuando seamos mayores ganaremos a todos! -Ahora que nadas mejor das miedo-