jueves, 9 de agosto de 2007

El Parchís, ese objeto de deseo...

De ahora en adelante tendré que ser cauto. Se acabó el “novelar” las historias, ha aparecido “mi santa” y ella es toda pragmatismo. Ha finalizado mi etapa de “cuenta cuentos” y pasaré a ser “cronista oficial” de los aconteceres diarios.
Mi casa es como el dysneilandia del parchís. En cuanto me ablando se monta un tugurio de juego. El tablero tiene las mismas dimensiones que una tele de 22 pulgadas. Es por hacernos una idea más parecido a una pantalla de cine de verano que a un juego de mesa. Mi santa intenta liarme para que juegue, por su puesto en su contra. Tenerme en contra es un valor seguro para su victoria. Mi poca pericia para ese juego, hábilmente mezclada con un soberano desinterés, me marca como firme candidato a perder el prestigio y los dineros… Una partida de parchís en casa, es una manera de financiar el tabaco a mi señora. La nenica lanza el dado y le sale un seis en la mano que se tira para ver quien sale. Seguidamente lanza un cinco y pone dos fichas sobre el tablero de juego en la salida y a continuación dos seises más con lo que me mata en la siguiente, se cuenta veinte, se como la ficha de mi compañero, se cuanta otras veinte y mete la ficha en su “casa”. Ha tirado dos veces se ha ganado tres euros por los tres mates, aquí se juega duro y ha metido una ficha en “su casa”. Los demás miramos y pagamos con cara de resignación. Esperamos pacientemente a que ella juegue sus fichas y las nuestras y nos indique, con gran amabilidad, donde podemos poner cada ficha antes de que nosotros hayamos podido, si quiera saber, que número nos muestra el dado.
He perdido todo el interés por el parchís. Directamente cuando propone jugar una partida le doy cinco euros y me quito del marrón. Seguidamente y para que no se me aburra voy a casa de una vecina o llamo a algún familiar con la excusa de que la “santica” se encuentra enferma y cuando consigo que vengan las siento a la mesa para que mi nenica tenga su partidica… Mientras procuro ponerme el mp3 y alejarme lo máximo posible del lugar de juego, aunque eso es una quimera, sólo juega ella… De esa manera evito escuchar las conversaciones que siempre se desarrollan sobre temas tan entretenidos como por ejemplo, cuando se murió la “agüela” o si el primo de Ronda, ese que era Capitán de Fragata, pero a quien nadie vio nunca en un barco, era mayor que la prima de Ayamonte, la que tenía la cuadra de caballos que su padre era veterinario de la Yeguada Militar… En esos momentos es cuando más disfruto pues mientras que todo el mundo se rompe la sesera acordándose de tan lejanos y espinosos referentes familiares, mi santa juega con las dieciséis fichas del parchís moviéndolas todas como si de las suyas se tratara y dejando para los otros tres participantes en la partida el único e indelegable placer de mover el cubilete con movimientos rítmicos y taquicárdicos. La nenica se apuesta las más descabelladas cosas a que al final la “agüela” se murió el año que ella dijo y que la prima era mayor. Lo curioso del caso es que es capaz de sopesar todas las posibilidades de sus contrincantes en décimas de segundo y elegir la más favorable para ellos y encima ganarles los cuartos. Por supuesto, si la santa dice que la agüela murió en el 1578 es del todo cierto y que la prima era mayor, por supuesto. En casa jugar al parchís es como releer un libro que ya habías leído, recuerdas pequeños detalles que olvidaste, pero sabes sobradamente el final. Mi santa gana…
Estoy leyendo mi plan de entrenamiento de este mes. Tengo que nadar al menos tres días a la semana y me han cerrado la piscina. Estoy muy mayor para volver a coger el coche e ir en busca de alguna donde los bañistas no se me crucen cada dos metros por delante. Seguramente pasaré de nadar y ya volveré en septiembre, a fin de cuentas no me quedan más que uno o dos triatlones por hacer y no pasa nada si tardo dos minutos más o menos. Lo que si estoy haciendo es ir al spining. El Capitán Bajoca y yo hemos hecho el firme propósito de enterarnos a que hora dan la sesión las macizas que conocí este invierno. De momento ya llevamos diez sesiones y sólo hemos tenido como monitores a dos tíos que están encantados con nuestra presencia pues somos los únicos usuarios de menos de 60 años y que podemos seguir el ritmo de la canción. Creo que están pensando poner boleros y tangos para amenizar el ejercicio.
El sábado iremos a Agramón, si mi santa quiere acompañarme que me tiene castigado con su ausencia por un pequeño desliz que cometí el viernes pasado, una minucia, nada que merezca ser reseñado en este pequeño y querido diario. Me he dado cuenta que también en el plan hay un montón de bici los días de fiesta, pero es que los días de fiesta hay carreras en todos los pueblos de la región y me apetece ir a correr a ellas un montón. De momento el calendario en donde espero liar a Stani y al Capitán es: El quince Popular de Librilla (7500 mts.). El 22 Nocturna de Las Torres de Cotillas (5.600 mts.). El 25 VII Charca Grande de Totana (10000 mts.), si mientas sale alguna más pues se hará, por supuesto sin que me coach se entere… jajajajaja.
Esta semana hemos doblado casi todos los días. La búsqueda de la monitora de spining y luego por la tarde un rodaje, farlek o lo que tocara por los alrededores de Los Cuadros.
Ya veremos como se desarrolla el fin de semana, querido diario.


P.D.: Foto Histórica. FBali, Garbanzito y PabloBall, con su novia en la Media de Hellín en donde un servidor y Pablo creyendo que era llana, ¡vaya pedazo de cuestas tenía!, intentamos que el segundo hiciera una hora treinta. Tenía tres vueltas el circuito y estuve empujando al bueno de Pablo desde la segunda al final, 14 kilómetros. Al final creo que no lo logramos pero por muy poco tiempo. Voy a ver si encuentro el tiempo y lo pongo.

3 comentarios:

Juanma dijo...

Que joven estás ahí Paco.. .hay que ver como te ha desgastao el Ironman... o será cosa de Ginés...

Spanjaard dijo...

¿El ginestonic? A mi tambien me desgasta. A Pepo no, lo mantiene en formol.

capitanbajoca dijo...

Que pillín eres Juanma (El tuno), si la envidia fuera tiña, tos tiñosos, pero que sepas, que la que todavía nos pregunta por ti es la hermana de Gines, ya sabes esa pequeña, desmañada y sobre todo hacendosa moviendose detras de la barra....
La pregunta siempre la misma, ¿es que ya no viene ese chico que hablaba tan fino y que era rubio como el trigo en primavera? esa si que te hubiera desgastao... Bribón.

El Gines solo me desgasta a mi, pues con esos musculosos brazos no forma de escaparse, pa que te jodas que lo tengo retirao, ya no va al bar.