Lo que he leído.

Hace unos días, justo los navideños. Esos días en los que todos intentan hacerte la vida más feliz y divertida, mi hermanica llevó a casa un libro... Suele ser habitual que nos pasemos libros, vídeos y demás adminículos del saber y comprender... Lo único malo es,  que aunque quedando en la familia pues siempre quedarán en el estante de algunos de nosotros, el que tuvo la idea de comprarlo, copiarlo o pedirlo a un tercero lo pierde irremisiblemente, como si una maldición hubiera caído sobre el objeto. 

El libro en cuestión había sido motivo de algún comentario entre mi santa, y  mi hermanica  ya que el escritor era primo de un compañero de trabajo de mi reinica... El caso es, que con un soniquete de libro que se deja leer con agrado e interesante, llegó a casa en los primeros días de navidad. Quien primero lo leyó, fue, como no podía ser de otra forma, manera o concidición, mi santa reina... Desde su butacón me comentaba: ¡"Garban, la Calle Almenara!. ¿Tú no vivías por allí?... Al ratico me volvía a preguntar: ¿Te acuerdas de las hermanas, las plataneras?... A todo ello mis respuestas eran afirmativas e hilaba aquellos recuerdos con otros, como que junto al almacén de las plataneras, gordas, bigotudas y a las que jamás dirigí palabra, supongo que asustado por su feroz aspecto, estaba la tienda de Marcelino,. Junto a ella la barbería y al lado contrario pero en la misma acera la farmacia de Nicolas, que sólo era el mancebo... La farmacéutica era su señora... En la otra esquina la panadería del Cartagenero. En frente la tienda de chucherías, cromos, peonzas, truenos, petardos, sobres de soldados y desmontables, de "La Abuela". Más al fondo, un poco antes de llegar al colegio de Doña Amparo que estaba frente a una carpintería, El Carrampón. En ese bar he pasado muchas mañanas de domingo viendo jugar a mi padre al dominó o al truque...

El caso es que enseguida encendió mi curiosidad los comentarios que me realizaba mi santa... Tanto, que la miraba de reojo con cara de mala leche,. Me parecía que tardaba mucho en merendarse el libro... En un par de días lo dió por finiquitado, con una sonrisa en los labios y me lo pasó...

Recomiendo este libro pues está escrito de tal manera que se hace ameno, interesante, divertido incluso. Me gustaría que todo el mundo pudiera disfrutar de él por sus valores literarios, que los tiene... Ya me he informado y el escritor tiene una reputación en ascenso dentro del mundo de las letras en la especialidad de novela histórica. Digo que me gustaría  que le gustara a todo el mundo por el bien del novelista... Pero a mí me encantó, me volvió loco... Y no sólo como novela, sino porque describe los lugares más comunes de mi infancia Relata y describe los lugares donde pasé una feliz, austera, pero feliz niñez... Las calles, las tiendas, los personajes, los automóviles, las costumbres y la atmósfera social que se vivía... Yo tenía sólo nueve años, pero me empapaba de todo ello...

Os recomiendo la novela, pasareis unas horas entretenidas... Pero sobre todo, sobre todo me conocereis un poco más a mí...Pensad que junto al policía, el del Licor 43 cuya fábrica está en Cartagena, va Garban. Paseando, viviendo y sufriendo todo aquello... ¡Hasta del Paisaje Lunar he hablado alguna vez en este blog!. Un retrato que me volvió a otros tiempos. No mejores porque sean pasados, pero si imborrables de mi vida... El Barrio de San Antolín, San Andrés y San Pedro... Allí en este último tienen los "Tristantes" el negocio familiar, frente a la iglesia. Junto al Hotel Magesty y al Bar Rhin, la mejor cerveza de Murcia, hasta que lo vendieron...

Os recomiendo 1969, año en el que nació el escritor y año en el que yo viví en el mundo que  él describe...