lunes, 6 de octubre de 2008

No podía ser tan bonico

Muchas veces lo digo y quizás esta vez me lo tengo que aplicar a mi persona. Cuando alguien llama mucho la atención de todos pasando a ser el foco principal sin ton ni son, suelo etiquetarlo con esta frase: “¡Ese tío lo que está es con mucha falta de cariño!”. Posiblemente pueda que no tenga razón y lo que me falte es “cariño”, pero creo que no. Fue bonito mientras duró y viví una quimera, como podría escribir un poeta pringoso y almivarado.


Las dos primeras sesiones de natación con el club fueron muy positivas. Me quedé sorprendido de lo animadas y el espíritu de grupo que había allí. Para mayor alegría resultó que la entrenadora era Isa. Una chica joven que acaba de terminar la carrera de Educación Física y que tuvo un montón de records regionales siendo una gran nadadora. Cuando se cansó de nadar, el nadar no sólo cansa físicamente, sino que a mi parecer, te destroza mentalmente pues no puedes hablar con nadie, el agua te aisla de tu entorno y aunque acompañado te sientes solo, el caso es que cuando se lo dejó, se pasó al atletismo. Como es de la edad de mi zagal mayor coincidimos en muchos entrenamientos, en muchos viajes y carreras disputando los croses regionales y nacionales. Es una chica muy dulce, educada y que emana confianza. Todo era perfecto. La entrenadora era la ideal, la hora es buena, las instalaciones no estaban mal, los triatletas muscolosos y con tablas de planchar como abdomen habían aceptado a este Homer Simpson de panza cervecera y brillante calva, no éramos más de cuatro o cinco por calle. Todo era de color de rosa, estúpidamente creí que este año si iba a ser productivo... ¡Tan mayor y que ingenuo soy!.


El sueño duró dos días. Justos los necesarios para que todos los triatletas que van a entrenar o al menos la mayoría se acercaran a nadar. Seguro que cuando lleguen los día duros de frío algunos desertan pero para ellos es lo mismo, van sobrados. Hoy en el calentamiento me he percatado de que allí habíamos muchos, quizás como pregona a los cuatro vientos mi santa soy un ser “asocial”. Lo intuía y como los animalicos lo venteaba, lo sentía. Isa que de buena, amable y dulce dan ganas de abrazarla como si fuera un osete de trapo, nos manda a calentar y nos previene que hoy haríamos un test de 1500 mts. para evaluar nuestro punto de partida. Bromeo diciéndole que me apunte 40 minutos que pocos me faltarán para llegar a ese número. El ambiente distendido ya casi no existe, pocos lo entienden como broma y los otros pocos pasan del comentario. Nos lanzamos al agua. Quince minutos de calentamiento. Cuando voy a croll, no hay problema controlo quien viene por detrás y cuando se acerca la pareta aprieto para no molestar, me agarro a ella y los dejo pasar, cuando voy a braza el asunto cambia. Me pasan a media calle y cada vez que alguno me adelanta no deja de darme uno o dos manotazos en los pies. Al principio no le doy importancia. Cuando ya casi todos lo hacen comienzo a darle su aquel. Acabamos el calentamiento y viene la debacle. Hay que hacer 400x2 a pies. Me pongo pálido y se que algo va a suceder. En la calle ya no existe una fila, como antes sino que unos van adelantando a otros y justo en el momento de adelantarme a mí viene gente por el otro lado, imposible hacerlo sin chocar con el que viene en sentido contrario o sin pasarme a mí por encima. Siguen dándome manotazos, cada vez más contínuos y más fuertes. Pienso... “Cuando yo nadaba con mis viejecicos los doblaba trescientas veces y otras trescientas venía otro viejecico de frente. Rarísima vez le daba a nadie en los pies y si lo hacía era un accidente, no era lo habitual.” Me da la impresión de que lo están haciendo premeditamente, me están enviando un mensaje. No me gusta y me da mala hostia. Igual es que estoy muy sensible, estoy como yo mismo lo he descrito en otros: “¡Ese tío lo que le pasa es que está falto de cariño!”. Pues ¡no!. Un cretino susurra a otro: ¡Me voy a la otra calle, con este tío no se puede nadar!. Me sienta como una patada en los cojones. A mí nadie me pidió mínima para poder ir a entrenar con ellos y si era necesaria con haberlo dicho sobraba, no tiene nadie que ser humillado por algo así. El caso es que intento quitármelo de la cabeza y no darle más vueltas. La entrenadora me pide que haga los ejercicios con más exactitud para poder mejorar la técnica. No puedo, estoy más pendiente de apartarme cuando ellos llegan, para que no tengan nada que ladrar, que en realizar el entreno. Dos se paran en la pareta y sin ningún escrúpulo comienzan la siguiente conversación, aún sabiendo que estaba delante y que lo estaba escuchando: ¡Esto es una mierda, con estos tíos aquí no se puede nadar!. No escucho más, me salgo de la piscina y le digo a la entrenadora. Hoy no haré el test. No es mi intención crearle problemas, sino solucionarlos y le digo que me voy a la calle de baño público en la que sólo había un usuario. Allí me lanzo y comienzo ha practicar la respiración por ambos lados. Por lo menos con tranquilidad y sin agobios puedo hacer algo positivo. Conclusión. Le he enviado un mail a la entrenadora y le comento si puede darme el entreno en un papel y yo hacerlo en la calle que menos moleste, aunque sea la del público. Cuando no se pueda porque esté llena, pues me siento y charlo con ella, si de vez en cuando me puede echar un vistazo, mejor, sino tampoco pasa nada, entiendo que hay más gente que yo entrenando.


El caso es que lo que no entiendo es como la gente puede estar “tan contenta de haberse conocido”. Porque ellos nadan más rápido se creen con más derecho que los demás. Lo que deben pedir es que el asunto se organice de otra manera o que nos digan que no volvamos, pero de eso a poco menos que perdonarte la vida va un abismo. Estoy harto de leer en los blogs y foros de ciclismo y triatlón a gente que por lo visto nació sabiendo. Aquellos que creyendose en un estadio superior de conocimientos exclaman a quien quiera oírlos: “¡La gente no sabe ir en grupo, ponen en peligro al resto de competidores!. Perfecto si no vas seguro con ellos a su lado lo que debes de hacer es ciclar más fuerte para dejarlos atrás o ir más despacio para que sean ellos los que vayan delante. Lo que no puedes hacer mientras que sean capaces de ir en tu grupo es protestar, porque, según ellos creen, están en posesión del conocimiento y de la verdad absoluta. Creí que estos modos de comportamiento eran sólo de los ciclistas, resulta que también es de los nadadores...


Algunos, pocos, muy pocos de los que esta tarde se han quejado porque no podían desarrollar todo su potencial, nadar a gusto, o exhibirse, ¡qué se yo!, les he tirado en alguna que otra serie de mil en la pista. Otras veces, les he pasado en esas mismas series, doblándolo y algunas veces más les he metido una decena de minutillos en una media maratón o varias decenas en un maratón y creo que nunca jamás les he afeado que fueran por la calle uno, poniéndome difícil el mantener mi ritmo, les he humillado diciendo que no andan una mierda, ni les he ido a esperar a la meta comentándoles que un tío de 47 años les ha metido una minutada en una carrera, siendo ellos jovencillos de treinta. Es triste pero es así. No tenemos nada de tolerancia. No somos capaces de adaptarnos a las circunstancias, nos creemos superiores a los demás, porque nadamos más deprisa, vamos más rápido en bicicleta o tardamos menos tiempo en finalizar un maratón. Podían perfectamente haber terminado la sesión y como señores plantearle a la entredora sus opiniones, necesidades o sugerencias. No soy tonto, lo hubiera intuido, pero no hacía falta que me lo tiraran a la cara. Por eso mismo, porque no soy un crío, entiendo que el bien general está por encima del particular y no debo ni enfadarme, ni sentirme ofendido porque, para bien del grupo, se hubiera tomado alguna medida, pero no era necesario que me lo tiraran a la cara como si fuera un escupitajo. Podrían haber esperado y solucionado como personas que son y con educación, que seguro que la tienen.


Pues tenía escrito un post sobre la natación, creo que muy divertido, pero será para otra vez, hoy va a ser que no. No estoy para bromas. Y el caso es que a la mayoría de los que allí estaban o se han quejado, a casi todos, alguna vez les he hecho algún favor... ¡Con su pan se lo coman!.

11 comentarios:

lover dijo...

A ese tipo de gente se les llama ¿MAQUINAS?. joder estan por todos los lados, pasando de listos garban

stani dijo...

joder es que te metes en la calle de la élite murciana, y si los oyes hablar incluso en ámbito nacional, por eso lo que tienes que hacer es ir al turno de los torpes conmigo que tenemos una calle para dos, olé.

capitanbajoca dijo...

Solo una reflexión en voz alta:

¡¡ Que se coman una mierda !!

He dicho.

Juanma dijo...

qué duro es ser de la élite!

Jaime Menendez de Luarca dijo...

en nuestro club (3 calles los martes y jueves, dos calles los demas dias) nos organizan por niveles. Yo nado en la calle 2 (de la morralla nos llaman) y Ruth en la 3 (la calle de la muerte), de esta manera el peor nadador no suele tener problemas para ir al ritmo de los otros (yendo 6º a rueda se va muy bien). Cuando hay estilos yo directamente la braza no la hago, y en piernas, sin mover los brazos es facil adelantar sin chocar; Pero tambien te digo que cuando solo tenemos una calle yo tambien me voy a la calle libre, porque intentar seguir a gente que hace nado continuo a 1m12/100 es molestarles a ellos y que yo no pueda hacer mis series

Lourdes dijo...

Ánimo Garbar, y no te dejes acogotar por esa gente que haberlos hailos en todas partes. Nosotros tambien nadamos en dos y en hasta tres calles, somos el equipo A, el JA, y hasta el JAJA. Lo dicho a nadar, nadar, y nadar.
muxus

Andreseitor dijo...

...lo mismo me pasó el año pasado y eso que tenía a Stani de guardaespaldas...

XARLI dijo...

Lo que hay que ver, ¿y luego dicen que somos el ser más inteligente?... que yo sepa hasta los pececillos de colores de los acuarios, cada uno con sus coloricos y sus diversas formas, comparten el reducido espacio que tienen y no se quejan... Weno, la verdad es que también hay especies que se comen a otras, ¿será que te han puesto en la calle de los "peces triatletas" devoradores?

magopepo dijo...

Ya habrás oído, supongo, lo del banderillero al que le preguntaron cómo había llegado a Gobernador Civil y contestó que "degenerando".

Pues eso. Esas cosas te pasan por juntarte con degenerados.

Un abrazo, golfo. No te calientes demasiado la cabeza por tonterías sin importancia.

Anónimo dijo...

Paco,vente a Águilas a entrenar conmigo que nado con toda la piscina pa mi solo y ni molestas ni te molestan.
Tú invitame un dia a entrenar contigo y los demas que nos lo ibamos a pasar chulo, y mas ahora que tengo la mania de nadar por enmedio de la calle, le suelto dos manotazos..
Venga, dale duro, que nadar esta chulo(quien me iba a decir esto hace unos años que ni me mojaba los pies).
Saludos
Jose A. Rodriguez

140.6 dijo...

A esos si que les falta cariño....
Mejor dicho yo croe que en su vida lo ha recibido!!!!
que les den